La marca Toyota está ampliando su horizonte y para ello busca consolidarse en el mercado de autos de sistemas sostenibles. Esta vez, con el “FCV Plus”, un modelo de auto que utiliza hidrógeno como combustible.
El hidrógeno comprimido tiene una densidad de energía más alta que la electricidad, y puede ser generado a partir de una amplia gama de materias primas. Fácil de almacenar, Toyota prevé que en un futuro no muy lejano, la energía proveniente del hidrógeno pueda llegar a ser de uso generalizado siempre y cuando las empresas automotrices decidan desarrollar y llevar al mercado una oferta de calidad de esos productos.
Además del propio tanque de hidrógeno del vehículo, el “FCV Plus” también puede generar electricidad directamente del hidrógeno que está fuera del coche, en el ambiente.
Por tanto, el vehículo puede convertirse de ser necesario en una fuente estable de energía eléctrica para su uso. Un batería de células de combustible del coche puede ser reutilizada como un dispositivo de generación de electricidad, que trasciende las funciones tradicionales de los coches. La pila está montada entre las ruedas delanteras y el tanque de hidrógeno detrás del asiento trasero. Esto, junto a la adopción de motores independientes en las cuatro ruedas, permite una espaciosa cabina a pesar del cuerpo compacto del vehículo.
Concentrando partes funcionales en el frente y la parte trasera del vehículo, esta “célula de combustible” de próxima generación de Toyota crea un equilibrio de peso óptimo y un amplio campo de visión.