Cinco grandes fracasos de la industria automotriz

Ganarse el favor o el respeto del público no es algo fácil. Y menos lo es para la industria automotriz, donde muchísimos factores entran en juego, desde el diseño y la seguridad hasta la calidad y el prestigio.

Sólo se necesita mirar un poco hacia atrás y recordar los recientes problemas de Toyota para darse cuenta de que aunque la calidad global de la industria automotriz continúa mejorando, los fallos internos en los sistemas de gestión de la calidad del automóvil dentro de una organización aún pueden afectar drásticamente la reputación de una marca y por lo tanto sus ventas.

La industria se ha visto afectada en los últimos años con deficiencias que han llevado a la muerte de cientos de personas y el retiro de millones de vehículos por motivos relacionados con la seguridad. En muchos casos, los fallos de calidad terminan permitiendo mejoras en distintos modelos de autos o beneficios en la eficiencia productiva de alguna marca.

Pero más allá de que algunos fracasan por fallas técnicas, que los convierten en máquinas peligrosas para los usuarios, otros lo hacen por sus diseños poco atractivos y eso es tan duro para una marca como cualquier cosa vinculada a la seguridad o a la calidad del motor.

Clásicos y modernos, la lista de modelos que no lograron cumplir con las expectativas es larga. Compartimos aquí algunos de esos fracasos que salieron a la venta pero no contaron con el beneplácito de la gente.

1. Maybach

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Maybach-Motorenbau GmbH era una empresa alemana que estuvo activa entre 1909 y 1940 dedicada a fabricar motores para zeppelines y más tarde autos de lujo. En 1960, Daimler-Benz adquirió la mayoría de las acciones de Maybach y seis años más tarde, fue fusionado con Daimler-Benz para formar una nueva compañía.

En 2002 fue revivida por Daimler-Chrysler para atraer clientes del segmento prémium. Aunque los modelos contaron con una fuerte campaña publicitaria, para 2012 sólo 1.112 unidades habían sido vendidas, dejando pérdidas de US$400.000 por auto.

No obstante, el nombre regresó en 2015 con el Mercedes-Maybach, una nueva versión limitada del nuevo S600 de Mercedes-Benz.

2. Ford Pinto y el Mercury Bobcat (años 1971 al 1976)

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Con el fin de competir con las importaciones japonesas florecientes por esa época, Ford Motor Company encargó a la producción de un vehículo que iba a costar más de $ 2000 y pesar más de 850 kilos. El resultado fue el Ford Pinto y su primo el Mercury Bobcat. Cuando el coche se acercaba a la producción, los ingenieros descubrieron que no pasaba las pruebas de colisión trasera debido a la ubicación de su tanque de combustible entre el parachoques trasero y el eje trasero.

A pesar de ser conscientes del problema, la dirección de Ford decidió dejar el auto como estaba, una elección que de haberla asumido les hubiera costado solo 11 dolares más por auto para solucionar el problema. En 1978, después de más de 100 muertes causadas por los incendios de tanques de combustible debido a las colisiones posteriores, debieron retirar los autos y modificar el diseño. La reputación de Ford sufrió terriblemente y generó incluso más compradores de automóviles importados, justo lo opuesto que buscaba Ford con este vehículo.

3. Volkswagen Phaeton

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En el año 2002, Volkswagen, decidido a incursionar en el mercado de los autos de lujo presentó al mundo el modelo Phaeton.

Para poder fabricar el vehículo con las especificaciones deseadas (motor V10 de 450 caballos de fuerza y velocidad máxima de 250 km/h) y competir con marcas como Audi, BMW y Mercedes-Benz, Volkswagen construyó toda una planta amigable con el medio ambiente en la ciudad de Dresden.

A pesar de todos los esfuerzos, el Phaeton no tuvo el visto bueno del público que asociaba más la marca con la producción en masa que con el lujo. Las pérdidas fueron cercanas a los $2.000 millones de euros.
4. Renault Avantime

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Patrick Le Quémen, el diseñador que creó este modelo, consiguió su objetivo. Fabricar un auto que se anticipe a su tiempo. A tal punto estaban seguros de ello en Renault que hasta ese nombre le pusieron: “Avantime”.

Pero como suele ocurrir con estas propuestas un tanto vanguardistas, el público no entendió el diseño y el vehículo en el cual Renault había puesto buena parte de sus esperanzas fue un rotundo fracaso. Los altos ejecutivos de Renault ordenaron el cese de su producción en el 2003 y únicamente se comercializaron 8,557 vehículos. El Avantime fue sin duda un vehículo que se lanzó “Antes de tiempo”

5. Pontiac Aztek

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La quiebra de GM generó muchos dolores de cabeza, pero la desaparición de Pontiac es sin duda una de las más emblemáticas. A tal punto todo queda embrollado que algunos inclusive acusan a este Pontiac de la dramática situación vivida por la automotriz americana.

En 2001 no supieron sacarle todo el partido a este SUV (Sport Utility Vehicle) y en 2005 dejó de producirse cargando con el estigma de haber sido un producto pionero,  pero de mala calidad.