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Cómo reparar un amortiguador: el corazón de la suspensión

Cuando los amortiguadores empiezan a tener problemas, no sólo se afectan piezas importantes del auto sino que ponemos en riesgo nuestra seguridad. Cómo reparar un amortiguador y prevenir riesgos.

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Los amortiguadores son una parte fundamental de la suspensión y uno de los elementos más importantes en la seguridad del auto, junto con los neumáticos y los frenos. Al igual que ocurre con muchos otros componentes del automóvil, las horas de uso continuo llevan al desgaste general y el funcionamiento de distintas piezas se va deteriorando. Te dejamos algunos consejos a tener en cuenta si quieres saber cómo reparar un amortiguador para que tu auto tenga un andar sereno y seguro.

En general, se puede reparar casi cualquier amortiguador, pero debemos saber desde el primer minuto que no es una tarea sencilla. Requiere de herramientas apropiadas, mucha precisión y un dominio de la tarea que puede costarnos un tiempo adquirir.

De todos modos, más allá de que decidas o no poner manos en el asunto, siempre es bueno entender cómo es la reparación de amortiguadores, para evitar que algún mal diagnóstico te haga perder tiempo y dinero.

Cómo verificar el estado de los amortiguadores

Cómo sucede generalmente, el deterioro de estos elementos no ocurre de un momento para otro sino que el uso constante hace que vayan perdiendo paulatinamente la capacidad de funcionar correctamente, poniendo en juego tu seguridad y la “salud” de tu auto. Considera que un amortiguador se comprime entre 5.000 y 7.000 veces por minuto y que tiene una vida útil. Por eso es preciso tomarse el trabajo de revisarlos periódicamente.

Existe una prueba manual muy sencilla que el propio conductor puede realizar para comprobar en qué estado se encuentran los amortiguadores. Consiste en presionar sobre el capó del vehículo con las manos, haciendo fuerza hacia abajo, y luego soltar. Si, ante ello, el vehículo oscila sólo una vez, significa que funcionan correctamente. Si el auto continúa rebotando después de soltarlo, es necesario reparar los amortiguadores.

Esta prueba de rebote para los amortiguadores puede requerir bastante fuerza y, con muchos SUV y camionetas de alto rendimiento, no es fácil de realizar, porque cuesta obtener el impulso necesario para una prueba de rebote. En esos casos, lo mejor es hacer que un mecánico calificado revise los amortiguadores. Así podrá ver si hay fugas importantes (los amortiguadores están llenos de líquido), montajes o casquillos desgastados o daños físicos de estos componentes, como abolladuras que puedan afectar el funcionamiento del control de rebote del pistón.

Cómo reparar amortiguadores de autos

Uno de los factores fundamentales a tener en cuenta es el estado de desgaste que tiene el amortiguador a reparar. Por regla general, cuando los vástagos están muy marcados, rotos o con irregularidades, es conveniente directamente reemplazar los amortiguadores. Esto es así porque el vástago es la pieza más cara de la fabricación del amortiguador.

Sólo es conveniente reparar amortiguadores cuando esa pieza es muy cara o difícil de conseguir, como es el caso de amortiguadores de autos antiguos o importados.

Otro aspecto importante a considerar es asegurarse de que sean amortiguadores hidráulicos y que no sean de gas, porque estos últimos no se pueden arreglar.

En caso de que decidas hacer la reparación de amortiguadores vos mismo, te contamos cuáles son los pasos a seguir:

  1. El primer paso es perforar con una broca 1/32 unos 4 cm de la parte inferior del amortiguador (el émbolo debe de estar en la parte superior). De esta manera, llegamos a la cámara donde va ubicado el aceite.
  2. Ya hecho el orificio, procedemos a llenar un recipiente del aceite. Ten en cuenta que aproximadamente lleva un litro por amortiguador.
  3. A continuación, empujamos el embolo del amortiguador hasta su punto más bajo. Lo metemos al recipiente con el aceite y regresamos el émbolo hasta la parte superior. Al hacer ésto, va a succionar el aceite por el agujero. Debemos tapar con el dedo fuertemente donde hicimos el agujero para evitar que el aceite salga y bajamos el émbolo lentamente.
  4. Lo que resta es soldar el agujero con electrodos con un amperaje bajo, cuidando de no dañar el amortiguador. Se debe hacer con soldadora eléctrica y no con autógena. Es un paso en el cual se debe ser muy cuidadoso, ya que el aceite puede encenderse con las chispas que saltan de la soldadura.

Cómo reparar amortiguador delantero de moto

Para solucionar los problemas de amortiguadores delanteros de una moto es importante conocer el protocolo de desarme de los mismos, para evitar cometer errores que no se puedan subsanar. Insistimos: no es sencillo para el que no sabe.

Otro aspecto a considerar es que, si la barra del amortiguador se ha doblado, va a ser muy difícil que vuelva a su estado original. En ese caso, todos los demás aspectos de la reparación del amortiguador se vuelven inútiles, ya que, sin esa barra en perfecto estado, el largo de la distancia entre el eje de la rueda y la dirección va a ser diferente, afectando cada lado del manubrio. De ese modo, la moto tenderá a volcarse constantemente hacia un lado.

Para verificar el estado de la barra del telescópico, lo más conveniente es llevar la misma a un torno y allí analizarla, puesto puede haber una curvatura imperceptible a simple vista que esté afectando notablemente su rendimiento.

El proceso de desarme del amortiguador delantero es muy sencillo, pero recuerda que no puedes cambiar de orden los pasos:

  1. Quitar la chaveta que sujeta el barral en la parte superior del amortiguador.
  2. Quitar el tornillo de la parte inferior que sujeta la válvula del amortiguador a todo el conjunto.
  3. En la parte central, donde se aloja el retén, hay una chaveta que debe ser suavemente quitada.

Tras seguir estos procedimientos, podemos tomar la barra y llevarla al torno para verificar su estado y comprobar si debemos simplemente lubricar el amortiguador o si será preciso conseguir un nuevo juego de barras de amortiguación.

La función de los amortiguadores

Los amortiguadores cumplen estas 6 importantes funciones:

  1. Soportar el peso propio del auto, evitando que toda su carga descanse directamente sobre los neumáticos.
  2. Absorber las irregulares del terreno, otorgando de este modo un andar más parejo a los ocupantes del vehículo.
  3. Control de la dirección del vehículo, para tomar mejor las curvas.
  4. Trabajar en conjunto con los neumáticos para ofrecer una buena adherencia, lo que también influye en la estabilidad y la frenada.
  5. Correcta alineación de las ruedas para asegurar el agarre óptimo de los neumáticos a la cinta asfáltica.
  6. Ofrecer la altura óptima del vehículo para evitar, entre otras cosas, que el auto roce el piso al pasar por las vías de ferrocarril o sobre badenes reductores de velocidad.

Si los amortiguadores no están trabajando correctamente, aumenta el desgaste de otros elementos mecánicos, como los muelles de suspensión, la dirección, el diferencial, la caja de dirección o los neumáticos, vinculados directamente con el funcionamiento de las piezas de amortiguación.

Cuando se deterioran, es clave resolver el problema. Si dilatamos la reparación de amortiguadores, podemos sufrir distintas consecuencias:

  • Aumenta el riesgo de aquaplaning cuando la ruta está mojada por lluvias.
  • Podemos tener un excesivo balanceo del auto.
  • Sufrimos saltos constantes al transitar sobre irregularidades menores del camino.
  • Aumenta la distancia de frenado.
  • Hay mayor fatiga y estrés del conductor.

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