Tim Senft, fundador de una página que monitorea estafas y otros comportamientos ilegales e incluso no éticos de Facebook llamada Facerooks.com, explicó porque debemos tener cuidado a la hora de dar “me gusta” o responder consignas tales como “poné Amen” en publicaciones de esa red social.
Según cuenta Senft, los creadores de este tipo de post los utilizan para ganar mucho tráfico y cientos de likes para su sitio, con el fin de promocionar cualquier clase de producto suyo o que le pague alguna empresa a él.
La estrategia es simple. Lo primero que hacen los estafadores es crear el perfil falso. Entonces, empiezan a compartir estas imágenes e historias ficticias o robadas, que les permiten obtener gran popularidad en poco tiempo.
Una vez que su perfil consiguió hacerse del número de seguidores suficiente, súbitamente dejan de compartir este contenido y comienzan a ofrecer productos y servicios por los que cobran una comisión. Otra opción es directamente vender el perfil con sus miles de seguidores, para que otro lo vuelva rentable.
Tim Senft cuenta que los riesgos pueden ser aún mayores. En algunos casos, en vez de convertirse en páginas que venden productos, se convierten en propagadores de malware, programas maliciosos que sirven para robar información valiosa a los internautas, como contraseñas o códigos de tarjetas de crédito, para saquearlos.