La revolución digital atraviesa todos los aparatos y, cuando llega el momento de renovar, siempre hay mucho por aprender. En el terreno de los televisores, lo último en calidad de imagen tiene nombre y apellido: te contamos qué es 8K en TV y compartimos las claves para decidir si es una buena opción para tu casa.
Lo primero que debemos saber es que la tecnología 8K que podés encontrar en los televisores más actuales supone una mejora importante en la resolución y calidad de la imagen. Básicamente, es 8 veces más (4 más que el 4K) que la que alcanzan los televisores que conocíamos hasta ahora con definición HD, con 7680×4320 pixeles (los pixeles son la cantidad de cuadros de colores que tiene el televisor: a más cuadros, mejor imagen).
Qué es 8K en TV
Hablar de 8k en TV es entrar en el terreno de la mejor calidad de imagen que existe hasta el momento. La “K” hace referencia a Kilo, es decir 1000, lo que nos hace dar cuenta que la resolución horizontal es de aproximadamente 8000 pixeles.
Sin profundizar en demasiados tecnicismos, para dimensionar de qué hablamos basta con asomarse al largo camino recorrido por estos fantásticos aparatos llamados televisores. Desde el siglo pasado, la evolución de la resolución de las pantallas ha sido realmente impresionante. Desde las 800 líneas de los primeros televisores SD, pasando por los primeros HD con 1080 pixeles a la tecnología actual Full HD con 1920 píxeles, y luego con el 4K, pasamos a casi 4.000 pixeles. Pero ahora este salto de calidad nos ofrece el doble que su antecesor.
Cómo entender la Resolución 8K
Para simplificar, podemos decir que esta nueva tecnología supone una mejora en la resolución y calidad de la imagen.
Los TV 8K son la gran novedad del 2022 en Argentina y en el Mundo, por lo que sin dudas serán las pantallas más demandadas cuando estallen las ventas de televisores para el Mundial. ¿Por qué comprar un televisor 8K?
- Son muy recomendados para disfrutar de los canales en alta resolución que ofrecen algunas plataformas por fibra óptica, e incluso de los mejores videos de YouTube.
- Algunas plataformas de televisión ya están creando contenidos con esta nueva resolución, videos que algunos catalogan de hiperrealidad por su gran realismo.
- Gracias a esta tecnología, podemos tener aparatos ultradelgados, con pantallas finitas con una nitidez increíble. La fórmula es sencilla: a mayor resolución, mayor densidad de pixeles, mayor información mostrada y más posibilidades de apreciar los matices de las imágenes.
- Además, los sistemas operativos integrados en los televisores 8K también son parte del potencial de los nuevos modelos, pensados para que disfrutemos de un nuevo concepto de televisión.
Diferencia entre 8K, 4K y Full HD
El proceso de cambio en Argentina es reciente pero avanza a paso firme: poco a poco, los televisores 8K están copando las vidrieras y tiendas digitales y empiezan a desplazar a los 4K y Full HD , que van perdiendo su reinado.
Para empezar a dimensionar el cambio pensemos que los televisores Full HD alcanzan una resolución de 1920 líneas horizontales por 1080 líneas verticales. Por su parte, los televisores Ultra HD o con resolución 4K aumentan este número de pixeles prácticamente en 4, ya que cuentan con una resolución de 3840 líneas horizontales por 2160 líneas verticales. Pero lo novedoso es que los nuevos 8K ofrecen 7680 líneas horizontales por 4320 verticales, lo que representa un total de casi 33 millones de pixeles.
Las marcas compiten y las nuevas tecnologías se vuelven más accesibles, pero siguen siendo productos caros. Por eso es válido preguntarse qué diferencias hay entre los televisores 8K, 4K y los Full HD y si vale la pena saltar a tecnologías tan punteras.
La primera gran diferencia es la resolución. Aunque aún quedan algunos televisores plasma en el mercado, la mayoría de las pantallas Full HD que existen hoy en las casas son LCD, por lo que, en términos de tecnología, no son muy diferentes, salvo por la cantidad de píxeles embutidos en una sola pantalla.
La otra diferencia entre estos tipos de televisores es que, en los 8K las pantallas suelen ser más grandes, ya que, con una mayor cantidad de píxeles, los fabricantes han podido abarcar más superficie sin preocuparse por pérdida de calidad.
Algo fundamental es tener claro dónde lo vamos a ubicar. Ya que, hay que tener en cuenta que, mientras mayor sea la distancia entre el observador y la pantalla, menos notable será el incremento en la calidad. Es decir que si vas a ver el televisión a una distancia menor a los 10 metros, el 8K es una gran alternativa. Pero si la distancia es mayor, no vale la pena el gasto extra.
Por último, es bueno saber que, tan importante como la pantalla, es el tipo de contenido que verás en ella. Si los canales que ves o tus proveedores de servicio de cable no cuentan con contenido 8K, quizá debas evaluar bien si conviene comprar un televisor de esta dimensión, ya que notarás mayor calidad de imagen pero el cambio no será realmente importante.
Por supuesto, si te decidís a cambiar, no debés preocuparte por tus “antiguos” contenidos en FullHD o 4K, ya que los nuevos televisores reescalan (es decir, insertan “píxeles extra” para rellenar la imagen) todo el contenido reproducido en resoluciones inferiores para garantizar la máxima definición posible.
El presente es 8K
El ojo humano tiene un horizonte que lo supera, y que llega a 8K. Si el 4K se convierte en una pantalla de 84 pulgadas a una resolución de 3.840 x 2.160 pixeles, la nueva resolución 8K supone una pantalla de 145 pulgadas (o sea que su diagonal es de 3,7 metros de largo).
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