El nuevo documental de Netflix, “El dilema de las redes sociales”, está generando un debate súper interesante al interior de las familias y los grupos de amigos. El mismo expone, a través de las voces de distintos expertos, cómo los gigantes tecnológicos manipulan la psicología humana e influencian nuestros comportamientos. Redes sociales y privacidad es el tema del momento.
Redes sociales en internet
“El dilema de las redes sociales” es un documental de 93 minutos, dirigido por el premiado cineasta estadounidense Jeff Orlowski, en el que importantes actores del mundo tecnológico -Tristan Harris (ex Google), Jeff Seibert (ex Twitter), Bailey Richardson (ex Instagram), Justin Rosenstein (ex Facebook), Lynn Fox (ex Apple)- explican cómo funciona el lado oscuro de las redes sociales.
Una de las voces más interesantes es la de Justin Rosenstein, matemático, programador, empresario y filántropo estadounidense que trabajó en Google y en Facebook, donde diseñó el famoso botón “me gusta“.
Según le cuenta Rosenstein a BBC Mundo, su mayor preocupación con frespecto a los sistemas de tecnología actual es “cómo explotan y manipulan nuestras mentes”.
“Los sistemas que usamos hoy en día están quebrantados; responden a los intereses de las compañías involucradas. La idea se basa en que el usuario no es el cliente, sino el producto. Y su permanencia en las redes se vende a los anunciantes”
A pesar de este oscuro diagnóstico, Rosenstein cree que “podemos cambiar la dirección hacia la que va la sociedad”. “Yo espero que la gente se dé cuenta de que tiene más opciones. Una vez que eres consciente de lo que hace la tecnología -cómo nos está polarizando, desinformando y afectando- tú, como individuo, puedes retomar el control sobre tu vida en las redes, puedes empoderarte y tomar decisiones”.
La tecnología nos está polarizando, desinformando y afectando. Podemos empoderarnos y retomar el control de nuestras vidas
Rosenstein recomienda “tener conversaciones sobre los daños potenciales de las tecnologías que usamos, sobre cómo estamos siendo manipulados y cómo podemos cambiar nuestro comportamiento, empezando a cuestionar las cosas. Yo espero que veamos el comienzo de un renacimiento cultural”, dice.
Los consejos de Rosenstein: cómo gestionar las redes
Se trata de cambios que tienen que ver con cómo usamos la tecnología. “Por ejemplo, desinstalar aplicaciones del teléfono, moderar el tiempo de uso o desactivar las notificaciones”, explica.
- Cambios “básicos: desactiva las notificaciones.
- Cambios de comportamiento: cuanto más presente estás, menos rentable eres.
La cuestión clave para Rosenstein que es que comprendamos que las redes sociales ganan poder cuanto más tiempo pasamos en ellas, y que está en nuestra mano (literalmente, de hecho) evitar que eso ocurra.
“Debemos pasar más tiempo con otras personas, escucharnos y comprendernos para que seamos capaces de reconocer cómo la tecnología (los algoritmos) refuerza nuestros propios sesgos”.
Otra clave es cómo nos comportamos con los demás y no asumir que todo lo que leemos en internet es cierto. “Debemos ser mucho más humildes sobre nuestra propia capacidad de comprender la realidad y darnos cuenta de que muchas cosas que nos han contado puede que no sean ciertas”, señala.
Debemos ser mucho más humildes sobre nuestra propia capacidad de comprender la realidad y darnos cuenta de que muchas cosas que nos han contado puede que no sean ciertas
“También ser más abiertos a otras perspectivas, a por qué otros piensan distintos. No todos ven la misma información. Hay que ser más compasivos y cuestionar nuestras propias creencias. No perder la curiosidad, escuchar con atención. Y construir relaciones con personas que tienen otros puntos de vista”.
Sin embargo, el ingeniero dice que “cambiar nuestro comportamiento como individuos o con los demás no es suficiente” porque “también tiene que cambiar el sistema”.
Cambios en la sociedad
- Los cambios como sociedad: “Cambiar los comportamientos individuales no es suficiente. Incluso aunque estemos muy atentos y nos esforcemos mucho en usar nuestra atención consciente, siempre hay maneras en que la inteligencia artificial puede ser más lista sin que seamos conscientes de ello”, explica.
De esa manera, la tecnología puede cambiar nuestras perspectiva y nuestros comportamientos sin que ni siquiera nos demos cuenta, añade.
“Por eso el cambio individual no basta; tenemos que demandar cambios a las empresas tecnológicas. Y no solo eso, sino también reclamar regulaciones a los gobiernos para reducir los daños que causan y haya más transparencia y responsabilidad”.
Debemos reclamar regulaciones a los gobiernos para reducir los daños que causan y haya más transparencia y responsabilidad
“Estos sistemas no pueden dejarse en manos de grandes corporaciones que tratan de maximizar sus beneficios o el tiempo que pasamos usando su tecnología. Todo esto nos afecta de manera muy profunda y es muy importante que si queremos salvar nuestra democracia, cambiemos la gestión de las redes sociales y qué las incentiva”.
Rosenstein propone una junta de representantes de ciudadanos, de manera que los ejecutivos de esas empresas deban dar parte a esos comités, responsables de establecer objetivos acordes con la democracia.
“Así como la pornografía es una imitación de la intimidad y ciertos tipos de comida rápida son una imitación de la nutrición, las redes sociales se adentran en estructuras internas del cerebro que activan impulsos básicos que nos resulta muy difícil controlar”
“Nos volvemos adictos a eso sin ni siquiera darnos cuenta, es como un truco psicológico. La tecnología puede tener usos fabulosos, el problema es cómo se aplica”.
Te puede interesar:
- “Siempre terraza, nunca sótano”: una actitud que es furor en redes
- Científicos estudiaron a personas que no usan redes sociales: esto es lo que aprendieron
- Consejos prácticos y efectivos para convivir con la tecnología y el cambio cultural