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La lista de cosas que NO hay que hacer (o el arte de no “malgastarse”)

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Me gustaría compartir con ustedes una idea sencilla pero que creo que puede resultar muy útil para emprendimientos y negocios, pero también para otros planos de la vida en general. Es un tip cortito al estilo de los AdrianTIPS.

Muchas personas que son ordenadas usan todo el tiempo los “To Do Lists” (lista de cosas que hacer) para mantenerse organizados respecto de todas las tareas que tienen pendientes. Sin embargo, yo creo que una idea mucho menos difundida pero igualmente útil es hacer una “Not To Do List” (lista de cosas que no hay que hacer).

La mayoría vivimos desbordados de cosas. Eso sucede porque tenemos mucho que hacer, pero también porque no tenemos la disciplina de no hacer ciertas cosas a las que no deberíamos dedicar tiempo, dinero y/o esfuerzo. Sucede un poco porque no sabemos decir que no a lo que nos piden, porque nos tentamos con ciertas cosas que nos distraen pero no nos ayudan o porque muchas veces no nos damos cuenta lo importante que es tener foco.

En general un “To Do List” es bien inmediato, coyuntural, dinámico. Incluye cosas que tenemos que hacer YA y que se van renovando continuamente. Armarlo no requiere un ejercicio profundo de pensamiento sino apenas la disciplina de mantenerla actualizada.

Un “Not To Do List”, en cambio, es en general mucho más profundo y estable en el tiempo. Suele ser fruto de un ejercicio de introspección importante en el que pensamos nuestra vida/proyecto/negocio con detenimiento para encontrar aquellas cosas que nos consumen energía innecesariamente. Eso nos permite decir que no cuando hay que hacerlo, no distraernos cuando no queremos y mantenernos enfocados en lo que, cuando pensamos en profundidad, nos damos cuenta que es lo importante.

Incluso al estar en posiciones de liderar gente, darles orientación respecto de qué cosas no hacer es, a veces, tan importante como transmitir con claridad a que sí esperamos que los demás dediquen su esfuerzo.

Así que los invito a que en algún momento de calma hagan este ejercicio. Tómense un rato para pensar su “Not To Do List”, anótenlo y ténganlo a mano para consultarlo cada tanto y fijarse cómo vienen con lo que tienen que hacer, pero también con lo que no.

 

Por: Santiago Bilinkis, autor del blog Riesgo y Recompensa, y del libro Pasaje al Futuro. 

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