“Corruptour”: un recorrido turístico por los principales escándalos de corrupción

Lo hicieron en México un grupo de personas que quieren denunciar una práctica que se ha naturalizado. ¿Buena idea para Argentina?

La corrupción, uno de los males más destructivos de nuestra era, no es un hecho individual ni aislado sino que por el contrario es un fenómeno social, profundamente arraigado y vinculado sobre todo al ejercicio del poder.

En palabras de Facundo Manes, “la corrupción podría definirse, en un sentido social, como una creencia compartida, expandida y tolerada de que el uso de la función pública es para el beneficio de uno mismo, de la propia familia y de amigos”.

Y si bien el tema de la corrupción se ha estudiado desde la sociología y las ciencias políticas, desde la historia y el derecho nunca faltan innovaciones a la hora de pensar y mostrar lo nefasto que es para un grupo social un accionar corrupto de sus funcionarios.

Quizá cansados de cómo este mal se va naturalizando y poco a poco vamos conviviendo casi sin sobresaltos con estos hechos delictivos, un grupo de habitantes de la ciudad de México se unió para alertar sobre un problema que supondría hasta el 30% del PBI de todo el país, según Transparencia Internacional.

Lo que han hecho es armar un recorrido “distinto” por la ciudad capital mexicana. En un autobús descubierto, emulando los típicos paseos turísticos convencionales, transportan a los pasajeros y de un modo simpático e ilustrativo, van pasando por los sitios donde tuvieron lugar o que están vinculados a los peores escándalos económicos del país y van narrando la historia que conecta a ese lugar con un delito.

El “Corruptour”, tal como se denomina este tour que dura una hora, inicia su recorrido en la avenida Paseo de la Reforma, donde está “La estela millonaria” que Felipe Calderón, quien fue presidente mexicano entre 2006 y 2012), construyó con motivo de los 200 años de independencia y cuyo costo se sospecha que finalmente sextuplicó el presupuesto asignado.

“Detrás de este proyecto hay organizaciones y ciudadanos comprometidos con la causa. No hay partidos políticos, ni gobiernos, ni intereses raros”, aseguran en el sitio web de la iniciativa.


El recorrido continúa con (lamentablemente) numerosas paradas más. Entre ellas se incluye La Casa Blanca, la casa que Peña Nieto, actual Presidente de México posee en Lomas de Chapultepec, cuyo valor ronda los 7 millones de dólares y que fue construida por Grupo Higa, una empresa a la cual benefició con 80 contratos en su etapa de gobernador.

Otros hitos en el recorrido incluyen a la sede del Seguro Social (IMSS), donde se hace referencia al sobrecosto en la compra de medicamentos, la sede de la empresa constructora OHL, beneficiaria de la gran mayoría de obras en el Estado de México o el “antimonumento de los 43” en recuerdo de los estudiantes de Ayotzinapa y “cuya desaparición se debió a la corrupción y la connivencia entre políticos, narcos y fuerzas de seguridad” explica la grabación que va contando el porqué de cada parada del “Corruptour”.

La última parada se realiza en el Senado. “En México, la regulación es mala y además hay poca transparencia sobre los intereses de los legisladores. Lamentablemente, además, los abusos de los partidos políticos se han convertido en una tercera forma de corrupción”, escriben en su sitio los responsables del proyecto.

El proyecto, que es financiado mediante aportes monetarios de ciudadanos anónimos y apartidistas, tuvo su inicio en Monterrey en 2014 y durante seis meses alrededor de 1.500 personas revivieron cada domingo los casos más comentados en la capital de Nuevo León. Ahora, también llegó a México DF donde habrá dos horarios también cada domingo y la intención es extender la idea al resto del país.