En esta sociedad tecnológica y veloz, en lugar de acercarnos al conocimiento la sobreinformación nos dirige al precipicio de la confusión. En pleno bombardeo de titulares plagados de engaños deliberados, unos cuantos están dispuestos a abrirnos los ojos. Aquellos que luchan contra las fake news abanderan el fact checking –es decir, la comprobación de datos– para defender la información veraz.
Una persona bien informada es un profesional bien informado y, por ende, un profesional que puede tomar mejores decisiones
Diagnóstico
En 2016, fake news propagadas en muchas plataformas ayudaban a Donald Trump a ganar las elecciones en Estados Unidos. Mercedes Fernández, directora de proyectos de la agencia de investigación 40dB, señala que ya antes de las noticias falsas se hablaba de la posverdad, palabra del año 2016 en inglés.
Posverdad
Según el Diccionario Oxford: “Con este término, utilizado mucho en política para explicar hechos como la victoria de Trump o el triunfo del Brexit, nos referíamos a circunstancias en las que los hechos objetivos tienen menor influencia en la formación de la opinión pública, que los llamamientos a la emoción y a la creencia personal”, explica.
¿Existe una predisposición en la sociedad actual para creer este tipo de noticias? Para Mercedes Fernández, esta propensión está “en nuestra condición humana; lo que ha cambiado, sin duda, es la norma social y el contexto”.
Virginia Pérez Alonso, presidenta de la Plataforma en Defensa de la Libertad de Información (PDLI), además de codirectora del diario Público, opina que esto se debe a “varios factores, pero uno es fundamental: la falta de educación, de formación del espíritu crítico”. A lo que se suma “la proliferación de medios de comunicación y otros que se venden como tales. Hemos pasado de tener cuatro o cinco periódicos a tener innumerables medios que mucha gente no identifica”.
Este escenario se presenta ideal para la proliferación de noticias falsas, aunque no sea un fenómeno nuevo: “Por poner un ejemplo extremo, el Día D, la forma en la que los aliados hicieron creer a Hitler que el desembarco aliado en Francia sería en el Paso de Calais y no en la costa de Normandía”, cuenta Mercedes Fernández.
Ha sido la aparición de Internet, y en concreto las redes sociales, lo que ha favorecido que nuestra exposición sea cada vez mayor
“Lo que ha cambiado es la manera de difundir esas noticias, y la velocidad y las vías de difusión. Al final, las redes sociales tienen la capacidad de difundir de manera masiva”, dice Pérez Alonso. Además, presenta un cambio en los roles de emisor y receptor respecto al escenario clásico en términos periodísticos:
“Ahora todo el mundo es emisor y todo el mundo es receptor”. Y esto puede dejarnos confundidos a la hora de buscar la información veraz y fiable
Cómo saber si es fake news
Para contrarrestar la propagación indiscriminada de noticias falsas han nacido las plataformas de verificación de hechos: fact checking.
- Newtral: una plataforma digital a medio camino entre agencia de contenidos y productora de televisión de Ana Pastor, que presenta claramente su cometido: “Hacemos fact checking, desmentimos noticias falsas y contamos historias que importan”. Abarcan informaciones sociales, sobre política, género…
- Maldita.es: se centra en la verificación. Su “periodismo para que no te la cuelen” consiste en desmentir numerosos bulos que corren por la red, ya sean de política, economía o migración. Empezaron de forma amateur entre varios periodistas que desmentían informaciones virales en sus ratos libres, hasta que se profesionalizaron con la creación del portal. El año pasado, la Comisión Europea decidió contar con su cofundadora, Clara Jiménez, para un grupo de alto nivel compuesto por 39 expertos con el objetivo de asesorar al organismo sobre las noticias falsas.
- 40dB: también trabajan en el análisis de este fenómeno para ayudar a solucionarlo: “Observamos y escuchamos a esa sociedad cambiante. Ahora mismo estamos embarcados en varios proyectos sobre el nuevo consumo de medios, las fake news y sus efectos en el consumidor y en la sociedad”.
- PDLI redactó un decálogo para poderes públicos, medios de comunicación y ciudadanos tras un debate entre distintos expertos al poco de ganar Trump las elecciones. “Un decálogo para efectivamente poder combatir la desinformación, en el que se dan una serie de pautas, como la transparencia, la trazabilidad de la información, las herramientas formativas, etc.”, explica Pérez Alonso. Se puede consultar en su web (libertadinformacion.cc), desde donde defienden la pluralidad informativa, el periodismo responsable o la protección de fuentes informativas.
Pero puede que el fact checking no sea la solución definitiva, porque como demuestran estudios rigurosos hechos en el Massachusetts Institute of Technology:
La mentira viaja más rápido que la verdad. Una vez que se genera una viralidad en torno a esa mentira, cuando presentás la verdad, esta no llega a la misma gente a la que ha llegado la mentira
¿La solución definitiva? Combatir el problema en origen con educación y espíritu crítico, porque es “esencial para saber enfrentarse a los retos de nuestro tiempo”.
Podés seguir leyendo:
- Alerta: consejos en las redes sociales que no sirven y aumentan el peligro de contagio
- 7 mentiras de los antivacunas: ayudemos a alumbrar la verdad
- Un sitio web increíble ayuda a detectar si una foto viral está trucada
- Dolor y discriminación: un chat de madres festeja la expulsión de un nene con Asperger