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El ranking de los países más y menos corruptos del mundo

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Cada año desde 1995, la organización Transparencia Internacional publica el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) midiendo en una escala de 0 a 100 los niveles de percepción de corrupción en el sector público de los países.

Esta organización no gubernamental afirma que como la corrupción se da necesariamente de manera subrepticia no hay forma de medirla directamente por lo que confecciona su informe basándose en estudios y encuestas realizadas empresas especializadas y a expertos que deben lidiar habitualmente con funcionarios públicos y las prácticas de la política.

 “Durante 2016, se ha visto que en todo el mundo la corrupción sistémica y la desigualdad social se refuerzan recíprocamente” indica el reporte.

Y agregan “La corrupción y la desigualdad se refuerzan mutuamente, creando un círculo vicioso entre corrupción, reparto desigual del poder en la sociedad y desigualdad en la distribución de la riqueza. Los Papeles de Panamá mostraron que para los ricos y poderosos sigue siendo demasiado sencillo aprovechar la opacidad del sistema financiero global para enriquecerse, en perjuicio del bien común.”

La organización define la corrupción como «el abuso del poder encomendado para beneficio personal» ha encontrado este año que Dinamarca y Nueva Zelanda muestran los mejores resultados, con puntuaciones de 90, seguidas de cerca por Finlandia (89) y Suecia (88).

“Si bien ningún país está exento de corrupción, los países en el extremo superior comparten características de gobierno abierto, libertad de prensa, libertades civiles y sistemas judiciales independientes” comenta el informe.

Tras estos cuatro países naciones las primeras posiciones del ranking las completan Suiza (86), Noruega (85), Singapur (84), Holanda (83), Canadá (82), y Alemania, Luxemburgo y el Reino Unido (81).

Los latinoamericanos mejor ubicados son Uruguay (21) y Chile (24).

En el extremo opuesto de la lista, por décimo año consecutivo, Somalia tiene los peores resultados del índice, con apenas 10 puntos esta vez. Sudán del Sur se ubica en el penúltimo puesto, con una puntuación de 11, seguido por Corea del Norte (12) y Siria (13). “Los países en el extremo inferior del índice se distinguen por una impunidad generalizada de la corrupción, gobernabilidad deficiente e instituciones frágiles” explica la gente de Transparencia Internacional.

Los países peores ubicados del mundo son Irak (17), Venezuela (17), Guinea-Bissau (16), Afganistán (15), Sudán (14), Yemén (14), Libia (14), Siria (13), Corea del Norte (12), Sudán del Sur (11) y Somalia que como dijimos ocupa el último puesto (10).

“Los casos de corrupción a gran escala —afirma el documento—, desde Petrobras y Odebrecht en Brasil hasta el ex presidente ucraniano Víktor Yanukóvich, muestran cómo la colusión entre empresas y políticos arrebata a las economías nacionales miles de millones de dólares de ingresos que se desvían para beneficiar a unos pocos, a costa de la mayoría. Este tipo de corrupción a gran escala y sistémica redunda en violaciones de derechos humanos, frena el desarrollo sostenible y favorece la exclusión social”.

Los que más posiciones retrocedieron en comparación con 2015 son Mauritania y Mozambique: 30 puestos. Después viene Trinidad y Tobago, con 29. Casi tan mal le fue a México, que cayó 28. Luego aparecen Tailandia (25), Macedonia y Yibuti (24), El Salvador (23), Lesoto, Madagascar y Gambia (22).

En cambio, el que más escaló fue Bielorrusia, que trepó 28 posiciones. Cerca quedaron Surinam (24), Timor Oriental (22) y Laos (16).

La Argentina, que subió 12 puestos, fue el quinto que más creció.

Argentina ha obtenido este año 36 puntos. Con esa puntuación, mejora su situación hasta la posición número 95, de los 176 del ranking de corrupción gubernamental, a pesar de que sus habitantes creen que existe mucha corrupción en el sector público.

La puntuación de Brasil en el índice, por ejemplo, ha descendido significativamente en comparación con cinco años atrás, tras la revelación de sucesivos escándalos de corrupción en los que se vieron envueltos políticos y empresarios de primera línea.

España, que ha mantenido la puntuación de 2015 y se sitúa con 58 sobre 100, está entrando en un pelotón de países que se han acercado peligrosamente a la corrupción sistémica muy recientemente, como Georgia o la República Checa.

México por su parte, cayó estrepitosamente 28 lugares. En el informe, la organización aclara que las medidas anticorrupción en ese país no han sido suficientes.

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