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“Gracias por el ejemplo: carta abierta a mis padres drogadictos”

Chelsea Cameron es un joven que desde muy pequeña sufrió los dolores de tener padres que no podían hacerse cargo siquiera de sí mismos. En una carta que publicó en su blog y dio la vuelta al mundo, busca contar al mundo que se puede llegar lejos aún desde el peor de los mundos.

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La suerte en la vida es demasiado diversa. Mucha gente nace en contextos muy duros y su capacidad de resiliencia, sus redes y sus ganas de salir adelante logra sacarlos del lugar del dolor y llegar muy lejos, a alguna forma de felicidad. Ser agradecidos, disfrutar de lo que se tiene y, en definitiva, tener una actitud positiva ante la vida es fundamental. Bien lo sabe Chelsea Cameron, una joven escocesa de 18 años cuya vida no ha sido de color de rosa: desde muy pequeña sufrió los rigores de sus padres drogadictos y tuvo que hacerse cargo de su hermano menor. Aún así, es feliz. Y quiere contagiar a otros a quienes la vida les duela mucho: en un emotivo mensaje publicado en Facebook, les dio las gracias por las enseñanzas. Lo subió a las redes precisamente el mismo día en el que su padre fue condenado a prisión por una serie de delitos.

Así es como ella lo describió con sus propias palabras:

“La primera cosa por la que les quiero dar las gracias es por el miembro más dulce de nuestra familia, Justin Cameron. Es el niño más dulce e inteligente que he conocido, y me dieron con él el mejor regalo que nunca hubiese podido imaginar. No se preocupen por él, no importa lo que pase en el futuro, porque nunca estará solo. Mamá, gracias por aquel día que no pudiste venir para llevar a Justin a su primer día de colegio. Eso significó que pude ir con él. Gracias por la oportunidad que me diste.

Gracias, a los dos, por enseñarme que tomar drogas arruina vidas, rompe familias y no da a nadie una vida que merezca la pena vivirse

Estaré eternamente agradecida por esta lección que me han enseñado, que tiene un mensaje que se me ha grabado hasta el día de hoy y siempre lo recordaré.

Gracias por enseñarme a ser ambiciosa. El ejemplo que me dieron al verlos me ha enseñado que no tener ambición por tener una educación, un trabajo o cualquier tipo de propósito en la vida es muy dañino y te lleva a que no valgas demasiado.

Su ejemplo me ha enseñado que la vida es cuestión de elecciones y que no tengo que hacer las mismas que hicieron ustedes. Mi vida ha resultado ser lo que yo elegí

Gracias por enseñarme a no avergonzarme con facilidad; me ha dado la oportunidad de hablar con libertad sobre quién soy y cómo fue mi vida mientras crecía. La vida no son rayos de sol ni arcoíris. Gracias por enseñarme que la vida es injusta, que la gente te decepciona y que muchas veces no hay nada que puedas hacer al respecto. Una lección que he aprendido muy bien de ustedes dos. Y que me hará llegar lejos”.

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