“Má, no lo puedo decir de otra manera…”

Palabras que intenté decir por llamada y por audio de whatsapp. No puedo ni arrancar a decirlo, de pensarlo se me hace un nudo en la garganta y lágrimas aparecen en mis ojos. Por eso lo escribí.

Hace rato que quiero decirlo pero no encuentro las palabras. Intenté varias veces por audio de whatsapp, pero se me hace un nudo en la garganta, se me llenan los ojos de lágrimas y no puedo poner más de 3 palabras juntas.

Voy a probar escribiéndolo.

Estoy muy contento y me siento muy afortunado de tenerte como mi mamá. Sí, ahora también tengo un nudo en la garganta, ojos llorosos y hasta esa agüita molesta que sale de la nariz cuando llorás.

Considero que si hay algo que me mantiene en línea y apostando a más, es por vos. Sé que mi vida es mucho más fácil de lo que fue la tuya, cuando transitaste los años que yo transité y estoy transitando. Creo también que la distancia física me está afectando y haciéndome dar cuenta de estas cosas.

La forma de empezar cada audio es siempre la misma, quizás debe ser lo que más me impacta de pensarlo: “Nunca te lo dije…” Y es verdad, nunca te dije el importante impacto que tuviste en mi vida. Bueno, eso es obvio, sos mi mamá.

La puta madre, me voy por otros lados. No quiero. Vuelvo a la misma idea.

La palabra que viene resonando mucho en mi cabeza es ORGULLO, que siempre está en la frase: Estoy muy orgulloso de tenerte como mi mamá. Ahora, la puta madre, que difícil se me hace decírtelo

Quizás, otra idea que viene dando vueltas en mi cabeza, es que mi insatisfacción constante con mis logros es porque me hubiese gustado escuchar eso mismo de mi papá (ya sabemos que no está, que no pasó y que no va a pasar). Que sentí que no estaba preparado para su partida y que, por más que ya hayan pasado más de 6 años, sigue pateándome dentro de mi cabeza.

No vayamos por esa rama.

Esto es para mostrar, contar, sacar de cabeza, de mi boca… las cosas que quiero decir: Te quiero muchísimo, me destroza no poder ayudarte con tus problemas y situaciones de vida.

Una de las excusas que me pongo es que busco que estés contenta con lo que hago/logro/consigo. Compartir eso con vos y, más que nada, no traerte más problemas.

También, siento, me molesta no poder decirlo. Esto no es algo que quiero decir hace 3 días, sino hace años… La pucha, no sé si mis lágrimas son de alegría, tristeza o bronca. Me quedo con que es una mezcla de las tres, con mayoría de alegría. Porque sí, no puedo dejar de remarcarlo, me siento muy feliz y afortunado de tenerte como mi mamá.

Pah, escribir esas palabras me hace caer más lágrimas. El nudo en la garganta es más grande…

Sabés, me gusta mucho pensar y entender los porqués de cómo soy, de cómo he sido y cambiado a lo largo de los años. Siempre aparecés vos, tu historia, tus comentarios y tu visión de las cosas.

Mierda… Tantas palabras necesito para decir que soy como soy… Gracias a vos? Luego del sentimiento de orgullo viene otro muy pegadito: AGRADECIMIENTO.

Me interesa saber si hay una forma de agradecerte, para hacerlo todo el tiempo y dejarlo en claro

Estas cosas las escribí en papel y quedaron ahí. Fue un domingo donde lloré. Me sentí bien, me hizo bien. Ahora, cuando lo transcribí en el teclado, volvió el nudo en la garganta y los ojos llorosos. ¿Fuerte, no?

Si llegaste hasta acá, quiero agradecerte mucho. Y me gustaría que mis palabras random, salidas de por ahí, te ayuden. Si tenés a una persona que te guía en el camino, que te hace sentir así como a mí, no te dejes estar como yo, que necesito escribir y llorar para decirlo.

Manda un whatsapp, llamá, juntate a tomar un café o caé en la casa. Abrazá. Agradecé, es un sentimiento re lindo. Hacelo.

Que tengas un buen día.

Gastón.

 

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Podés leer: «Carta de una mamá a sus hijos», por Isabel Allende

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