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A través del Centro de Cognición Canina, se lleva a cabo un estudio que investiga cómo los perros aprenden a asociar palabras con objetos.
El Centro de Cognición Canina de la Universidad de Portsmouth ha estado trabajando durante varios años en esta búsqueda. Actualmente, están iniciando un nuevo estudio para explorar cómo los perros entienden el simbolismo del sonido y comienzan a asociar palabras con objetos específicos.
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La Dra. Juliane Kaminski, directora del Centro y miembro del Departamento de Psicología de la Universidad, explicó: “Para participar en el estudio, un perro debe reconocer más de 20 objetos por su nombre, preferiblemente juguetes. Aunque estamos buscando un grupo raro de perros, estos pueden ser de cualquier raza o edad. Solo necesitan tener la habilidad específica de diferenciar objetos por su nombre”.
El inicio de la investigación pionera de la Dra. Kaminski en cognición canina se remonta a más de 20 años, con un border collie excepcionalmente dotado llamado Rico. Kaminski diseñó una prueba que demostró que Rico podía etiquetar 200 objetos y recordar palabras semanas después de aprenderlas.
Este estudio, publicado en la revista Science en 2004, fue el primero de su tipo y mostró que esta capacidad es comparable a la de simios, delfines, leones marinos y loros entrenados en el uso del lenguaje.
Inspirada por Rico, la Dra. Kaminski lanzó en 2021 el proyecto de ciencia ciudadana “Finding Rico”, con el objetivo de encontrar y estudiar otros perros con habilidades similares. El nuevo estudio está dirigido por la Dra. Leanne Proops, profesora asociada de Comportamiento y Bienestar Animal en la Universidad de Portsmouth.
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Proops comentó: “Estamos muy interesados en contactar con cualquier persona en el Reino Unido que piense que su perro cumple con los criterios. Estos perros especiales nos ayudarán en un nuevo y emocionante proyecto que busca comprender cómo evolucionó el lenguaje humano”.
Hace casi una década, se inauguró oficialmente el primer centro dedicado exclusivamente al estudio de la capacidad de los perros para entender a los humanos y su entorno en el campus Langstone de la Universidad de Portsmouth. Desde entonces, cientos de perros han participado en diversas actividades diseñadas para entender mejor cómo interactúan con su entorno, otros perros y personas.
La investigación realizada en el centro es estrictamente observacional y no emplea métodos invasivos. Además, los perros son siempre recompensados con comida o juegos por completar sus tareas.
En un estudio notable, el equipo descubrió que los perros han desarrollado nuevos músculos alrededor de los ojos para comunicarse mejor con los humanos. La investigación de la Dra. Kaminski mostró que los perros movían sus cejas significativamente más cuando los humanos los miraban, lo que sugiere que estos “ojos de cachorro” provocan una respuesta afectiva en las personas. El equipo ha identificado este movimiento específico como Unidad de Acción (UA) 101.
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La Dra. Kaminski añadió: “Siempre estamos buscando perros y sus dueños para unirse a nuestro registro. Todo lo que hay que hacer es responder a unas preguntas sobre el nombre del perro, su edad, sexo, y si les motivan más los juguetes o la comida.
Aunque buscamos principalmente a personas que puedan viajar a nuestro centro en Portsmouth, también aceptamos participantes de otras áreas, gracias a nuestras encuestas en línea”.
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