Tener hermanos es algo divertido y alegre, ya que se comparte todo el proceso de crecimiento con alguien parecido a nosotros. Se comparten cosas, se guardan cosas, se cuentan cosas, se ríen de otras, se juega todo el tiempo, y también se generan discusiones. Cómo remediar las peleas para fortalecer la relación con los hermanos.
Vínculo entre hermanos
La relación entre hermanos es una de las relaciones familiares más importantes y duraderas en la vida de una persona. Los hermanos comparten un lazo de sangre y crecen juntos en el mismo entorno familiar, lo que les brinda la oportunidad de desarrollar conexiones únicas y significativas.
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Es igual de importante como la que se tiene con los padres, los amigos o incluso una pareja. Lo que hace que este vínculo sea especial es que los hermanos son las únicas personas que se han criado de la misma manera que uno y que han tenido experiencias infantiles similares.
Esta conexión, a su vez, es compleja y única para cada familia. A pesar de los altibajos y desafíos que pueden surgir, muchas personas encuentran en sus hermanos una fuente valiosa de amor, apoyo y conexión a lo largo de toda su vida.
Pero este tipo de lazos también se presta a las peleas, los malos entendidos y las rivalidades. Las diferencias surgen cuando hay falta de comunicación y el distanciamiento comienza por tener mentalidades o ideologías diferentes, o simplemente por tener personalidades distintas.
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Sin embargo, esto no quiere decir que las discusiones y desacuerdos entre hermanos no se puedan remediar nunca. Esto va a depender principalmente de cuán predispuestos los hermanos están en querer resolver el asunto y estar en paz. A continuación, mencionamos algunas recomendaciones a tener en cuenta para poder evitar las peleas entre hermanos y perdonar los malentendidos.
No compararse
Las comparaciones entre hermanos son algo natural, ya sea que vengan de la familia o de los amigos. Pero hay que evitar comparar sus logros con los propios, aunque el hermano pequeño gane más dinero que uno o tenga un trabajo mejor. Se debe comprender que cada persona es diferente, sobre todo cuando se trata de elegir.
Tanto si se cree que un hermano mayor tiene más éxito que uno como si no, hay que recordar que no se tiene por qué seguir el mismo camino que él. En lugar de eso, lo mejor es reconocer las diferencias y los logros de cada uno, y celebrarlo juntos.
Fomentar la amistad
La relación entre hermanos es más profunda que otras, sobre todo si han sido criados juntos y han vivido vidas similares durante la infancia. Para convertirse en el mejor amigo de un hermano, hay que tratarlo como se trataría al actual mejor amigo. Llamarlo para platicar sobre cualquier cosa o desahogarse, reunirse con ellos más a menudo, hablar de los objetivos de cada uno (carrera y vida), hacer viajes juntos y mantenerse involucrados en sus vidas. A veces, basta con aparecer y ser cariñoso o amable.
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Nuevos recuerdos
Como cualquier otra relación, la de hermanos también requiere un poco de esfuerzo por ambas partes. Un contacto regular con tu hermano puede facilitar el acercamiento y hacer que se impliquen más en la vida del otro. No limitarse a verse en reuniones familiares, bodas o festividades.
Procura ver a un hermano, ya sea para tomar un café o comer, como medio de comunicación frecuente entre los dos. Deja ir el pasado y evita sacar a relucir constantemente los asuntos difíciles de la infancia o reprocharles antiguos errores, ya que eso puede desanimarlos y hacer que busquen formas y excusas para evitar verse. Si se tiene algo en común, proponerse hacerlo juntos, ya sea ir al cine o tomar a una clase juntos.
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Dejar ir el pasado
Cualquier resentimiento que se guarde del pasado contra un hermano se lo debe soltar. Si se cree que los padres favorecían a un hermano o viceversa, abordar el tema y entablar una conversación sana y objetiva sobre las infancias. Puede que se asuma que el hermano es de una determinada manera basándose en la impresión que se tiene de él desde la infancia.
Pero con el tiempo, las cosas cambian y las personas también. Como adulto, quizá se puedan encontrar más puntos en común con los hermanos de los que tenías con ellos de niño. Mantener una conversación abierta al respecto puede curar el dolor y el resentimiento que alguno de los dos sintió al crecer.
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Apreciación mutua
Los hermanos también necesitan reafirmaciones, y verbalizarlas les hace sentirse más apreciados y cuidados. Puede que a veces se sienta obvio que uno quiere a su hermano, pero posiblemente del otro lado no sientan lo mismo. Enviarles un mensaje de texto, llamarlos, escribirles una nota diciéndoles que se los quiere y mostrar preocupación por ellos.
Las palabras importan y las formas sencillas de comunicación marcan una gran diferencia, en comparación con pensar que la otra persona debería saber lo que sientes por ella.
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