Si hay algo en los que los guionistas de Hollywood, la iglesia y la industria de las bodas pueden estar de acuerdo es en que el matrimonio es bueno para cada uno de nosotros. Y hay una gran cantidad de estudios que apoyan esa postura.
La última investigación conocida fue realizada por investigadores de la Facultad de Medicina de Aston en Birmingham, quienes analizaron datos de más de 900.000 pacientes y encontraron que las personas con diabetes tipo 2, presión arterial alta y el colesterol alto tenían más probabilidades de sobrevivir si estaban casados que los que eran solteros.
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El efecto protector se atribuyó a un mayor apoyo social y al cuidado personal, por ejemplo a la insistencia de parte de un cónyuge a llevar adelante cambios de estilo de vida y a tomar la medicación. El año pasado, el mismo equipo encontró que las personas casadas tenían más probabilidades de sobrevivir a un ataque al corazón inclusive.
Estudios han encontrado que las personas casadas tienen niveles más bajos de cortisol, la hormona del estrés, que aquellas solteras, y tienen entre un 10% y un 15% menos de probabilidades de morir antes de tiempo.
Pero también hay estudios que demuestran que las personas solteras no están condenadas. Este año, un estudio realizado en Suiza, mostró los resultados que se obtuvieron después de 16 años de investigaciones sobre una base de 11.000 personas chequeadas anualmente y se llegó a la conclusión que los solteros se habían enfermado menos.
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Un estudio realizado en 2015 por investigadores en Londres encontró que a pesar de que las personas casadas eran más saludables, las mujeres solteras no habían estado muy por debajo en parámetros de salud.
Luego está el tema de divorcio o la muerte de un cónyuge o una pareja de muchos años. Un estudio realizado en 2009 por la Universidad de Chicago encontró que en algunos aspectos, la salud era peor para las personas divorciadas o viudas que para los que nunca se habían casado.
Hallaron también que las personas solteras tenían más problemas de movilidad y síntomas de depresión que las que estaban casadas, no hubo diferencias en el número de problemas de salud crónicos.
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El análisis de los datos del Estudio Terman del ciclo de vida de larga duración mostró que las personas que permanecieron casados, y los que nunca se habían casado, vivieron más tiempo que los que experimentaron una ruptura matrimonial.
De este modo, verifican que la felicidad de un matrimonio parece ser un factor importante. Un matrimonio estresante puede aumentar el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares en comparación con una unión feliz.
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