Volvemos del supermercado un poco enojados porque gastamos una fortuna en alimentos, bebidas y comestibles, sin embargo, a menudo pareciera como si no tuvieramos “nada” para comer. Quizás sea hora de hacerse algunos replanteos con respecto a la planificación de comidas para hacer de cada comida un éxito, reducir desperdicios y conseguir beneficios de este modo para nuestra salud y nuestro bolsillo.
Con una planificación y organización cuidadosa, podemos saber de antemano qué servir para la cena, qué descongelar antes de tiempo y tendríamos todos los ingredientes que necesitamos a mano para cada comida. Más importante aún, el gasto en comestibles se hace más manejable cuando uno planifica sus comidas.
La planificación de las comidas implica la creación de una lista de alimentos, ingredientes, especias, frutos, etc , para ejecutar con éxito las comidas dentro de un plan. Con unos 30 minutos por semana de tiempo invertido, uno puede dinero y tiempo, y también salvarse de un estrés innecesario.
Beneficios de la planificación de comidas:
Ahorrar dinero. Armados con un plan y una lista, sólo hay que hacer un viaje a la tienda o supermercado cada semana, eliminando así las oportunidades de compras por impulso. También ahorraremos dinero aprovechando las ofertas semanales para adaptar al menú, evitando las compras duplicadas y reduciendo la necesidad de pedir comida para llevar.
Ahorrar tiempo. Solo se necesitan unos 30 minutos para planificar una semana de comidas. Al hacerlo, podemos comprar comestibles de manera eficiente usando la lista, y sólo tenemos que comprar una vez por semana. Por otro lado nos ahorrará tiempo también en el supermercado, ya que no recorreremos las góndolas y canastos interminablemente, sino que iremos rápida y directamente a buscar lo que necesitamos.
Eso nos dará la oportunidad inclusive de disfrutar la hora de cocinar, en lugar de estar sufriendo porque no sabemos que preparar con los ingredientes que tenemos a mano.
Comer más sano. Mediante la planificación de tres comidas al día, siete días a la semana, podemos desayunar correctamente y evitar las ingestas intempestivas de maquinas expendedoras a la hora del almuerzo o de masas y dulces cuando nos sorprende el hambre y resistir la tentación de ordenar un costoso menú para llevar. Planificar con antelación nos permite disfrutar de más comidas caseras hechas con alimentos frescos.
Ayuda a reducir el desperdicio de alimentos: Al ser desordenados con nuestra alimentación generalmente caemos en un círculo vicioso. Cómo sabemos que el hambre nos va a sorprender en cualquier momento porque justamente somos desorganizados, compramos alimentos que nos resolverán ese problema, por lo cual nunca tenemos más que productos envasados, enlatados o inclusive muchas cosas de un mismo alimento. Al no revisar el inventario de nuestra despensa antes de ir de compras rutinariamente recogemos más de esos productos que muchas veces pasan sus fechas de vencimiento antes de poder usarlos porque tenemos demasiados y “cada vez más”. Un plan de comidas también puede ayudarnos a terminar las sobras, porque una heladera llena de comida olvidada gasta dinero.
Ayuda a reducir el estrés. No más preocupaciones sobre qué comer en la cena; Ahora tenemos un plan. Sabremos cuándo sacar los alimentos del congelador, evitar la carrera enloquecida a través de la tienda a última hora, y lo más importante, reducir la cantidad de dinero que gastamos.