Pocas veces en la vida podemos comprar una casa nueva o mudarnos al lugar que deseamos, pero hacer refacciones está al alcance de todos si ahorramos algo de dinero o sacamos un crédito y planificamos diferentes etapas. Podemos ir reformando cada ambiente de a poco y renovar nuestro hogar en un proceso de meses o incluso años. Compartimos algunas ideas sobre cómo remodelar una casa sin grandes inversiones ni obras que nos pasen de estrés.
Reformar es un arte que puede sorprendernos: más de una vez nos cuesta creer el antes y después de un baño, una cocina o un dormitorio tras una refacción. Ya sea para modernizar una casa, para cambiar un estilo o para arreglar roturas o deterioros, con una buena refacción podemos renovar totalmente nuestro hogar.
Cómo refaccionar una casa
Si sos de los que ha decidido adquirir una casa vieja, heredaste una propiedad o necesitás renovar tu hogar de muchos años, no te preocupes: por muy mal aspecto que tengan algunos espacios, todo se puede mejorar.
Lo mejor que podemos hacer al planificar una reforma es evaluar con tiempo qué queremos hacer, pedir presupuestos y preguntar qué tipo de obra demanda y cuántas semanas o meses de trabajo supone cada refacción. Son tres cuestiones claves que, bien analizadas, previenen errores y gastos innecesarios.
Si estamos pensando en reformas económicas y sencillas, los presupuestos son más acotados y, los tiempos de obra, más reducidos. Pero más de una vez, sobre todo en el caso de las reformas de cocinas, subestimamos los plazos y los costos y luego nos encontramos con un problemón difícil de transitar.
Debés asumir de entrada que un “cambio radical” de tu casa no será algo económico, porque una remodelación importante suele ser costosa. Para hay maneras de gastar menos si planificás las cosas bien y aprendés qué arreglos son más costosos y cuáles demandan menos inversión. A partir de ahí, según tus ganas y posibilidades, ordená tus prioridades y avanzá.
Reformas de casas: lo que debés saber
Reformar una casa no es algo que pueda encararse de un día al otro. Hay varias cuestiones que evaluar en detalle:
- Lo fundamental al planear una remodelación es tener claras tus prioridades: pensá qué es lo que querés conseguir. No es lo mismo reformar solo un baño que hacer una reforma integral. Tampoco es igual hacer una reforma tradicional (levantando paredes, etc) que optar por la obra seca y recortar tiempos de ejecución y presupuesto. Si vamos a modificar la distribución de la vivienda debemos consultar con un arquitecto y definir también qué materiales y revestimientos queremos poner en cada lugar.
- Si la refacción es un simple cambio de cara, sin tirar paredes, levantar pisos o hacer cambios a nivel estructural, la cosa es más sencilla. Pero, aún así, tené en cuenta que, inevitablemente, una reforma -sobre todo si en baño, cocinas o lavaderos- suele demandar cambios en tomas de agua y desagües, en cañerías, en enchufes y puntos de luz y en revestimientos.
- Una de las principales excusas o factores que nos desalientan a la hora de iniciar obras en casa es el tiempo. Por rápida que sea, una remodelación siempre altera la rutina y el orden del hogar, con lo cual es difícil encontrar el momento ideal. Pero hacer un “refresh” en casa renueva la energía y cambia totalmente un espacio.
- Si tu casa es pequeña y querés agrandarla, hay pequeños trucos que nos ayudan a crear espacios mucho más amplios: aprovechá el espacio exterior (como un pequeño patio o terraza para disfrutar con la familia) o crecé hacia arriba, añadiendo un segundo nivel.
- Tené en cuenta que las ampliaciones no son todas externas. Si la casa cuenta con muchos ambientes y particiones, lo aconsejable es eliminar algunas para contar con espacios amplios, lo cual hará que la sensación de amplitud al interior de la casa se multiplique considerablemente, creando un ambiente mucho más acogedor y social.
- Si la altura lo permite, es importante elevar los techos para ampliar el espacio, pero habiendo analizado bien por dónde se pasarán las instalaciones.
- Los ambientes chicos pueden resetearse con buenos trucos de decoración, que dan la sensación de un espacio mucho más amplio. Compartimos algunas claves para decorar una cocina pequeña o un baño pequeño.
Cómo reformar una casa vieja
Remodelar ambientes tiene su complejidad, pero cuando queremos averiguar cómo reformar una casa vieja la cosa se pone aún más difícil, porque más de una vez tenemos que tocar estructuras y replantear medidas. En general, supone cambios en la fachada, en el interior y en el equipamiento doméstico. No basta con un refresh. Lo ideal en estos casos es que un arquitecto o constructor vea los planos y nos asesore.
Una buena idea es renovar el exterior con combinaciones de colores modernos, que renuenvan totalmente el aspecto de la casa.
Reformas de baño
El baño es uno de los ambientes que más necesitan una renovación periódica, tanto por las cañerías como por el desgaste de los revestimientos, la pintura y los artefactos. Además, las modas cambian y surgen nuevas posibilidades que suman confort y podemos aprovechar. Cambios que podés hacer:
- Chequear la cañería: lo primero a renovar en un baño suele ser la cañería. De mínima, debés chequear que esté bien antes de cambiar revestimientos o muebles de baño. Los caños más modernos duran años y son más eficientes.
- Cambiar revestimientos y colores de la pintura. Se usan mucho las venecitas y las paredes de colores. En general, quedan muy bien en una sola pared, combinando con madera o cemento alisado.
- Sustituir la bañera por una ducha. Es una de las reformas más clásicas en los baños, permite ahorrar espacio, ganar en practicidad y accesibilidad al hacerse mayor o sufrir algún tipo de mobilidad reducida.
- También podés pensar en sumar un hidromasaje y hacer algunos cambios para armar un spa en casa.
- Cambiar cortinas de la bañera por mamparas de vidrio. Está muy de moda y suele ser una buena solución para mantener los baños más limpios.
- Renovar el vanitori y el mobiliario de baño. Hoy hay opciones muy lindas de vanitoris súper prácticos, que incluso vienen con bacha, y te ayudan a modernizar tu baño y aprovechar mejor el espacio.
- Cambiar la bacha y la grifería. Tanto las canillas como el grifo cambian mucho con los años. A veces, basta con estos pequeños cambios para dar un look mucho más moderno al baño.
Reformas de cocinas
- Lo primero que debés evaluar es la estructura: si querés hacer cambios más profundos es clave que un arquitecto vea los planos para evitar problemas. Las cañerías y el diseño del cableado es fundamental.
- No decidas con apuro los revestimientos. Hoy hay muchas opciones y distintos tipos de pisos para cada ambiente y vale la pena ver pros y contras de cada uno. Algo importante que debés saber si querés remodelar la cocina es que, si el piso está en buenas condiciones y simplemente no te gusta, podés pegar sobre él otro revestimiento: no necesitás romper.
- Cambiar los muebles es una forma de darle un aire completamente nuevo a tu cocina y generan una sensación de renovación absoluta. Tené en cuenta que los armarios son lo que más se ve cuando entrás a la cocina, porque ocupan gran parte del espacio disponible y están a la altura de la vista. Además, es algo que utilizás a diario y la inversión vale la pena.
Ideas para remodelar una casa
Es importante definir un estilo: mirá revistas, buscá en Internet, informate, averiguá. Antes de empezar resolvé bien qué estilo querés para tu casa y qué cambios necesitás para que te sientas muy a gusto viviendo en ella. Hay muchos estilos que podés curiosear para ver si te gustan:
Es importante tener en cuenta que la decoración moderna supone una vuelta a lo sencillo. El minimalismo y las líneas simples es lo que se impone en los diseños modernos. Las casas muy cargadas pasaron de moda. Si vas a reformar con intención de modernizar, simplificá, abrí espacios y recurrí a materiales y muebles que sumen un look fresco y juvenil.
- Más ventanas, más vidrios: las casas antiguas se caracterizan por tener pequeñas ventanas, pero hoy la tendencia es otra. Ahora las casas modernas iluminan el interior con grandes ventanas en livings, cocinas y hasta baños. Si querés remodelar tu casa, sumá luz natural por donde puedas.
- Blanqueá tu mundo. El blanco, como color principal de la decoración interiores, es cada vez más popular. Mucho pueden pensar que es aburrido, pero es todo lo contrario. Decorar en blanco ofrece la posibilidad de tener una casa diferente cada vez que lo desees, ya que la versatilidad de este tono nos permite combinarlo con cualquier color y textura. Permite obtener diferentes sensaciones cambiando únicamente pequeños accesorios de decoración o detalles.
- Combiná pinturas de colores neutros con tonos fuertes: lo que más se usa, tanto en exterior como en interior, es elegir una pared para pintarla de un color de tono fuerte, optando por colores claros o neutros en pisos y demás paredes.
- Integrando ambientes: en las casas antiguas la cocina y el comedor o incluso el living estaban separados. Hoy estos ambientes se funden, generando la sensación de espacios amplios que favorecen una mayor interacción social entre los miembros de la familia.
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- Renová el equipamiento de la casa: nada peor que cambiar el look de la casa y renovar los ambientes y dejar una cocina o artefacto viejo, deteriorado, que arruine nuestros mejores esfuerzos. Si lograste renovar tu casa, no subestimes “detalles” como la iluminación, las tapas de luz, los electrodomésticos o incluso la grifería. Si no tenés resto económico para todo, esperá, pero sacalo mientras hacés obra: luego será más difícil.
- Cambiá la iluminación: la luz es un factor esencial en cualquier espacio. Con luminarias o lámparas nuevas podés hacer un cambio rápido.
- Los suelos antiguos -sean de madera, mármol o granito- se pueden conservar tras un pulido y limpieza intensa, tras la cual podemos darles brillo con un buen plastificado o algún otro producto. Conocé qué tipo de piso conviene para cada ambiente de la casa.
- Restaurá muebles antiguos: la idea de recuperar muebles antiguos es una opción que gana terreno. Es posible renovar muebles y hacerlos casi irreconocibles con sólo una capa de pintura.
- Retapizar. cuando la idea es sólo dar un aire nuevo, cambiar los tapizados y tejidos puede ser una gran solución.
¡Socorro! Tengo obreros en casa…
Según el tipo de reforma que hagas, vas a necesitar tener paciencia. Porque es más que probable que las obras afecten a tus rutinas diarias. Habrá personas entrando y saliendo de tu casa, polvo, ruido, quizás necesiten cortar el agua o la luz en momentos puntuales, etc. Por no mencionar las sorpresas o imprevistos que pueden aparecer durante el proceso.
Entonces… Calma. Sabé que hacer una reforma en casa es un cóctel de ilusión y nerviosismo al mismo tiempo. Por un lado, está la emoción de saber que tendrás una casa renovada, más bonita y adaptada a tus necesidades. Por el otro, hay que lidiar con el estrés que conlleva la “aventura”. Pensá en el resultado y atravesá el proceso mirando el horizonte que planeaste.
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