Cuando pensamos el diseño y la organización de la casa, muchas veces no prestamos atención a algunos espacios que luego usamos a diario y que son súper importantes en la dinámica hogareña. Nos olvidamos de planificar el lugar donde guardaremos productos de limpieza, donde irá la ropa sucia, el lavarropas, el secarropas y todo lo necesario para planchar, entre otras cosas. Compartimos algunas ideas y consejos sobre cómo decorar un lavadero para convertirlo en un rincón bien organizado y funcional, que vuelva menos tediosas algunas tareas.
Si tu hogar es pequeño, a veces no queda espacio para armar un buen lavadero. Pero es cuestión de ponerse creativos y resolver de alguna manera práctica todo lo necesario en un espacio reducido o en lugares no tradicionales: de hecho, en Estados Unidos un placard suele ser el espacio de lavadero y funciona muy bien.
Por el contrario, cuando el espacio lo permite lo ideal es organizar el lavado, secado y planchado de la ropa en un ambiente independiente.
Cómo decorar el lavadero
Los tiempos cambiaron y cada rincón de la casa se piensa en detalle, aprovechando cada rincón con muebles y organizadores. Los lavaderos dejaron de ser espacios estrictamente utilitarios, en general feos y desordenados, y hoy se les dedica más cuidado y dedicación.
Hasta el diseño de los muebles para lavaderos cambió rotundamente. Y hay gran cantidad de accesorios -desde canastos hasta tenders y tablas de planchar- que permiten armar lugares súper agradables y funcionales.
Es más: otro cambio grande que se produjo tiene que ver con los colores. Reinan el blanco y los tonos más luminosos y frescos, que permiten ampliar la sensación de pulcritud y reflejan la luz, y la decoración se completa con organizadores de colores y hasta con vinilos temáticos, que quedan súper cancheros.
Dónde ubicar el lavadero
Si tenés un espacio de lavadero, las cosas se facilitan porque podés sumar muebles comprados o a medida y sumar organizadores que te permitan ordenar todo lo necesario.
Pero si, por el contrario, tu casa es chica o no tiene un lavadero separado podés armarlo en un rincón, con muebles específicos, o sumarte a una propuesta moderna, cada vez más usada, que es “encajarlo” en un armario empotrado. Con estantes, ganchos y pequeños armarios blancos colgados en la pared del fondo podés diseñar un espacio lindo y práctico, en el entran más cosas de lo que imaginás.
Hoy, los lavaderos no convencionales se organizan compartiendo espacio con una sala de juegos para los niños, una cochera o hasta un balcón. En estos casos, la clave está en incluir un buen equipamiento para placares, con suficiente espacio para guardar cada cosa, y mesadas con múltiples usos. Es fundamental elegir sistemas de almacenaje adecuados a nuestra necesidades.
Si deseamos dejar a la vista los productos de limpieza para tenerlos a mano, podemos optar por estantes flotantes, aunque para crear una estética más cuidada se aconseja añadir unas cestas de mimbre o de metal donde guardarlos.
Lugar para lavado y planchado
En general, al planear un lavadero debemos pensar un espacio para algunos elementos claves: el lavarropas, la pileta de lavar, el tender, el secarropas, los canastos de ropa y la tabla de planchar.
Una alternativa que se usa cada vez más y queda muy linda es ocultar el lavarropas y el secarropas con armarios a medida. Con las puertas cerradas nadie sabrá que los electrodomésticos están ahí. Es una buena opción para una cocina grande donde podemos aprovechar un extremo de la mesada para incorporar el lavadero.
No te olvides que el lavarropas requiere de una instalación sanitaria (provisión de agua y desagüe) independiente de la pileta de lavar, más un tomacorriente. En general basta con una canilla de agua fría. Opcionalmente, se puede sumar una canilla de agua caliente en el caso de que el equipo no caliente el agua. El caño para conexión del desagüe se debe ubicar en la pared a no menos de 40 cm de altura para garantizar una correcta descarga.
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En cuanto a la ubicación del lavarropas, lo más atinado es que se sitúe cerca de la pileta para optimizar el tendido de la instalación sanitaria. Si es de carga frontal, podés poner mesada encima y aprovechar el espacio. Cuando se dispone de poco espacio para desarrollar una mesada lineal, el lavarropas de carga superior es el indicado, ya que son más angostos.
Secarropas
El secarropas es un electrodoméstico cada vez más usado, sobre todo en invierno. Un equipo independiente del lavarropas requiere de un tomacorriente exclusivo. Si no tenés mucho espacio y el lavarropas es de carga frontal, podés ponerlo encima.
Recordá que debés pensar algún espacio donde ubicar la ropa lavada y seca. Si no lo planificás, luego quedará desordenada en un rincón a la espera de la plancha, y todo el esfuerzo de organizar el lavadero será en vano.
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Pileta de lavar
Para el lavado de ropa fina y otros enseres resulta muy útil disponer de una pileta. Las hay de diferentes medidas, por lo que se debe elegir de acuerdo al espacio disponible. Lo importante es optar por una grifería acorde para que el largo del pico permita que el chorro de agua caiga centrado sobre la base de la pileta elegida y, además, que su despeje con respecto al borde permita maniobrar con un balde o fuentón para la ropa.
Se consiguen a precios accesibles piletas de loza o de acero inoxidable (éstas tienen mayor variedad de medidas), y se puede optar por modelos con un lado ondulado para lavado a mano.
Grifería
Cuando la instalación incluye agua caliente (recomendado para el lavado a mano), el consejo es elegir una del tipo monocomando, ya que permite graduar más fácilmente la temperatura del agua.
En general, convienen los modelos para embutir en la pared, ya que ofrecen más espacio para manipular los baldes.
Tender para la ropa
Es importante ubicarlo en una zona aireada dentro del lavadero y, en el caso de un ambiente cerrado, promover el movimiento del aire con un extractor si fuera necesario.
Los tenders se consiguen de múltiples formas, sistemas y medidas. Los extensibles se pueden fijar a la pared sobre la pileta. Los de techo permiten mayor espacio de colgado para ropa larga o sábanas. Y los de piso plegables son útiles como complemento, ya que se pueden llevar al exterior y ocupan poco espacio cerrados.
Canastos para la ropa
Los cestos o canastos para ropa son necesarios para poner, por un, lado la ropa sucia (separada en blanca y de color), y, por otro, la ropa lista para planchar. En caso de tener espacio para planchar, la tabla debe estar dispuesta de manera de tener al alcance una mesada donde dejar la ropa planchada, y también un perchero donde poner la ropa que se guardará colgada en perchas.
Un consejo que pocos consideramos y que puede ser súper práctico: es conveniente dejar a mano un costurero para ir corrigiendo botones sueltos, ruedos, etcétera.
Planchado
Lo ideal es tener la tabla de planchar siempre preparada para su uso, con los canastos de ropa a mano y lugares donde apoyar la ropa planchada. Por eso, la tabla rebatible escondida dentro de un mueble de guardado es muy práctica.
Instalación eléctrica e iluminación
El cuarto de lavado y planchado debe disponer de múltiples tomacorrientes, adecuados para el consumo de los artefactos y conectados debidamente a tierra y con disyuntor.
Respecto a la iluminación, el sector que requiere más luz es la pileta de lavar y sobre la tabla para planchar, ya sea natural o artificial. En este último caso, son ideales los tubos fluorescentes o los leds porque dan una iluminación pareja con pocas sombras y consumen muy poca energía.