Vecinos con volumen muy alto del televisor, gritos, música, autos, colectivos, bocinas. Muchas veces nos vemos obligados a vivir con ruidos molestos. Si cerrar las ventanas y puertas no alcanza, hay otras maneras de lograr silencio aún en las peores circunstancias. Te contamos cómo insonorizar una habitación y mejorar tu calidad de vida en el interior de tu casa o espacio de trabajo.
La palabra es difícil y muchos se preguntan qué es la insonorización. La respuesta es más fácil: se trata de eliminar el sonido aislando acústicamente un lugar cerrado del medio externo. Para lograrlo, debemos asegurarnos dos cosas: evitar que el sonido de afuera ingrese a la habitación y, al mismo tiempo, que no salga al exterior el que producimos nosotros en el interior.
Te contamos qué elementos usar para lograr una buena insonorización y cómo hacer para liberar tu casa de la contaminación acústica.
Hay varios elementos prácticos que sirven como aislante acústico y que podés instalar fácilmente en tu techo, ventanas, paredes y puertas, para así lograr más confort en tu hogar:
Si bien más adelante profundizaremos sobre estos grandes aliados a la hora de aislar una habitación del ruido, siguiendo este paso a paso vas a poder resolverlo sin recurrir a un experto.
Lo primero que tenés que tener en cuenta es la causa del ruido que tanto te perturba; es decir, de dónde viene y por dónde filtra en tu habitación. Solo de esta forma vas a poder elegir la solución correcta para vos.
Una vez que lo hayas identificado, observá el cuarto, las paredes, puertas y ventanas. Si hay aberturas, es probable que parte del ruido penetre por ahí. Lo más recomendable y económico es que empieces por aislar las puertas y ventanas pegando burletes que taparán los agujeros o huecos que pueda haber entre ellas y la pared.
Otro elemento bastante accesible y fácil de conseguir en internet son las cortinas acústicas que, al colocarlas en tus ventanales, ayudarán a minimizar los sonidos molestos del exterior.
Si estos pasos no fueron suficientes para apartarte de los ruidos, tendrás que ir por las paredes.
Vamos a empezar por detectar qué sonido es el que sentimos dentro de nuestra habitación. Hay dos tipos de ruido:
Los primeros se pueden solucionar con paneles de espuma en las paredes. Para colocarlos, fijate que la superficie se encuentre lisa y limpia y luego pegalos con el autoadhesivo que suelen tener incorporado.
Otra opción son las membranas acústicas, que sirven para el aislamiento de los sonidos externos en todo tipo de superficies. También se colocan con su propia lámina de pegamento. Antes de hacerlo, deberás medir la pared y comprar la cantidad de metros necesarios para que no queden espacios descubiertos.
Los segundos son más difíciles de evitar, ya que se necesitará “engrosar” las paredes. Para hacerlo, una buena opción son los paneles de yeso. Colocarlos quizás no sea tan simple pero vale la pena intentar, ya que con este método lograrás que tus muros se vuelvan más impenetrables.
Los pasos para colocar un panel de yeso:
Si además de eliminar los ruidos de afuera, buscás evitar que se escapen los sonidos que se producen en tu habitación, deberás utilizar ciertos métodos a los que llamamos absorbentes.
Para reducir el eco en la sala, debés asegurarte de tener varios muebles, telas y objetos que corten las ondas sonoras. Lo más útil es contar con elementos de materiales porosos y gruesos, ya que estos serán muy buenos absorbentes del ruido que generes.
La protección contra el ruido es un factor fundamental para lograr un buen confort ambiental. Te damos algunos detalles más sobre los elementos que te pueden ayudar:
Los paneles o placas acústicas tienen una estructura diseñada para aislar y absorber acústicamente los sonidos en el lugar donde se instalen. Por su gran efecto fonoabsorbente y su facilidad de colocación, son una opción muy elegida para insonorizar habitaciones.
Pueden ser de espuma, tela, corcho, hormigón, fibra de vidrio, etc. Se colocan directamente sobre la pared o techo, ya que muchas veces cuentan con su propio autoadhesivo.
Los de tela, por ejemplo, pueden venir con diseños, texturas y colores que podrás elegir para que entonen con la decoración del cuarto que desees insonorizar.
Algo importante que deberás tener en cuenta al comprar estos paneles es el grosor, ya que cuanto más gruesos sean, más ayudarán a bloquear los sonidos.
Otra alternativa muy recomendable es la membrana acústica. Podés colocarla sobre cualquier superficie lisa y actúa como una excelente barrera de sonido. Su función es aislar bloques de hormigón, paredes de ladrillos huecos, tabiques y puertas.
La utilización de estas piezas es muy eficaz en la construcción en seco, ya que se puede colocar una capa gruesa de fibra de vidrio u otro material aislante entre el Durlok o madera que divide las habitaciones. También se puede usar sobre las paredes de ladrillos para lograr una aislación acústica mucho mayor.
Otra forma creativa de insonorizar nuestro escritorio, sala de estar, oficina o dormitorio es colocar una biblioteca. Los ruidos rebotan sobre las paredes vacías, así que unos cuantos estantes no sólo aportan espacio para guardar cosas sino que también generan una barrera que absorberá los ruidos del ambiente contiguo.
A la hora de aislar las aberturas debemos recurrir a otros métodos. Para bajar el nivel de ruido exterior en puertas y ventanas te recomendamos estos elementos:
Los burletes son tiras de plástico o goma que van pegados a la parte de abajo de las puertas y sirven para bajar el nivel de ruido que llega desde el exterior.
Aunque generalmente los pensemos para proteger nuestros pisos del ingreso de suciedad o del frío del invierno, también nos ayudarán a mantener una mayor paz acústica en el interior de nuestras salas.
Otra buena opción es sellar las aberturas. Para hacerlo, podés usar cintas, tiras adhesivas o masillas que se colocan para tapar las fisuras, espacios de aire o huecos que encontremos en nuestras puertas y ventanas.
De esta forma, se logra un sorprendente bloqueo tanto de sonidos molestos como de suciedad, frío y calor.
El PVC y la fibra de vidrio que se usan para fabricar este tipo de cortinas hacen que funcionen como agentes acústicos y disminuyan en gran medida los sonidos externos.
Vienen en distintos formatos y diseños que pueden usarse perfectamente en ventanas y puertas de todo tipo.
Las alfombras pueden ser una opción más económica para bajar el nivel de ruido de un ambiente. Podés incluso colocar debajo de ella una base de aislación acústica, que incrementará de manera considerable el efecto buscado.
El ruido no deseado es el enemigo invisible de quienes, por no saber cómo solucionarlo, simplemente lo soportan sufriendo estrés y noches de insomnio. Con estas técnicas podrás reducir significativamente las molestias que no te permiten disfrutar tus espacios con más silencio e intimidad. Está en tus manos: resolvelo y viví mejor.
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