Hace varios meses que muchos de nosotros pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en casa y casi todo nuestro día transcurre alrededor de las pantallas. El origami puede ser una gran forma de desconectarnos, dedicarnos a explorar nuestra creatividad y crear algo con nuestras propias manos. Recomendada tanto para niños como para adultos mayores, esta actividad significa ganar un momento de tranquilidad y entretenimiento. Te contamos qué es origami, cómo aprender a hacerlo y todos los beneficios que nos brinda a la salud.
El origami es el arte de hacer figuras y objetos utilizando nada más que papel. La práctica consiste en doblarlo sin utilizar pegamento ni tijeras hasta obtener una pequeña escultura. Este arte japonés que se practica desde hace miles de años es una actividad placentera y entretenida, y hacerla presenta muchos beneficios emocionales y cognitivos para quién la realiza.
Aunque parezca una actividad difícil de realizar, realmente es bastante sencillo si contamos con los materiales necesarios y seguimos correctamente los pasos. Hoy te contamos cómo hacer origami para que explores esta técnica y disfrutes todos sus beneficios.
La grulla es una de las figuras de animales de papel más populares del mundo y el único material que necesitas para hacerla es una hoja de papel cuadrada. La grulla de origami tiene su pequeña dificultad pero con paciencia y tranquilidad se puede hacer sin ningún problema.
Es muy importante no arrugar la figura y en el caso de que ocurra es recomendable volver empezar. El color que elijas depende de tus gustos pero el azul, el blanco y el rosa claro muestran todos y cada uno de los sentimientos que refleja la grulla. Otra recomendación es no usar pegamento ya que pueden manchar la figura.
El corazón es ideal para regalar a las personas más queridas, parejas y familiares. Los corazones de papel se pueden regalar junto a un sobre, pegados en regalos o simplemente dándolos a la persona que queremos.
Para realizar la figura de un corazón lo mejor es conseguir un papel cuadrado de aproximadamente 15×15 centímetros y doblarlo por la mitad. Antes de hacerlo, giralo como para verlo como un diamante. La punta superior de la hoja hay que girarla hacia abajo, para que llegue a juntarse con la parte superior de la misma. Debemos doblarlo bien y luego volver a abrir la hoja. Después, hay que doblar el cuadro a la mitad, pero en dirección opuesta. En este caso, hay que dejar por la mitad la punta izquierda hacia arriba, para que se junte con la punta derecha. Finalmente, desdoblalo a su forma original. Tenemos que estar enfrentados a un diamante con dos marcas dobladas de manera perpendicular.
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Más adelante, hay que llevar la punta superior hacia abajo, al centro, juntándose con el centro del papel. Hay que doblar bien la porción central del papel sin desdoblarla. Llevando la punta inferior hacia arriba, la punta inferior se junta con el borde superior, cubriendo la punta inferior la parte superior doblada. Debemos lograr tener seis puntas, tres a la izquierda y tres a la derecha.
Después, hay que doblar ambos lados, el derecho y el izquierdo, hacia la doblez central, dejando el borde inferior creado anteriormente, en dos partes que se junten en el medio.
Llegados a este punto, hay que girar el corazón otra vez. Hay que dar la vuelta al borrador de la figura haciendo la doblez en el otro lado, que será la parte posterior. En ese punto tendremos cinco esquinas, dos superiores, dos a los lados y una inferior.
Hay que doblar las puntas hacia dentro para redondear los bordes afilados. Cada doblez tiene que crear una esquina en la línea horizontal, que cae debajo de los picos triangulares del corazón. Para las esquinas superiores hay que doblar las puntas para que coincidan con las esquinas laterales. Dando la vuelta, ya tendrías que tener el corazón de papel doblado.
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Probablemente el barco de papel sea una de las figuras de papiroflexia más conocida. Seguro que alguna vez hiciste algún barquito de papel para que se lo lleve una corriente de agua. Para hacerlo sólo necesitas una hoja de papel cuadrado y seguir estos sencillos pasos:
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Además de ser una actividad divertida, la papiroflexia beneficia a la concentración, estimula la creatividad y la destreza manual. Del mismo modo, es una técnica valiosa para ayudar a los más pequeños en el desarrollo de su memoria, ya que al repetir las figuras refuerzan la memoria y los conceptos espaciales. Conocé más beneficios del origami.
Es una actividad ideal para alejarse de las pantallas y tener un momento de tranquilidad en nuestra rutina. Perderse entre los pliegues y la imaginación, aparte de estimular la creatividad, ayuda a reducir los niveles de ansiedad y estrés.
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Practicar origami favorece a la coordinación y la motricidad, es por ello que es una actividad altamente recomendada en niños y adultos mayores. También se la utiliza en rehabilitación motora y terapia ocupacional.
Es una actividad ideal para pacientes que presentan dificultad al mover las manos, o que necesitan mejorar su motricidad fina (movimientos que requieren de precisión) y la coordinación entre las manos y los ojos.
Practicar origami supone el desarrollo de patrones y secuencias en nuestro cerebro, así como el desarrollo del sentido del orden al practicar la construcción de secuencias.
Al intentar previsualizar las figuras y recordar las imágenes y pasos a seguir, favorecemos el desarrollo de una buena memoria a corto plazo. En ese sentido, practicar origami también es ideal para quienes necesiten fortalecer su memoria o atención visual.
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