Foto de Adrian Swancar en Unsplash
Muchos comportamientos el día a día con animales y, aunque no lo creas, terminan compartiendo nuestros hábitos hasta extremos impensados. El nivel de ejercicio, por ejemplo. Puede que seas una persona sedentaria en el trabajo y que repitas el mismo patrón cuando volvés a tu casa. O, por el contrario, que al terminar el trabajo aproveches cada minuto para hacer actividad física y ponerte en movimiento.
Para pensar el tipo relación que establecemos con las mascotas un grupo de investigadores estudió qué tipo de animal se relaciona mejor con cada persona, según el nivel de actividad física.
Un estudio hecho por la Universidad de Australia Meridional utilizó cuatro categorías de animales para calificar el nivel de actividad física de las personas. Podemos diferenciarlos entre:
En esta categoría se encuentran las personas que son muy activas, esto quiere decir que tanto en su jornada laboral como en su tiempo libre estos individuos hacen actividad física constantemente. Decimos entonces que este grupo está en movimiento permanente y no son para nada sedentarios sino que son bastante activos.
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Estos se encuentran en un punto medio puesto que tienen un gasto energético equilibrado. De a momentos practican actividad física y en otros ratos se toman un descanso para el cuerpo. De esta manera, los chimpancés son una categoría intermedia entre los activos y los sedentarios.
De igual manera que el “rey de la selva”, quienes entran en este grupo son personas que suelen estar muy activas en su trabajo pero que, al llegar a su casa suelen ser más sedentarios y reducen su actividad.
Por último, los koalas van a ser aquellos que se caracterizan por ser completamente sedentarios. Esto quiere decir que tanto en el ámbito de trabajo como fuera de este no realizan actividad física.
En principio, el objetivo de la investigación era relacionar las distintas categorías con la tendencia a ser obeso. Sorprendentemente como resultado se encontró que algunos de los “animales” tienen más tendencia a subir de peso.
Quienes están con más riesgo de sufrir de obesidad son todos aquellos que entran en la categoría del león. Tras analizar los datos recogidos en el estudio, los investigadores han llegado a la conclusión de que este grupo de personas corre más riesgo de subir de peso que los koalas (quienes son completamente sedentarios).
Como consecuencia, volver a casa después de trabajar y relajarse en el sillón parece no ser la mejor opción para mantener el mismo peso. Para los investigadores una de las claves que podría explicar esto es que, durante la actividad física, no hay intervalos de descanso. Por ende, el cuerpo no tiene tiempo de recuperarse y se produce una reacción inflamatoria que provoca que el organismo almacene grasa.
A esto último hay que sumarle que quienes vuelven de trabajar y se acuestan a mirar una serie suelen picotear snacks poco saludables en gran cantidad. Esto obviamente aumenta la probabilidad de aumentar de peso y acumular grasas.
Sorprendentemente quienes menos riesgo corren de subir de peso son los “chimpancés”. Seguidos a estos encontramos la categoría de las hormigas que son los que más actividad física hacen.
Para los expertos, los chimpancés son los mejores porque equilibran el descanso con la actividad física. Por eso, quienes pertenezcan a la categoría de “hormigas” deben intentar hacer breves periodos de descanso tanto en el trabajo como en su tiempo libre.
De esta manera es probable que puedan recuperarse del esfuerzo físico durante su jornada laboral, y esto favorece a que busquen el equilibrio entre actividad física y descanso en su tiempo libre.
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Quienes forman parte de la categoría del “koala” (que también tienen un alto riesgo de obesidad) deben intentar incorporar alguna actividad física en su ámbito de trabajo, aunque sea subir las escaleras en vez de tomar el ascensor o caminar más dentro del edificio. Para cumplir con esto, los expertos recomiendan ponerse recordatorios o alarmas en el celular.
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