Un pedagogo con Síndrome de Down hizo llorar a Tucumán con su testimonio

Pablo Pineda, actor y licenciado en Psicopedagogía, fue nombrado visitante ilustre y recibió las llaves de la ciudad de San Miguel de Tucumán

Tucumán no lo conocía pero cayó rendida a sus pies. Pablo Pineda es una cara famosa en España, pero pocos lo conocen en Argentina. En su país, su rostro ha desfilado por los medios no sólo por ser la primera persona con Síndrome de Down que obtuvo un título universitario en Europa sino por su papel protagonista en la película “Yo También”, que narra la historia de un trabajador social Down que se enamora de su compañera.

Pablo, licenciado en psicopedagogía, escritor y actor, llegó a la Argentina y fue nombrado hoy, 26 de Julio, visitante ilustre, recibiendo las llaves de la ciudad de San Miguel de Tucumán. “Tengo tres mensajes”, dijo Pineda, emocionando hasta las lágrimas a los presentes.

“A los padres: que no sobreprotejan a sus hijos. A mi gente: lleven su Síndrome de Down como emblema, para que la sociedad sepa que existimos y que merecemos integración. Y, a los políticos, gobiernen y hagan leyes para la gente. Hagan una sociedad integrada”.

Pablo es un ejemplo, pero aclara una y otra vez que “es uno más”. Es uno de los rostros visibles de una generación de jóvenes con Síndrome Down que viene rompiendo esquemas sobre cuán lejos pueden llegar académica, personal y profesionalmente las personas con capacidades diferentes.

“Siempre digo a los padres que no vean que yo he hecho una carrera o una película. Eso no es importante, lo importante es que se puede, que tus padres tienen que enseñarte y estimularte”

¿Cómo se siente el ser la primera persona Down que logra completar una carrera universitaria en Europa?, le preguntó una periodista en una entrevista en BBC Mundo.Yo creo que estar en el frente de guerra, es un inconveniente -respondió-. Hay que luchar, meterse en la sociedad cuando el mundo Down normalmente va por otro cauce. Yo me quedo metido entre los normales mientras los Down tienen sus asociaciones, sus padres, su pequeño micromundo. No es que me sienta aislado, sino que es muy difícil luchar en una sociedad normalizada, tener una identidad Down cuando el mundo Down funciona de forma paralela”.

Nuestra más profunda admiración a Pablo y a todos los que cada día vencen dificultades y le demuestran al mundo que se puede.