El ciclo lunar es parte de los ritmos de la vida, pero, a menos que estemos atentos, no somos conscientes de ello. Si queremos llegar a ser conscientes tenemos que vibrar con los ritmos, y no al revés.
Conocer estos ritmos será suficiente para poder comenzar a observar la vida que nos rodea. Pero una comprensión intelectual no es suficiente: la lectura sobre el baile no es lo mismo que bailar. Y bailar aquí significa aprender a moverse y balancearse con estos ciclos naturales. Fluir con el Cosmos.
Si interpretamos que el Sol guarda relación astrológica con la naturaleza del individuo, con el mundo externo, y la Luna, con las emociones, la reacción instintiva y con el mundo interno del individuo, podríamos decir que cada período que se inicia con la lunación de Luna Nueva tiene ciertas connotaciones sobre el estado psíquico-emotivo de la persona. Es decir, hace que se sienta motivada, inclinada o influenciada hacia asuntos relacionados con la casa y el signo astrológico en que se produce la lunación.
La lunación no necesariamente deberá ir acompañada de hechos significativos o de cierta trascendencia, sino que mayormente suele incidir en tendencias, pensamientos, planes, pequeñas acciones o hechos sobre ciertos asuntos que pueden requerir más atención que otros durante el periodo de la lunación.
El tiempo para hacer un esfuerzo y construir es después de la Luna Nueva y antes de la Luna Llena. La alineación mensual de la Tierra, la Luna y el Sol en Luna Nueva o Llena son reconocidos por la mayoría de las culturas como puntos de articulación clave.
Debemos prestar atención a nuestro flujo mental en esos momentos porque, al igual que estos tres cuerpos se alinean en las lunaciones, nuestras cualidades
internas también se alinean.
El próximo 1 de diciembre de 2024, a las 3:21 AM en Argentina y Chile (7:21 AM en España; 12:21 AM en México, Perú, Colombia, y Ecuador; 1:21 AM en Bolivia), se producirá una Luna Nueva en el grado 9° de Sagitario.
Esta lunación no ocurre en un contexto aislado, sino que está enriquecida por la conjunción con la estrella fija Antares y la influencia del tránsito de Júpiter y Mercurio ambos retrógrados, que harán oposición exacta el 4 de diciembre.
Es importante destacar que la oposición entre Mercurio y Júpiter puede simbolizar tensiones entre la sequedad y el calor típicos de Sagitario y la humedad o expansión que Júpiter puede añadir, dependiendo de su posición. Esto sugiere patrones climáticos duales, con oscilaciones entre períodos secos y húmedos.
La conjunción inferior de Mercurio con el Sol, que ocurrirá el 6 de diciembre de 2024, es un momento clave dentro del ciclo sinódico de Mercurio. En astrología tradicional, este evento tiene un simbolismo que conecta los principios de renovación, introspección y realineación mental. Coincide con la cuadratura de Saturno con Mercurio, lo que añade un tono más serio y restrictivo a este momento.
Saturno representa la estructura, límites y desafíos, lo que puede manifestarse como bloqueos en la comunicación, retrasos en los procesos o necesidad de replantear estrategias desde una perspectiva más realista y disciplinada. Esta configuración sugiere la importancia de enfrentar responsabilidades y aprender de errores pasados, transformando las limitaciones en una base más sólida para el futuro.
La Lunación en Sagitario (1 de diciembre de 2024) forma una cuadratura con Saturno en Piscis, lo que introduce un matiz de tensión y limitaciones estructurales a esta fase lunar. Sin embargo, desde el punto de vista astrometeorológico, esta configuración también puede ser interpretada como una “apertura de puertas” para las lluvias, especialmente considerando el simbolismo de Saturno en un signo de agua como Piscis.
Además de su impacto astrometeorológico, la cuadratura Luna-Saturno puede reflejar tensiones emocionales o estructurales:
La conjunción inferior ocurre cuando Mercurio, en su fase retrógrada, pasa entre la Tierra y el Sol. Es el punto más cercano de Mercurio a la Tierra durante su retrogradación, lo que lo convierte en un momento de máxima intensidad en su influencia astrológica. En términos astronómicos, es el equivalente a la “Luna Nueva” de Mercurio, ya que marca el inicio de un nuevo ciclo sinódico.
Este evento representa un momento de renovación simbólica para los temas que Mercurio rige: la comunicación, el pensamiento, el comercio, la enseñanza, los desplazamientos y los contratos. Es un período en el que Mercurio “se quema” al pasar por la conjunción son el Sol, y su significado se transforma profundamente.
El signo de Sagitario agrega un matiz especial a esta conjunción:
Júpiter amplifica todo lo que toca. Bajo esta oposición, existe el riesgo de caer en el exceso, la sobreestimación o el optimismo desmedido. Es un momento en el que nuestras expectativas pueden estar fuera de proporción con la realidad.
Esto será especialmente así para quienes tengan puntos sensibles en el segundo decanato de los Signos mutables: Géminis, Sagitario, Piscis y Virgo donde se producirán todos estos movimientos planetarios.
La conjunción de Venus con Plutón en el primer grado de Acuario, que ocurre el mismo día que la oposición Sol-Júpiter (7 de diciembre de 2024), es un aspecto de gran intensidad emocional, transformador y, en el contexto de Acuario, marcadamente innovador o disruptivo.
Este evento aporta un matiz profundo y poderoso a los temas regidos por Venus: relaciones, valores, estética y recursos. Es un momento para profundizar en las relaciones, enfrentar verdades ocultas y soltar vínculos o patrones que no promuevan el crecimiento mutuo.
Las emociones pueden sentirse más intensas o provocadoras, pero también es una oportunidad para regenerar vínculos importantes con mayor autenticidad. Este aspecto involucra los primeros grados de los Signos Fijos: Acuario, Leo, Tauro, Escorpio.
El 6/12 Marte comienza el ciclo de retrogradación en el Signo de Leo, por lo cual recomendamos a los primeros grados de los Signos Fijos; Leo, Acuario, Tauro, Escorpio precaución: evitar enfrentamientos impulsivos, especialmente en temas relacionados con el orgullo o la autoridad. Canalizar la energía hacia la introspección, revisión de estrategias y planificación para el futuro. Priorizar actividades creativas o introspectivas que permitan expresarse de manera constructiva. Pero le dedicaremos un artículo.
Es interesante notar que esta conjunción ocurre pocos días después de la Luna Nueva en Sagitario del 1 de diciembre. Esto refuerza la idea de un nuevo comienzo en temas relacionados con el signo de Sagitario y las áreas que Mercurio rige en la carta natal. La sincronización entre ambos eventos amplifica el llamado a reflexionar sobre nuestras metas y realinear nuestras acciones con un propósito mayor.
El Signo de Sagitario, es el Signo mutable de Fuego, masculino, diurno, caliente y seco regido por Júpiter, el más benevolente de los dioses planetarios, pero el expansivo En sus inicios, correspondió a la temporada de finales del otoño, cuando la naturaleza todavía no es tan rigurosa como en invierno. Una época del año en que los trabajos del campo ya se habían finalizado y los hombres podían dedicarse a la caza.
Sagitario representa la dualidad: la mitad espiritual el hombre que se eleva sobre su mitad instintiva sin conseguir liberarse de ella todavía. Sin embargo, su flecha y su mirada están dirigidas al cielo. Todo está enfocado hacia una meta superior. Se trata del tercer signo de Fuego, un Fuego más interior, más espiritual, pero no menos estimulante que los otros.
Cuando la Luna está en Sagitario proporciona una disposición franca, abierta, liberal, independiente, aventurera, inclinada a los viajes ya sean físicos o mentales, a la filosofía, a la cultura, inclina los estudios de religiones y filosofías, leyes pero en general todo estudio de naturaleza elevada está bien aspectado.
El Signo de Sagitario está asociado a las caderas y los muslos, por esa razón aquello que se haga por esa parte del cuerpo en los dos o tres días en que la luna transite Sagitario tendrá un efecto doblemente benéfico, preventivo y curativo, en cambio todo lo que signifique un esfuerzo mayor, en esos días tendrá consecuencias más perjudiciales que en otros días.
La Luna Nueva se produce en el grado 9 de Sagitario, lugar en que actualmente está ubicada (en el zodíaco trópico) la estrella Antares. Anti-Ares, el rival de Marte. Esta estrella situada en el “Corazón de Escorpio” es una de las más importantes estrellas del cielo, una de las estrellas reales de Persia y es conocida como el vigilante del Oeste.
Para los persas, esta estrella era el dios de la muerte (Yima) para los egipcios era la tierra de la muerte pues el sol se oculta por allí. En el libro egipcio de los muertos las almas comenzaban su viaje al otro mundo, por el oeste. Como toda estrella real, Antares brindará gran suceso conectado con el mundo material y también puede indicar que la persona sea responsable de su propio fracaso.
El nombre de Antares proviene del griego anti-Ares y significa «el rival de Ares» o «el opuesto a Ares» debido a su color rojizo, ya que en el cielo nocturno rivalizaba con el planeta Marte (Ares en griego), que pasa muy cerca de esta estrella cada 1 año y 11 meses. Su distintivo color rojizo ha hecho de ella un objeto de interés en muchas sociedades del pasado.
La presencia de Antares en esta lunación añade un componente marcial y estratégico. Esta estrella tiene una energía vinculada con la lucha y la intensidad. Su influencia puede ser dual: por un lado, brinda coraje y determinación, pero por otro, advierte sobre los riesgos de la obstinación o los conflictos innecesarios.
En un contexto de Mercurio retrógrado mal recibido por Júpiter podría manifestarse como tensiones en la comunicación, errores de juicio o desacuerdos exacerbados.
Atención aquellas personas con puntos sensibles en el final del primer decanato de Sagitario. La Luna Nueva en Sagitario nos invita a replantear nuestras metas relacionadas con la expansión personal, el aprendizaje y los viajes.
Sin embargo, con Mercurio retrógrado y la influencia de Antares, es importante abordar estas intenciones con una dosis de realismo y prudencia. Evitar decisiones impulsivas, especialmente en temas relacionados con contratos, desplazamientos o estudios. Es un momento para revisar planes y evitar compromisos que puedan ser revisados más adelante.
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