Este 24 de diciembre se produce la cuadratura entre Saturno -al que la Astrología tradicional llama el “Gran Maléfico”- y Urano. Será la última de este 2021 pero sus energías van a estar en relación en todo el año próximo: marcan los desafíos que debemos pasar para adaptarnos al nuevo paradigma.
Es que las cuadraturas son aspectos de desafíos, de esfuerzos, de trabajo, de retos, y son dinámicos.
El conflicto entre Urano y Saturno parece desarrollarse entre lo nuevo que se quiere imponer y lo viejo que necesita permanecer. Se trata, seguramente, de la transición y adaptación que todos estamos viviendo de una u otra forma.
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Como imagen mitológica, debemos recordar que Saturno, quien era hijo de Urano, castró a su padre.
Cuenta Robert Graves en sus mitos griegos: “Urano engendró a los Titanes en la Madre Tierra después de haber arrojado a sus hijos rebeldes, los Cíclopes, al Tártaro, lugar tenebroso en el mundo subterráneo que se halla a la misma distancia de la tierra que la tierra del cielo; un yunque que cayera tardaría nueve días en llegar a su fondo”.
“En venganza, la Madre Tierra incitó a los Titanes a que atacaran a su padre, y ellos lo hicieron, encabezados por Crono (Saturno) el más joven de los siete, al que ella armó con una hoz de pedernal”.
“Sorprendieron a Urano mientras dormía y fue con esa hoz de pedernal con lo que le castró el cruel Crono, ascendió sus órganos genitales con la mano izquierda (la que desde entonces ha sido la mano de mal agüero), y luego los arrojó al mar”.
“Algunas gotas de la sangre que fluía de la herida cayeron sobre la Madre Tierra, y ésta dio a luz a las Tres Erinias, algunas de las gotas de semen de Urano cayeron sobre el agua dando luz a Afrodita (Venus) la diosa del amor y del placer, esto último debe abrirnos una luz de esperanza respecto al aspecto”.
Como imagen astrológica, Saturno representa la estructura, la tradición, lo tradicional, lo conservador, lo restrictivo, lo escaso y los obstáculos. Es todo aquello que estructura, organiza, se mide o se controla. Actualmente, se encuentra muy fuerte en su domicilio de Acuario.
Urano, en cambio, se descubrió en tiempos de la revolución francesa cuyo lema era: igualdad, fraternidad y libertad. Es rupturista, anticonvencional, rebelde y representa todo lo moderno, tecnológico, científico, progresista e innovador.
Se trata de dos fuerzas en pugna. Y esto puede interpretarse como aquello nuevo que se quiere imponer frente aquello viejo que se resiste a cambiar; aquello que está en rebeldía contra el hecho de querer controlar, limitar, frenar; una lucha entre las restricciones y el anhelo de la libertad.
Este aspecto puede expresarse como un esfuerzo por la superación de dificultades. A nivel general, puede pensarse como problemas con la tecnología, la electricidad, los aviones, así como todo asunto que asocie economía y tecnología, viejos métodos contra los actuales, viejas conductas versus nuevas metodologías y puede ocurrir en todos los ámbitos.
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Quienes tengan puntos sensibles en el primer decanato de los signos Fijos –Tauro, Escorpio, Acuario o Leo- estarán viviendo tiempos de cambios, movimientos o transformaciones.
La cuadratura de Saturno con Urano no indicará momentos de estabilidad y puede generar muchas alteraciones, sobre todo imprevistas. A veces, incluso, las situaciones parecen irse de control. Urano suele dar un giro de 180° a las cosas y fue llamado muchas veces “el despertador”.
Así mismo, para estos nativos puede ser una oportunidad para lograr avances probablemente en circunstancias difíciles o que exijan esfuerzo. Las cuadraturas son desafíos, y nada se logra sin empeño. El consejo: meditación mucho relax, práctica de yoga, caminatas largas en contacto con la naturaleza ayudarán.
Durante el año este aspecto influyó sobre el primer decanato. En 2022, Saturno y Urano volverán a estar a menos de un grado de orbe en octubre. Sin embargo, la energía de esa cuadratura estará presente a lo largo del año y ejercerá su influencia sobre el segundo decanato.
Saturno desde Acuario estructura al segundo decanato de los otros signos de Aire -Géminis y Libra- brindándoles orden y seguridad.
Por otra parte, Urano desde Tauro favorecerá a quienes tengan puntos sensibles en el segundo decanato de los signos de Tierra -Virgo y Capricornio- brindándoles cambios de forma armónica y favorable, trayendo a su vida cosas nuevas y facilidades imprevistas.
Sagitario y Aries reciben también la energía organizadora de Saturno desde un ángulo afín, pero de forma más tenue. Lo mismo sucede con Piscis y Cáncer, que reciben las energías del inquieto e imprevisto Urano desde un ángulo suavemente afín, por lo que su influencia será muy sutil.
Recordemos siempre que todas estas descripciones son de carácter muy general y cada Carta Natal es como la huella digital, particular y única, por lo tanto, para tener una visión completa de los tránsitos y de los ciclos que puedan estar viviendo lo aconsejable es recurrir a un profesional.
Crédito: Patricia Kesselman, astróloga y profesora de astrología y tarot.
Instagram: @horoskopo.
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