No podía ser de otro modo: Ibiza fue el entorno escogido por Citroën para presentar la última de sus creaciones, inspirada en cierta manera en el espíritu libre y alegre que se asocia a la fantástica isla mediterránea.
Porque, según los directivos de la empresa, ese es el objetivo de la marca: recuperar con este vehículo el espíritu de los años sesenta, presente durante la primera generación del Mehari, creado en 1968.
Se fabricarán solo 1.000 unidades para España, Francia y otros siete países europeos. Su motor desarrolla 67 CV y casi alcanza los 100 km/h
El nuevo coche es un eléctrico de cuatro plazas y 200 kilómetros de autonomía. No genera ruido ni emisiones y recuerda en su diseño y concepción al coche original. Tanto por sus colores (naranja, amarillo, beige y verde), como por sus líneas cuadradas y sencillas, sus puertas y ventanas desmontables, y fabricado en un material que permite su limpieza interior y exterior “a golpe de manguera”.
También se puede elegir el color del techo de lona y de los asientos: hay 6 posibles combinaciones. Tiene conexión Bluetooth para el teléfono o tableta, y poco más. En Francia se venderá por unos 25.000 euros.
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