Un estudio realizado recientemente por la Universidad de Illinois, en Estados Unidos, demostró que la caligrafía dice de nosotros más de lo que pensábamos.
Según la investigación, la letra revela qué tiene más importancia en el cerebro: si la información que se procesa o si el hecho de estar preocupado por escribir con linda letra.
Los resultados concluyeron que si tu letra no es tan bonita o no es legible, significa que sos más inteligente que los demás. Eso es así, ya que tener fea caligrafía es sinónimo de un pensamiento rápido.
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Howard Gardner es creador de la Teoría de las Inteligencias múltiples y apoyó esta conclusión al señalar que una persona con agilidad mental tendrá una escritura mucho más veloz y ágil, con rasgos indefinidos y hará abreviaciones en las palabras.
Gardner propuso también que la vida humana requiere del desarrollo de varios tipos de inteligencia. Por lo tanto, si tu letra no es clara significa que tenés un cociente intelectual alto.
Por otro lado, diversos estudios han demostrado los múltiples beneficios que tiene para la salud escribir en modo manual, es decir sin ninguna tecnología mediante.
Muchos son los beneficios de escribir a mano. Te contamos cuáles son:
Diversos estudios demostraron que cuando escribimos se activan en el cerebro tres procesos: el área visual, las habilidades motoras y las capacidades cognitivas. También agiliza la memoria y favorece la creatividad de modo diferente al escribir con un teclado.
Otro de los grandes beneficios que supone escribir en forma manuscrita es la responsabilidad y autonomía, ya que al hacerlo debemos estar concentrados, haciendo foco en la actividad y atendiendo el uso de los espacios en la hoja. Esto no ocurre cuando escribimos en otras plataformas, como Word, ya que los errores se corrigen automáticamente, incluso sin darnos cuenta.
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Cuando se escribe en un teclado, en la mayoría de las veces se hace por intuición y no por lógica como ocurre cuando lo hacemos a mano.
Escribir de puño y letra favorece la concentración, ya que al hacerlo mediante la pantalla estamos expuestos a otros estímulos, como las publicidades o aplicaciones. Hacerlo en un papel supone que nos involucremos de lleno, prestándole atención pura y exclusivamente a la actividad realizada en ese momento.
El momento de estar cara a cara con un papel hace que nuestras ideas fluyan de maneras impensadas. Escribir a mano hace que pensemos mejor y se esclarezcan algunas ideas que en principio pueden estar algo confusas. Hacerlo de esta manera otorga cierta paz y tranquilidad al momento de escribir, y muchos especialistas aseguran que puede llegar a ser un momento terapéutico.
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