Una nueva exposición que celebra la carrera de Pink Floyd, con una serie de recuerdos y homenajes a la famosa iconografía surrealista del grupo de rock, se estrena en Londres.
El Victoria and Albert Museum acoge “La exposición Pink Floyd: sus restos mortales”, para conmemorar el 50 aniversario del lanzamiento del álbum de debut de la banda británica, “The Piper at the Gates of Dawn”.
“No se trata sólo de nostalgia”, dijo Nick Mason, baterista de Pink Floyd, quien trabajó con los diseñadores detrás de algunas de las ilustraciones más legendarias de la banda, Aubrey “Po” Powell y Storm Thorgerson, para concebir y desarrollar la exposición.
“Cincuenta años siempre parece un buen momento, y la verdad del asunto es que no estamos todos aquí para siempre. Hemos perdido a dos de la banda a lo largo de los años”, dijo, refiriéndose al guitarrista original y principal compositor Syd Barrett y el tecladista Rick Wright.
La exposición es una crónica audio-visual de la subida de Pink Floyd desde la escena underground de Londres a finales de los años 60 al estrellato mundial y una carrera que los vio vender más de 250 millones de álbumes.
Los visitantes entran a través de una recreación sobredimensionada de la furgoneta que llevaba Pink Floyd a sus primeros conciertos, y pueden ver más de 350 artefactos que van desde los carteles de concierto original a las guitarras usadas por la banda, además de imágenes inéditas del grupo.
Las imágenes icónicas van desde una maqueta de la central eléctrica de Battersea en Londres, que apareció en la portada del álbum “Animals” de la banda en 1977, y la pared completa con un maestro imponente, que formó parte de la escenografía de la gira realizada entre 1980 -1981 por el álbum “The Wall”.