Montserrat Caballé, diva mundial de la ópera, falleció en Barcelona a los 85 años tras una brillante carrera en la que deslumbró interpretando a Verdi y Puccini en los escenarios más prestigiosos del mundo.
Compartió escenario con Luciano Pavarotti, Plácido Domingo y José Carreras, y actuó en los teatros más prestigiosos del mundo, como la Staatsoper de Viena, la Scala de Milán, la Ópera de París, el Covent Garden de Londres, el Bolshoi de Moscú o el Teatro Colón de Buenos Aires.
A su aclamada carrera le agregò una interpretación inolvidable cantando en 1987 con Freddie Mercury.
Traspasó las fronteras de la ópera con el dueto “Barcelona” con Freddie Mercury, elegido por el Comité Olímpico Español como himno oficial de los Juegos Olímpicos que se celebraron en 1992.
La admiración declarada que Mercury sentía por la soprano y su pasión por la ópera, permitieron que ambos se conocieran a principios de los ochenta. El vínculo especial que se creó generó que prepararan un disco conjunto, que fue el origen de la ya eterna canción de “Barcelona”.
Solo la muerte de Mercury en noviembre de 1991 impidió que ambos la interpretaran en la ceremonia inaugural de los Juegos en el estadio Montjuic
Caballé entonó esa misma canción en vivo, acompañada de una grabación de Mercury, en el final de la Copa UEFA en 1999, en el estadio Camp Nou de Barcelona.
El guitarrista de Queen, Brian May dijo que Caballé fue una “inspiración” para Mercury.
“Fue una inspiración para todos, pero especialmente para Freddie. Su bella voz nos acompañará eternamente”, escribió May en un mensaje en Instagram acompañado por una foto de Caballé y Mercury cantando juntos.
Escuchá “Barcelona”:
“Barcelona” es eterno y sobrevivirá a sus creadores e intérpretes como referente de un momento inolvidable, que antes del 25 de julio de 1992 ya era mítico.