“No suelo escribir en las redes sociales, más bien publicar mis fotos, que son mi lenguaje desde hace 40 años. Pero hoy tengo un nudo en la garganta y otro en el estómago. Hay un cuerpo que apareció enganchado de una rama en el río Chubut. Y todo parece indicar que se trata de Santiago Maldonado. No sé si era una consigna o un deseo, pero queríamos la aparición con vida de Santiago. Porque Santiago podía ser un hijo nuestro, el de un amigo, un sobrino. Un pibe idealista en medio de tanta apatía.
Hay quienes hablan de “un muerto plantado”, quienes hacen cuentas electorales, quienes comparten fotos horrendas de un cuerpo deformado, quienes impúdicamente hablan de Walt Disney.
Yo prefiero pensar que la mayoría de los argentinos anoche no pudo conciliar bien el sueño, prefiero pensar que la mayoría de los argentinos hoy amaneció con un gusto amargo en la boca.
Prefiero pensar que vamos a salvarnos como sociedad frente a tanto horror
Hoy fue Santiago, mañana puede ser alguien más cercano a nosotros. Abramos los ojos, por favor! Pero fundamentalmente paremos a reflexionar un instante. Si lo que pasó con Santiago no nos conmueve, sino nos hace parar la pelota en este embrollo de agresiones e indiferencias, no tenemos demasiado destino como país”.