Adolfo Bioy Casares: frases y un recorrido por su vida

Adolfo Bioy Casares sin duda es considerado uno de los escritores más importantes de Argentina y también de la literatura de habla hispana. Sus obras recibieron la mención de Caballero de la Legión de Honor en 1981, el Premio Internacional Alfonso Reyes, el Premio Miguel de Cervantes, ambos en 1990, y el Konex de Brillante en 1994.

El escritor nació en Buenos Aires el 15 de septiembre de 1914 y falleció el 8 de marzo de 1999. Lo más fascinante es que junto a dos grandes escritores, Silvina Ocampo y Jorge Luis Borges compartió su pasión por la literatura, largas sobremesas con interesantes temáticas. Silvina fué su esposa y Jorge Luis su gran amigo.

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El matrimonio compartió también la pasión por la escritura y en el año 1946 escribieron en conjunto la novela policial “Los que Aman Odian”, en donde Ocampo se esforzó por adaptarse a la trama misteriosa, típica de Bioy Casares, que se se develaba de un modo rigurosamente controlado.

Borges – Bioy Casares: una amistad única

Con los seudónimos de H. Bustos Domecq y Benito Suárez Lynch, se generó una de las duplas más célebres de la literatura argentina, en donde Bioy Casares y Borges escribieron relatos como “Seis problemas para don Isidro Parodi”, “Dos fantasías memorables”, “Un modelo para la muerte”, entre otras obras. También guiones de cine como “Los orilleros” e “Invasión”, antologías de cuentos fantásticos y también “Cuentos breves y extraordinarios”.

 

A lo largo de su obra Bioy Casares mostró ser un lector apasionado, vanguardista literario y precursor de la literatura fantástica.

Frases de Bioy Casares

• “Ya no estoy muerto, estoy enamorado”.
• “Escribir es agregar un cuarto a la casa de la vida”.
• “En la vejez todo es triste y ridículo: hasta la muerte”.
• “¿No es lo mismo que suceda lo que deseamos, que desear lo que suceda? Lo que importa es que nuestra voluntad y los sucesos estén de acuerdo”.
• “Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros”.
• “La vida es una partida de ajedrez y nunca sabe uno a ciencia cierta cuándo está ganando o perdiendo”.
• “Retrospectivamente resultaba difícil distinguir lo que había pensado de lo que había soñado. Creyó por primera vez entender porqué se decía que la vida es sueño: si uno vive bastante, los hechos de su vida, como los de un sueño, se vuelven incomunicables porque a nadie interesan. Las mismas personas, después de muertas, pasan a ser personajes de sueño para quien las sobrevive; se apagan en uno, se olvidan, como sueños que fueron convincentes, pero que nadie quiere oír”.

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• “El mismo lobo tiene momentos de debilidad, en que se pone del lado del cordero y piensa: Ojalá que huya”.
• “La vida es difícil. Para estar en paz con uno mismo hay que decir la verdad. Para estar en paz con el prójimo hay que mentir”.
• “No fue como si no me hubiera oído, como si no me hubiera visto; fue como si los oídos que tenía no sirvieran para oír, como si los ojos no sirvieran para ver”.
• “Revolución: movimiento político que ilusiona a muchos, desilusiona a más, incomoda a casi todos y enriquece extraordinariamente a unos pocos. Goza de firme prestigio”.
• “Estar en una isla habitada por fantasmas artificiales era la más insoportable de las pesadillas; estar enamorado de una de esas imágenes era peor que estar enamorado de un fantasma (tal vez siempre hemos querido que la per­sona amada tenga una existencia de fantasma)”.

 

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