No todos estamos preparados para enfrentar situaciones así, pero la realidad es que hay que encararlas de algún modo. Para aquellas personas atravesando la pérdida de una mascota, les dejamos algunas recomendaciones para tener en cuenta y atravesar este complejo desafío.
Cómo superar la muerte de mi mascota
Solo nosotros mismo somos los únicos que sabemos al 100% lo que una mascota significó para nosotros. Y justamente por esa misma razón es que duele tanto tener que dejarla partir. Sin embargo, evadir la situación no va a resolver las emociones que llevamos dentro.
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Para poder seguir avanzando luego del fallecimiento de una mascota, es necesario juntar mucha fuerza de voluntad. Ya que si uno no le pone las ganas suficientes, no importa cuántos años pasen, el dolor seguirá siendo igual de intenso y abatidor. En cambio si uno se compromete a reconocer la pérdida, las emociones negativas irán madurando con el paso del tiempo.
El tipo de dolor va a variar dependiendo la persona, pero eso no significa que no se puedan superar. Y con superar nos estamos refiriendo al hecho de sanar la herida que duele, no a olvidar a aquel animal. Hay que mantener su recuerdo vivo y, al mismo tiempo, sanar nosotros mismos por dentro.
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Lo mejor es empezar aceptando la pérdida, no como algo negativo sino como algo que tarde o temprano tenía que ocurrir. Es algo que nada ni nadie puede controlar o manipular, por más esfuerzo y voluntad que le pongamos. La muerte también es parte de la vida, al igual que lo es superar más adelante todo el duelo emocional que conlleva.
Entre las cosas que recomendamos hacer es, fundamentalmente, no negarnos las emociones. Si estamos tristes porque extrañamos ver jugar a nuestra mascota, sacarla a pasear, hacerle mimos, hablarle a solas, enseñarle trucos, darle de comer, etc., no hay que prohibirnos sentir todas emociones negativas.
Es necesario sacarlas afuera para aliviar nuestra mente. Podemos gritar, lamentarnos y llorar hasta que se nos caigan los mocos, pero guardarnos todas esas emociones no es una opción. Hace falta sacar todo afuera para aliviarnos y hacer que el dolor se vaya, poco a poco.
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Una de las cosas que ayuda mucho es hablar de todas estas emociones con familiares, amigos y gente cercana. Al ser escuchados, nos sentimos comprendidos y empezamos a entender que nuestra misión ahora es seguir adelante. Así que no dudes en llamar a ese familiar, amigo o amiga, y hablar hasta sanar tus emociones.
Mantener su recuerdo también es una buena manera de recordar todo lo bueno que tu mascota te dio, en lugar de enfocarte en que ya no está. Se puede hacer un entierro en conmemoración al animal, armar un altar en algún rincón de la casa para tenerlo siempre presente o hacerle honor con álbumes de fotos. Todo depende de qué es lo que a cada uno le sirva para poder hacerle frente a este difícil duelo.
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Por último, no queremos dejar de mencionar la importancia del cuidado propio en todo este proceso de superar la pérdida de nuestras mascotas. Olvidarnos a nosotros mismo por las emociones negativas de una pérdida es una señal de que estamos yendo por mal camino.
Es fundamental cuidarnos en los momentos trágicos. Hacer ejercicio, hidratarse, descansar bien, mantener una buena dieta, meditar, sociabilizar, etc. Son las actividades básicas que tenemos que hacer para fortalecer nuestro cuerpo y nuestra mente luego de una situación tan agotadora como una pérdida.
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