Las mascotas generan beneficios en la salud de sus dueños

Los animales de compañía son un pilar clave en la vida de las personas. Acompañan, entretienen y mejoran la salud.

La relación del hombre con los animales viene desde épocas ancestrales y los primeros animales de compañía coinciden con los primeros asentamientos humanos. El hombre civilizado se aferra a sus mascotas, las ubica como iguales, comparten espacios, los ama, les brinda alimentación, vestimenta y aseos.

Es innegable que las mascotas generan beneficios en la salud de sus dueños, ya que el cuidado diario hace olvidar a muchas personas otro tipo de preocupaciones, evita la depresión y las hace sentir útiles, entre otras cosas. Los animales de compañía más populares son el perro y el gato, pero también están las aves, los peces y conejos.

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La compañía de los animales siempre evoca ternura, compañía y amistad, cualidades que se intensifican cuando la soledad busca filtrarse en la vida de las personas. Es allí cuando la mascota adquiere un papel más importante, sintiéndolo parte de la familia y aun más, como un amigo.

Quienes viven con mascotas refieren que los quieren por su fidelidad, su compañía, sus demostraciones afectivas incondicionales, algo que tal vez no se encuentra en las personas.

Estudios científicos demuestran que la convivencia con mascotas elevan las hormonas relacionadas con el bienestar, ya que por ejemplo acariciar a un gato eleva los niveles de las endorfinas que es la hormona de la felicidad.

La sola presencia de una mascota nos genera tranquilidad, ya que se produce la oxitocina, una hormona que produce empatía en aquellas personas que comparten su vida con animales.

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La explicación científica para la misteriosa alquimia entre el perro y su dueño, donde la oxitocina juega un rol fundamental, de acuerdo a los resultados del estudio elaborado en la Universidad de Azabu, en Japón, es que sólo basta una mirada entre cuadrúpedo y amo para elevar en ambos los niveles de esta hormona. Otros observaciones menos científicas consideran que esa estrecha relación es debido a que nuestras mascotas no hablan y por lo tanto, no nos sentimos cuestionados ni exigidos.

Un animal de compañía se adapta al ambiente de un ser humano sin importar su naturaleza, se adhiere a un grupo, familia o sociedad y se caracteriza por ser amigable. La mayoría de estos animales se convierten en domésticos si la persona con la que comparten un hogar les enseña buenos modales en la convivencia diaria, sin dejar a un lado su naturaleza animal.

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