Con la llegada del verano y las altas temperaturas, muchas familias disfrutan de la pileta junto a su mascota. Buena Vibra consultó al Departamento Técnico de Vitalcan y compartimos en esta nota algunos consejos a tener en cuenta.
Es importante recordar siempre que los perros no deben tener acceso al agua sin supervisión. Si tenés un cachorro, ésta es la etapa ideal para poder enseñarle a partir de gestos las órdenes de ingreso o salida del agua. Cada vez que cumpla con la consigna, entregale un “premio” a modo de felicitación.
No todos los perros saben nadar, por tal motivo no hay que empujarlos a la pileta, ya que esto podría provocar que se asusten y en consecuencia que le tengan pánico al agua.
Existen razas como los labradores y terranovas que poseen membranas interdigitales que les facilitan el desplazamiento en el agua, pero también hay otras como los bulldogs, pugs y basset hounds que no tienen su cuerpo conformado para nadar de manera natural y por tal motivo precisan que se les enseñe.
RIO: antes de permitir su ingreso, chequear que no hayan corrientes ni remolinos.
MAR: seleccionar el lugar más tranquilo y vigilar las mareas y los desniveles.
Si permanece mucho tiempo en el agua, supervisar que no padezca de hipotermia.
Proteger sus oídos es muy importante, ya que si se mantienen húmedos podría desarrollar otitis. ATENCIÓN! Deberás hacer una consulta con tu Médico Veterinario de cabecera para que te indique de qué forma podrás cuidar los oídos de tu perro durante la inmersión y posterior a ella.
Evitar la exposición al agua durante las últimas horas de la tarde para permitir el secado del pelaje.
Antes de permitir el contacto del animal con el agua, hacé una visita al médico veterinario para que pueda realizar un chequeo de su estado físico.
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