Enamoramiento y amor: los procesos para construir una pareja

Los seres sociales, desde que nacemos necesitamos de los otros, precisamos vincularnos y ser amados. Esta necesidad nos acompaña durante toda la vida. Amar y ser amado es el sentimiento más profundo y gratificante del ser humano.

El enamoramiento es un punto de partida; en ese primer momento sólo nos atrae alguna  cualidad exterior como por ejemplo la belleza, el tono de voz o cualquier atributo que se ve a simple vista, pero en realidad todavía no sabemos nada del otro. En esta instancia hay una intensa atracción, una magnificación de las cualidades positivas del otro y una falta casi total de crítica hacia la persona amada; estamos realmente ciegos a las fallas.

Esto se debe a la fuerte idealización que se da en esta etapa del proceso. Son tiempos muy agradables, nuestro mundo se hace emocionante, la vida parece perfecta, estamos pendientes del otro y esperamos con ansiedad un llamado para escucharlo o que se produzca el próximo encuentro, tenemos necesidad de mirarlo, hablarle y tocarlo. Pero este período tan intenso es de tiempo limitado; en el curso normal, si todo va bien, debería dar lugar a un vínculo más robusto y estable.

El amor es el comienzo de algo mucho más profundo, una vez pasado el enamoramiento, empezamos a conocer todos los aspectos del otro: tanto los positivos (es decir aquellos con los que concordamos) como los negativos, aceptando lo que no nos gusta y valorando los atributos que nos agradan y que admiramos.

Con el amor verdadero comienza la aceptación total del otro, con sus aciertos, sus éxitos, pero también con sus fallas y fracasos.

Pasa lo superficial netamente pasional y se produce un vínculo más maduro y de mayor duración en el tiempo. Esta etapa también es muy agradable y, aunque no tiene la intensidad de los primeros momentos, se caracteriza por la aparición de una verdadera conexión y de lazos más importantes, que nos brindan alegría y seguridad. Con un gran amor nuestra vida se expande y logramos felicidad plena.

Cuando hay amor profundo hay poder transformador; ambos en la pareja tienen la capacidad de sacar lo mejor del otro, pueden potenciarlo para que se desarrolle, para que crezca emocionalmente y sea una mejor persona.

Pareja con problemas de sexualidad

Algunos ideas que te pueden servir

  • La atracción física inicial es importante, pero no suficiente. Recordá que la química del enamoramiento dura solo unos meses, si no hay nada más que lo exterior la relación durará poco.
  • El enamoramiento es fugaz, es sólo la largada; la meta es el amor verdadero. Cuando esto pasa, la vida se agiganta. No tengas miedo de dar el siguiente paso. Es hora de que dejes de cambiar de pareja cada vez que pasa la etapa de la seducción y del flechazo inicial.
  • Toda relación implica esfuerzo; aprovechá el envión del enamoramiento para transformar ese vínculo intenso y superficial del principio en uno duradero y con una conexión profunda. Podés sorprenderte a vos mismo disfrutando una vida plena. Un gran amor te ayuda a alcanzar lo imposible.
  • Amar no es encadenar. Ayuda a tu pareja a ser libre y a que desarrolle todo su potencial, involucrate en esa tarea, les va a sumar a los dos.

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