Villa Slow: antigua cabaña de piedra convertida en moderno refugio donde vacacionar

Una antigua cabaña rústica de piedras fue transformada sutilmente en refugio para quien desee alquilarlo para irse de vacaciones en el parque natural de Valles Pasiegos, en el norte de España y ahora emerge como una ruina de piedra en un terreno de más de dos hectáreas de paisaje natural. La tipología del hogar se basa en una construcción tradicional de la zona llamada “cabaña pasiega” (cabaña campesina) pero con un toque contemporáneo.

La ubicación estratégica de la construcción en la cima de una pequeña colina orientada al sur otorga impresionantes vistas hacia el valle y la montaña. El esquema de la casa rediseñada por el estudio de la arquitecta Laura Alvarez es simple: dos grandes ventanas panorámicas en la sala de estar orientadas en direcciones opuestas crean una bella escenografía de montañas, nubes y árboles.

Estas dos aberturas permiten disfrutar de las impresionantes vistas hacia el valle y las montañas desde la amplia sala de estar en el centro de la casa.

Dos dormitorios están situados al lado de la sala de estar, en el ala este, en el lado más privado, ambos con su propio baño y aberturas hacia el paisaje infinito. Gracias a su generosa altura, un entrepiso en la parte superior del núcleo del baño, permite arreglos adicionales para dormir.

Villa Slow está diseñada y construida con extrema atención y cuidado por los detalles. La casa es muy respetuosa con el medio ambiente en términos estéticos y técnicos.

El vidrio de alto rendimiento calienta el interior en invierno y las grandes contraventanas de madera protegen contra el aumento de calor durante el verano. Todos los materiales utilizados para construir la villa se reutilizan en el antiguo cobertizo de piedra o provienen de la zona de Cantabria.

Las toscas paredes exteriores de piedra y los tejados contrastan con la delicada estructura y detalles de madera del interior.

Villa Slow es una casa de contrastes sutiles: áspero-delicado, abierto-cerrado, gris-madera, interior-exterior, tradicional-moderno. Los elementos de madera dan una sensación cálida, mientras que los blancos ayudan a comprender la envolvente del edificio.

Una combinación de mobiliario clásico y elementos minimalistas crean un espacio muy tranquilo desde el que disfrutar del entorno natural excepcional.