Somos acumuladores seriales. Nos apegamos a las cosas, nos cuesta soltar, sin reflexionar demasiado sobre ello. Cada día entramos en contacto con cientos de objetos que damos por sentado hasta que su falta nos muestra cuánto dependemos de ellos. Pero tomar nota de qué relación tenemos con las cosas puede ayudarnos a sentirnos en equilibrio, livianos y en armonía con el medioambiente. De eso trata la ecosofía.
En tiempos atravesados por el consumo y el deseo fugaz, el trastorno de acumulación compulsiva está en auge. Tomar conciencia de ello y trabajar para superarlo es un camino hacia una mayor felicidad que sin duda celebrarás haber iniciado. Es lo que proponen corrientes como el minimalismo y lowsumerism, en auge en el mundo.
No por nada la japonesa Marie Kondo es un éxito con su método para soltar lo innecesario y ordenar los espacios. Y hay propuestas que van aún más allá, dándole una vuelta de tuerca a su propuesta: la ecosofía.
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Qué es la ecosofía
“Ecosofía” es una palabra que viene del hinduismo y que propone trascender la idea de proteger el Planeta para reconocerse como parte de él. Se trata de repensar nuestro vínculo con la Tierra, promoviendo una relación de reciprocidad con el mundo que habitamos. Es pensarnos como seres integrados a la unidad de la vida.
Lo que hay detrás de esta filosofía es hacer más consciente nuestra relación con nuestras cosas, descubrir su esencia, reflexionar sobre su utilidad o rol y vivir más lejos de la acumulación
Vivir ecosóficamente tiene que ver con redescubrir nuestra capacidad innata de apreciar las cosas que aparecen en nuestras vidas y recuperar la conciencia de que nuestra relación con el mundo material es de mutuo apoyo.
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Es también ampliar nuestra sensibilidad por una “ecología inteligente”, que sume lo ético a lo racional. Es decir, no solo adoptar hábitos responsables como evitar los plásticos, cuidar la energía, separar los residuos, etc., sino también saber cómo está hecho lo que vamos a comprar.
¿No estoy queriendo de alguna forma ser parte de un grupo o queriendo reafirmar mi personalidad al comprar esto? Es una de las preguntas que hay que hacerse antes de llegar y comprar porque sí
Reencantar lo cotidiano
Los japoneses tienen incluso una expresión para esta filosofía, mono no aware, que significa el “pathos de las cosas”. Esta expresión habla de la emoción profunda que nos provoca la naturaleza, el arte o la vida de otros, acompañada de la conciencia de su transitoriedad. También se refiere a nuestra capacidad de percibir la esencia de las cosas.
Tomando conciencia de los objetos que consumimos y utilizamos y del modo en que lo hacemos, llegará un momento en el que nos daremos cuenta de que tenemos la cantidad -y calidad- justa de cosas
Es lo que, en su último libro (La felicidad después del orden), Kondo llama “punto de clic”. Soltando, vamos a ganar fluidez, confianza, liviandad, apertura a lo nuevo y un genuino disfrute, en diálogo con nuestro planeta y con nosotros mismos.
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Cómo vivir más despojado y feliz
- Percibí qué cosas te hacen bien (y cuáles no). Para esto es súper importante que salgamos de la dicotomía “se usa/no se usa”. Si para vestirnos o para ambientar nuestra habitación nos limitamos a imitar, es seguro que nos sintamos dentro de un decorado agradable, pero quizá perdamos fidelidad a nuestra esencia.
- Desecha, recicla y regala. Para encarar este proceso, es necesario establecer tu propio faro y bajo su luz desprenderte de lo que ya no tiene que ver con vos. Para eso es clave pensar en tus gustos, tus sueños y tus recuerdos felices.
- Guíate por la emoción. Cuando ordenamos nuestras cosas según el modo en que resuenan en nosotros, podemos soltar y dejar ahí aquello que no vibra en nuestro corazón.
- No le tengas miedo al vacío. Lo importante es crear un ambiente poblado de objetos que nos gusten y nos hagan bien. Y si quedan zonas vacías, no asustarnos. Es el espacio genial para lo nuevo.
- Vuélvete más selectivo. La idea es ser lo que los ingleses llaman “picky”, que es elegir mejor. Selecciona y deja que algunas cosas sigan su destino hacia otros lugares. Donar y regalar es un acto de amor que vuelve.
En “La magia del Orden”, Marie Kondo propone deshacernos de todas aquellas cosas que no nos proporcionan felicidad. La técnica para ordenar contempla categorías de objetos y le ha cambiado la vida a muchas personas. Su propuesta combina el dejar ir y soltar los apegos de la sabiduría zen con la decisión de ser creativos e ingeniosos para optimizar espacio y orden.
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