No es sólo una cuestión de confort y comodidad. Pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo y un descanso reparador es uno de los pilares del cuidado de la salud. Por eso es importante saber cómo elegir un colchón para convertirlo en el mejor aliado de tu bienestar.
Son varios los aspectos a tener en cuenta para elegir un buen colchón. Hay cuestiones generales que todos dedemos considerar, como la medida, el peso, la densidad, el relleno y los soportes. Pero también debemos atender algunas particularidades que tienen que ver con temas individuales, que van desde problemas de espalda hasta preferencias personales.
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Cómo elegir un colchón
A la hora de renovarlo, es importante aprender a reconocer las características de un colchón y los distintos materiales y propuestas que encontramos en el mercado. El abanico de opciones y precios es amplio, pero hay cuestiones básicas que no debés subestimar:
- Medida: deben ajustarse al espacio disponible y al tamaño de la cama. También tené en cuenta quién duerme allí y qué espacio prefiere tener para descansar. Recordá que las medidas estándar varían según los países. Más adelante precisamos los tamaños más frecuentes en Argentina.
- Densidad: es un dato importante, sobre todo en los colchones viscoelásticos. A mayor densidad, más duraderos, adaptables y confortables porque tienen más material en un mismo espacio y, por lo tanto, menos aire. En general, se habla de densidad baja, media y alta.
- Firmeza: en general podemos encontrar opciones que van del 1 al 10, en un abanico que va del suave, el intermedio, el firme y el dual, que tienen niveles de resistencia diferentes en los pies y la cabeza. Nunca debés sentir que te hundís o que tu espalda permanece curva porque es desfavorable para el cuerpo.
- Soporte: como en la mayoría de los productos, las marcas han innovado en materia de sistemas, tecnologías y materiales de avanzada, orientados a mejorar la calidad el sueño. Tener en cuenta la firmeza, la estructura y la superficie de contacto es fundamental.
- Relleno: este punto tiene que ver con lo anterior y es determinante del nivel de comodidad. Un sostén firme y equilibrado es clave para un descanso reparador.
- También es importante tener en cuenta la calidad de la cubierta, que puede optimizarse con una buena funda.
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Más allá de los tipos de colchones, materiales y medidas, no subestimes los datos que tienen que ver con la persona que lo va a utilizar: su tamaño, su peso, sus requerimientos particulares y, también, su posición al dormir:
- Quienes duermen boca arriba o boca abajo necesitan un modelo más firme.
- Quienes duermen de costado, necesitan un material más flexible. Es para que la cadera y el hombro puedan hundirse levemente y prevenir molestias.
- Quienes pesan más de 90kg necesitan modelos de gran resistencia y buen soporte.
- El largo debe tener 10 o 15 centímetros más que la persona más alta que duerma allí.
- Evitá los “extremos”: si es muy duro, no se adaptará a tu columna; si es muy blando, tu espalda tendrá dificultades para alinearse y podés tener dolores lumbares o de cuello. Recordá que la columna debe tener un apoyo rígido y nivelado. Podés probar su resistencia sentándote en distintas zonas y verificando que se mantenga firme.
Cuál es el mejor colchón del mercado
La respuesta es clara: el ideal es el que mejor se adapte a tus gustos y necesidades. Si bien hay marcas líderes y recomendaciones generales, la clave está en elegir el colchón buscando la mejor relación precio calidad dentro de tus preferencias. Justamente, existen muchos modelos porque no sirven todos para todo el mundo.
La clave de un buen colchón es que debe acomodarse a tu cuerpo, manteniendo siempre el equilibrio natural de la curvatura de tu espalda. No forzarla ni doblarla. Debe ser lo suficientemente firme para mantenerla en la posición correcta, y suave para amoldarse a ella.
Tipos de colchones
- Colchones con resortes: son los más tradicionales y tienen una base de resortes que puede ser de forma cónica o cilíndrica, sobre la cual se apoya una placa de espuma que puede ser de distintas densidades. Son firmes y brindan buena estabilidad, pero tienen la desventaja de que no se adaptan tan bien a las distintas presiones del cuerpo. Además, con el uso y el paso del tiempo se deforma su zona central. Para algunas personas resultan demasiado duros.
- Colchones de espuma: están compuestos por un material llamado espuma de poliuretano. Se adaptan a diferentes necesidades, brindando confort, apoyo y suavidad. Hay diferentes tipos según su densidad y altura. Cuanto más densa sea la espuma, más firme y resistente será el colchón (los modelos de espuma HR son los más resistentes -30 a 35 kg/m3- y los recomendados para problemas de columna). Las principales marcas tienen modelos con distintas zonas de firmeza que se adaptan a cada parte del cuerpo. Son ergonómicos, durables y suelen ser más económicos que el resto de materiales.
- Colchón viscoelástico: compuesto por una espuma termosensible, se adapta a la forma del cuerpo y puede tener distintos niveles de densidad. Hay opciones con y sin resortes. Se adaptan muy bien a la forma del cuerpo y ninguna zona queda sin apoyo, favoreciencido una correcta alineación de la columna. Son ideales para quienes tienen problemas de espalda o dolores musculares.
- Colchón de viscogel: están compuestos por columnas de gel distribuidas sobre toda la superficie. Son muy ergonómicos, tienen gran elasticidad y conserva sus cualidades durante su vida útil. No se recomiendan para personas con sobrepeso.
Medidas de colchones más comunes
Los tamaños más comunes son Twin (también llamada single o individual), doble o matrimonial, Queen y King. Recordá tener en cuenta el ancho y el largo.
- 1 plaza: tienen 80 x 190 cm.
- 1 plaza y media: 90 x 190 cm. Tiene sólo 10 cm de diferencia pero se siente mucho más amplio.
- Twin: es el tamaño individual más vendido hoy en día. Suelen tener 100 cm de ancho x 1.90 o 200 cm de largo.
- 2 plazas: es la medida de cama matrimonial estándar de 140 x 190 cm.
- Queen Size: tienen un tamaño ligeramente superior al King o doble pero permiten a una pareja dormir con mayor comodidad. Las medidas son 150 cm o 160 cm de ancho x 190 o 200 cm de largo.
- 2 plazas y media: 180 x 200 cm.
- King Size: es para dormir como reyes y es realmente grande. Tiene 200 x 200 cm. Está de moda y puede ser genial para despatarrarte con comodidad si tenés mucho espacio.
Consejos para cuidar el colchón
Para mantener el colchón en buen estado y alargar su vida útil es importante tomar algunos recaudos:
- Rotalo y dalo vuelta una vez al mes para que el desgaste del mismo se produzca de forma pareja.
- Limpialo y desinfectalo para prevenir alergias. No olvides que alojan polvo y que eso favorece la aparición de ácaros. Aspiralo periódicamente y ventilalo una vez por semana.
- Fundas para colchones: usá fundas y renovalas cuando notes que están gastadas. Protege de la transpiración y previene manchas. Una buena cubierta o funda es el complemento ideal de la ropa de cama.
- Si podés, sacalo al sol cada tanto. La luz solar directa ayuda a eliminar los ácaros y olores.
- Rocialos con sprays desinfectantes o productos específicos.
Cuándo cambiar tu colchón
Más allá de los cuidados, se recomienda cambiarlo cada diez años como máximo para prevenir problemas de postura. Recordá que cualquiera sea su composición, con el tiempo sus cualidades se deterioran y puede generar dolores de espalda.
Además, si hay algún resorte roto, pueden rasgar el forro y provocar lastimaduras.
Recordá que un buen descanso es sinónimo de buena salud y un buen caudal de energía para enfrentar el día.
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