Cambiar el agua de la piscina requiere unas cuantas horas y, a la vez, es cada vez más costoso por el consumo de electricidad y el derroche de agua. Por eso cada vez más gente evita renovar el agua seguido, recurriendo a nuevos productos y tecnologías. Aquí, algunos consejos sobre cómo mantener una pileta con agua limpia y saludable y disfrutar todo el verano del mejor chapuzón.
La tarea de mantener una piscina puede dividirse en tres categorías: física, química y humana. La física está relacionada con el sistema del filtrado y los accesorios de limpieza del fondo y de las paredes; la química se refiere a los productos que se colocan en el agua, como por ejemplo el cloro; y la humana, que tiene que ver con el tiempo que le dedicamos.
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El mantenimiento físico va a depender de estos elementos. Repasemos cuáles son los accesorios claves para que el agua de la piscina dure más tiempo:
En principio, lo más aconsejable es que la pileta cuente con un filtro. El objetivo de este accesorio es el de retener la suciedad de mayor tamaño, como pelos, hojas, césped, papeles, etc.
Cabe destacar que la función del filtro no es remover bacterias, pero, sin dudas, un buen cuidado del filtro de la piscina permitirá que el tratamiento químico que apliquemos sea más eficaz. Con un filtro sucio, la calidad del agua empeora y vas a necesitar más productos químicos para eliminar los gérmenes y mantener bien el agua.
Los barrefondos son dispositivos desarrollados para aspirar la suciedad y los residuos depositados en el fondo de la piscina. Para su funcionamiento, se conecta la manguera flotante al acople de aspiración a un mango fijo o telescópico, que es el que nos va a permitir impulsar este elemento.
Se pueden encontrar una amplia gama de limpiafondos pensados para piletas desmontables, particulares y grandes piscinas olímpicas. Algunos tienen cepillos, otros tienen ruedas y también hay opciones con ambos.
La forma de estos cepillos es importante. Hay ovalados, triangulares, rectangulares, etc. Cada uno va a ser mejor para diferentes casos y ésto va a depender también del formato de la pileta y de algunos elementos, como por ejemplo la escalera.
Lo bueno es que son intercambiables y puedes usar diferentes cepillos para cada sector de la pileta, lo que te va a facilitar la tarea. También puedes conseguir cepillos barrefondos completamente de plástico y otros de aluminio, de mejor calidad.
Si tienes poco tiempo o el cuidado de la pileta no es tu fuerte, hay algunos accesorios que te van a hacer la vida más fácil. Los robots automáticos se conectan al skimmer, a la toma del limpiafondos o al desague y recorren el fondo y las paredes de modo aleatorio. Se desplazan por sí solos y aspiran las suciedades.
La limpieza no requiere una vigilancia particular, ya que los residuos se dirigen al prefiltro y al filtro.
Este quizás sea el más sencillo y elemental de los accesorios para mantener en buenas condiciones el agua. Son dispositivos de limpieza que tienen una red incorporada para recolectar y quitar todos aquellos elementos que se depositan en la piscina.
Son ideales para utilizar previo a cada baño, para quitar hojas y residuos que puedan haber caído durante la noche.
La “salud” del agua también es fundamental, y es aquí donde el mantenimiento químico aporta lo suyo: no se trata sólo de que parezca limpia, sino de que lo esté realmente.
Repasemos cuáles son los productos que necesitamos para que el agua esté en buenas condiciones:
El cloro es, sin dudas, el más conocido de los productos químicos para piscinas. Su función es eliminar microorganismos y permitir que el agua esté clara y desinfectada durante más tiempo.
Podemos utilizar cloro líquido, en polvo (granulado) o pastillas de cloro. Si la pileta es pintada, es necesario usar cloro instantáneo o en pastillas para que no decolore la pintura. Si es revestida, se puede usar cualquier tipo.
Si vas a usar pastillas, ten en cuenta que deben ser colocadas dentro de una boya clarificadora, de manera que protejan la desintegración de la pastilla para que se evite la posible decoloración de las paredes y el suelo de la pileta.
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Calcular bien la dosis que debemos aplicar es fundamental. Dependerá del tipo de cloro y del volumen de agua:
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El primer paso para conseguir un agua limpia, clara y saludable consiste en regular el pH de la misma. El valor correcto debe situarse entre el 7,2 y el 7,6 para garantizar que el resto de medidas aplicadas funcionen de forma efectiva. Hay productos capaces de aumentarlo o disminuirlo, según sea el caso. Para controlar este aspecto químico, lo ideal es utilizar un test kit, que incluye reactivos para medir los niveles de cloro y el ph del agua.
Cuando tenemos problemas de agua verde, turbia, etc, debemos primero medir el PH, regularizarlo con PH (+) o PH(-) y, recién después, aplicar los productos químicos.
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Es un producto que genera el agrupamiento de las partículas finas que no llegan a ser retenidas por el filtro. De esa manera, logra que decanten: es decir, que se precipiten por gravedad debido a su mayor peso, dejando la superficie del agua libre de toda turbiedad. Luego, al pasar el barrefondo, esa suciedad puede ser absorbida y eliminada de la pileta.
Para usarlo correctamente lo mejor es una dosificación de ½ litro de este producto cada 100.000 litros de agua. Se debe diluir en agua en un balde o regadera antes de usarlo. Es conveniente aplicarlo con el filtro en función RECIRCULAR.
Si no tienes filtro, puedes utilizar la bomba centrífuga para que el agua circule. El momento adecuado para utilizar el clarificador es la noche previa a pasar el barrefondos, por lo que no se debe utilizar la pileta ni el filtro hasta dicha limpieza.
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Además del cloro y los productos decantadores, podemos usar alguicidas o bactericidas, que sirven para deshacernos de todos los microorganismos (algas, bacterias y hongos) que el cloro y el filtro no pueden eliminar.
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