Gracias a su resistencia y durabilidad, la chapa galvanizada se impuso en los últimos años como una opción muy conveniente en la construcción. Es una superficie noble, a la que podemos embellecer sumando una atractiva terminación en color. Te contamos cómo pintar chapa galvanizada para que tu casa gane en calidad y belleza.
Estas chapas, que antes se usaban casi exclusivamente en la elaboración de estructuras metálicas, en mobiliarios urbanos y en obras civiles, se utilizan cada vez más como terminación y revestimiento estético en hogares y edificios. Es muy común verlas en techos, en puertas, portones e, incluso, como elemento de decoración más vanguardista en revestimientos de muros exteriores.
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Cómo pintar chapa galvanizada
Tenés que tener en cuenta que la chapa galvanizada es una lámina de acero que se reviste en ambas caras con una capa de zinc. Para ello se procede a una inmersión del acero en un crisol de zinc, lo que hace que la chapa quede recubierta de este metal, creando una protección que evita el desarrollo del óxido de hierro.
Por eso, si bien pintar las chapas de acero galvanizado es una tarea sencilla que funciona muy bien, este procedimiento de protección hace que haya algunas cuestiones básicas que se deben tener en cuenta para que la aplicación de la pintura sobre la chapa sea exitosa.
- Verificación previa de la superficie.
Antes de empezar, es necesario comprobar que la chapa tenga la adherencia suficiente para que el trabajo perdure. Para ello hay que chequear dos cuestiones:
- Para garantizar que el material se mantenga en buenas condiciones durante el período de almacenamiento y transporte, se reviste a la chapa con una capa de pasivación que protege al zinc de los efectos de la humedad. El problema es que esta capa reduce al extremo la adherencia de la chapa, por lo que es preciso quitarla antes de pintar. Para ello se debe aplicar ácido fosfórico o incluso vinagre de alcohol con un pincel hasta que la chapa se oscurezca.
- En chapas galvanizadas más viejas, en las cuales el recubrimiento de zinc ha comenzado a descomponerse, es probable que se haya dado un fenómeno natural de oxidación. Esto también afecta mucho la aplicación de la pintura, por lo que es preciso eliminar todos los desperfectos que se hayan generado a causa de esta oxidación. Para ello es recomendable usar un papel de lija de grano fino.
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- Reparación.
En caso de que la chapa tenga algún agujero generado por el golpe de alguna piedra o si notás que se ha agrietado por el óxido, es posible repararla usando masilla para chapa.
Este producto es muy común en talleres de chapa y pintura, donde se utiliza para tratamientos en la carrocería de los autos, pero también es muy útil y adecuada para el uso hogareño en los casos comentados.
- Limpieza profunda.
Para continuar, es necesario limpiar la superficie manualmente, utilizando métodos abrasivos livianos, como por ejemplo una esponja de cocina, del lado más firme (generalmente de color verde), eliminando con ella cualquier resto de grasa, aceites y polvo. Es aconsejable usar un detergente a base de agua (también el de cocina).
- Imprimación.
Una vez concluido el proceso de limpieza, y luego de que la chapa galvanizada lisa se haya secado, se debe aplicar una capa de imprimación de látex exterior específica para metales galvanizados.
Esta base se debe dejar secar por el tiempo que el fabricante señala en las indicaciones de uso del producto.
- Pintado.
Ya solo te queda realizar la pintura sobre la chapa. Para ello. podés utilizar diferentes productos. Una buena opción es pintar con un esmalte antioxidante liso directo para metal, que es una pintura adecuada para decoración y brinda una protección duradera a las superficies de hierro y acero.
Otra posibilidad es usar una pintura de látex para exteriores de alta calidad. En este caso, se recomienda aplicar el producto con un rodillo de pelo largo.
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Consejos al pintar una chapa galvanizada
- No aplicar si la temperatura es extremadamente baja (menor a 5°C).
- No pintar cuando hay humedad ambiente superior a 85% o cuando se prevean lluvias.
- No pintar bajo los rayos directos del sol, ya que se perjudica la adherencia por la evaporación del agua.
Tipos de pintura para chapa galvanizada
Lo más importante para obtener buenos resultados es elegir la pintura correcta. Si bien algunas se pueden aplicar sobre diferentes superficies, hay otras que no son aptas para cualquier uso. Veamos cuáles son las opciones de pintura para chapa:
- Acrílicas especiales para chapa: son productos con base acrílica de gran adherencia para aplicar sobre chapa galvanizada exterior. Poseen una excelente resistencia a los agentes climáticos y un gran poder cubritivo, brindando protección por más tiempo. Soportan temperaturas hasta 100ºC. Estas acrílicas son la mejor opción en pintura para techos de chapa.
- Latex: posee una base de polímeros acrílicos que le da elasticidad, resistencia, adherencia y ciertas condiciones hidrófugas. Cubre completamente, seca rápido, se diluye con agua y se lava fácilmente.
- Esmaltes de vinilo: estos tintes se destacan por su resistencia a las condiciones climáticas desfavorables. Son muy duraderos y pueden resistir las altas temperaturas. Su punto en contra es el costo de la pintura.
Atención: No es recomendado usar ningún tipo de pinturas a base de aceite (alquídicas) ni de tipo sintético.
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