Cuando pensamos en cuidar medio ambiente seguro se nos ocurren infinidad de acciones para cumplir nuestro objetivo. Sin embargo, hay un punto que no solemos tenerlo en cuenta y es realmente muy importante: dónde tirar las pilas.
Las pilas son uno de los residuos más problemáticos a la hora de desecharlos, ya que pocas veces se sabe con exactitud qué hacer. Muchas veces es difícil encontrar una solución que podamos aplicar al 100% porque son, sin dudas, una parte fundamental de nuestro día a día y las utilizamos en una infinidad de artefactos, desde controles remoto, relojes, algunas cámaras de fotos, juegos infantiles, entre otros.
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Cuando pensamos en desecharlas es importante hacerlo con responsabilidad. Con el paso del tiempo se oxidan y la descomposición de sus elementos hace que se liberen componentes tóxicos. Esto puede afectar tanto a la tierra, como al agua, el aire y todo aquello que se encuentre cerca. Esto es así ya que entre sus componentes químicos se encuentran el mercurio, cadmio, plomo, zinc, manganeso y litio.
Hay dos tipos de pilas. Tanto las pilas como las baterías primarias (las que no son recargables), como las secundarias (aquellas que se pueden recargar) pueden afectar muchísimo al planeta si no se las desecha correctamente. Si bien en algunos países hay leyes y normas que regulan la fabricación y el uso de determinados materiales al momento de la producción, deben tenerse en cuenta algunas cuestiones básicas para contribuir con un consumo responsable.
Por eso es fundamental separarlas de los residuos convencionales y domiciliarios, apostando a que se reutilicen o se recuperen los metales valiosos con los que están hechas.
Qué hacer para tener un consumo de pilas responsable
Hay que tener en cuenta que el cuidado del medio ambiente es responsabilidad de todos y por eso es importante tener en cuenta algunas consideraciones. Te contamos las más importantes:
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- Lo más recomendado es tratar de disminuir en consumo de pilas, evitando el uso de aparatos que requieran de las mismas para su funcionamiento.
- Como muchas veces no se puede evitar el consumo de las mismas, se puede optar por las que son recargables. Una pila recargable puede reemplazar hasta 300 desechables. Utilizando las recargables, además de disminuir la contaminación que produce tirarlas, también se ahorran recursos naturales al momento de fabricarlas.
- No utilizar pilas cuando se encuentren con un aspecto raro o duduso. Cuando se ponen viejas y comienzan a descomponerse, su textura se ablanda y arruga. Cuando tienen ese aspecto es importante retirarlas del artefacto, guardarlas aparte y lavarse muy bien las manos.
- Lo ideal es no consumir pilas con origen dudoso o de marcas no conocidas. Esto es así ya que, si bien suelen ser más económicas, su producción posiblemente no cuente con las normas de seguridad requeridas. Además, al ser de menor calidad, duran menos tiempo y eso hace que los niveles de contaminación aumenten porque se necesita cambiarlas rápidamente.
- Cuando creas que una pila no sirve más, intentá probarla en el control remoto o en elementos de menor consumo, como relojes y radios. Muchas veces, aunque parezca que no, en ese tipo de artefactos funcionan un tiempo más.
- Nunca tires las pilas a la basura junto a otros residuos domiciliarios. Mucho menos si se encuentran como un aspecto extraño como se mencionó anteriormente. Lo ideal es juntarlas y desecharlas en lugares adecuados para que se reutilicen y sus componentes contaminantes afecten lo menos posible.
- Recomendamos que las guardes en un recipiente de vidrio, bien cerrado y lejos del alcance de los niños.
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Cómo desechar las pilas responsablemente en CABA
Solamente en Ciudad de Buenos Aires, las baterías y pilas gastadas representan un 0,01% del total del volumen de los Residuos Sólidos Urbanos, según estadísticas realizadas por la Facultad de Ingeniería de la UBA.
Hoy, los porteños cuentan con un plan de gestión ambiental de baterías en desuso que ofrece el Gobierno de la Ciudad. En este mismo plan se determinó que tanto productores, importadores y distribuidores de pilas deben hacerse cargo de su recolección, transporte y tratamiento.
Además, el Gobierno porteño ofrece llevar las pilas a distintos puntos de recepción en toda la ciudad. Del total, 90 están distribuidos en espacios públicos, como plazas y ferias, y otros 60 en sitios privados, la mayor parte en las farmacias del Dr. Ahorro y en las estaciones de servicio Axion. Para consultar cuál se encuentra cerca tuyo, podés hacer click acá.
Las pilas que se aceptan en los puntos de recolección son: cilíndricas AA, AAA, AAAA, C, D, N pilas prismáticas de 9V y pilas botón, comunes o recargables, sulfatadas y/o agotadas.
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