Una escuela pública en Montevideo, Uruguay, previene con gran éxito la violencia y el bullying con meditación y ejercicios de la disciplina espiritual Falun Dafa.
Yennyfer Quartino, docente de 6to grado, estaba al frente de un grupo con marcados casos de violencia social reflejados en el aula, agotamiento y desenfoque, que imposibilitaron durante varios años el desempeño escolar de estos niños.
Cultura para la paz
En consecuencia, la docente Quartino diseñó un proyecto enfocado en los Derechos Humanos como camino hacia una cultura para la paz.
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Este proyecto incluye la mediación para la comprensión y la transformación de la realidad. Y la docente escribe en su proyecto:
“La Paz en la sociedad no puede existir donde hay violencia, y el lugar por donde se debe comenzar la transformación es desde adentro de uno mismo”
Así, el proyecto busca desarrollar una convivencia pacífica donde el respeto, la comunicación, la escucha y el buen trato sean algunos de los objetivos a alcanzar como potenciadores de múltiples capacidades.
Quartino explica que, en jornadas extendidas, muchos alumnos manifestaron estar “cansados”, “sin energías” y “sin poder concentrarse en las propuestas de clase”.
Trabajando con los niños
“Este año decidimos practicar Falun Dafa, y los resultados son maravillosos con los niños”, explica Quartino.
“Se benefician no solo espiritualmente sino biológicamente. Se oxigenan y relajan e ingresan al aula enfocados y con otra actitud”
Falun Dafa es una tradicional y popular disciplina china milenaria de qigong, que consta de un juego de ejercicios suaves y una meditación que brindan claridad mental y paz interna. La puesta en práctica de valores y actitudes en base a la verdad, la benevolencia y la tolerancia son pilares de esta disciplina, para lograr que tanto la mente como el cuerpo estén sanos. Se practica de forma libre y gratuita en los parques públicos de más de 100 países.
Los alumnos cuentan sus experiencias
Los niños practican diariamente los ejercicios en el patio después del almuerzo y previo a las materias de la tarde. Toda la escuela es bienvenida a practicar, y suelen sumarse cotidianamente la mayoría de los grados, incluyendo 3°, 4° y 5°.
Los alumnos de 6° “A” cuentan su experiencia sobre cómo fueron progresando gracias a la práctica diaria. “Antes era un alboroto”, cuenta la alumna Josefina, “la maestra estaba explicando algo y no le prestábamos atención… Ahora nos concentramos más, dialogamos más”. “Nos concentramos, hacemos los trabajos en orden”, aclara Josefina.
Los niños cuentan que ahora resuelven los conflictos “hablando”, “dialogando”, porque -en palabras de Joaquín, también alumno de 6° “A”- “se entienden más. Antes hablábamos más malhumorados y ahora más tranquilos”.
“Estos niños tenían serios problemas de concentración y de violencia social reflejada en el aula. Los cambios que han hecho este año son conmovedores”, indica una Inspectora Departamental de Montevideo, Uruguay.
Los ejercicios de Falun Dafa ya se están practicando exitosamente en escuelas alrededor del mundo para favorecer la paz interna. Su implementación ha colaborado con fomentar una convivencia escolar armónica, de tolerancia y participación, propiciando un ámbito emocional favorable para el aprendizaje y el desarrollo de las potencialidades de los niños.
Asimismo, ha abierto una puerta para que los niños puedan experimentar la paz internamente, regular sus impulsos y estar conscientes de sus capacidades para una resolución pacífica de conflictos.
Los niños son expuestos a una variedad de conflictos actuales e históricos alrededor del mundo y esta iniciativa sin duda brinda una solución desde la raíz, fomentando la paz y la armonía en la próxima generación de adultos.