Más de una vez, por autoexigencia, por inseguridad personal o por la presión misma del entorno, pasamos demasiado tiempo enfocados en las limitaciones, en los obstáculos, en lo que falta. Detenidos allí, nos distraemos, nos demoramos y, tal vez, nos alejamos de lugares y personas que nos nutren y no perdemos oportunidades.
Para renovar la mirada, es clave volver a depositar las lentes en lo que importa. Reencontrarse con los objetivos, recuperar la energía y, más livianos de presiones, volver a orientar los pasos hacia las metas.
Esa es mi propuesta. Mi aprendizaje. Si uno invierte la ecuación y, en vez de lamentar lo que falta potencia lo que sí tiene, empieza a dar pasos concretos hacia aquello que soñamos. Pasos que son, sin lugar a dudas, una decisión
Cuando uno recorre las historias de superación de importantes personalidades del mundo, descubre un elemento común: para nadie fue fácil. Todos enfrentaron dificultades y frustraciones, pero hicieron algo que fue definitorio, que marcó un antes y un después.
Comparto algunas de esas lecciones que tuve la suerte de conocer y que más de una vez intento recordar cuando me toca sortear obstáculos, levantar la vista y volver a mirar el horizonte que soñé.
La vida está llena de caídas y crecimientos en el plano personal y en el plano profesional. Tarde o temprano, todos atravesamos adversidades y cada obstáculo nos regala una experiencia y un entrenamiento que van forjando nuestro carácter.
Un buen punto de partida es pasar de un estado de carencia, en el que pensamos que las oportunidades son pocas y para pocos, a un estado de abundancia, en el que aprendemos que hay posibilidades para todos. Y que son tantas que hasta sobrarán para lo que lleguen luego. Básicamente porque las oportunidades se crean.
Cuando se da ese paso, se amplían las posibilidades y se encuentran soluciones innovadoras para alcanzar grandes objetivos. Son tus decisiones y no tus condiciones las que forjan tu camino
Dejar de enfocarse en las limitaciones es un giro difícil de impulsar. Escuchar otras historias de vida y de superación personal es una de las herramientas que me motiva siempre a creer que se puede lograr lo que cada uno imagine si está dispuesto a transpirar por ello.
Soñar en grande vale la pena y cada paso cuenta. Algunas ideas para no salirse del camino:
Para terminar, recordá que el amor propio y el amor al prójimo son condiciones indispensables para lograr tus metas: son los pilares de las historias de superación de la humanidad.
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