Llegar a lo que suponemos la mitad de la vida muchas veces golpea como un tren de frente. La conciencia de finitud, el para qué, el entender que la vida es algo más que esforzarse todo el tiempo. Es lo que le pasó a John Jerryson, que, a los 46 años, sintió una fuerte crisis existencial y decidió escribir sobre ello.
Le pasó tras descubrir que su esposa le era infiel, algo que podría haberlo llevado a una situación “cómoda” de victimización, pero no. Se dio cuenta de que no la culpa no había sido exclusivamente de su mujer sino de la acumulación de malas decisiones que tomó a lo largo de su vida, principalmente reprimiendo sus sueños.
Fue por eso que decidió escribir una carta para desahogarse y para compartir con los demás eso que empezaba a descubrir. Un texto que motiva a revisar nuestras rutinas, priorizar lo importante y hacer todo lo posible para alcanzar nuestros sueños.
Acá, la carta. Degustala, leéla con detenimiento y reflexioná. El tiempo es hoy.
“Hola, me llamo John. He estado acechando este medio por un tiempo, pero al fin hice mi cuenta para postear ésto. Necesito sacar ésto de mi vida.
Acerca de mí: Tengo 46 años, soy banquero y he vivido toda mi vida en contra de los que siempre he querido. Todos mis sueños, mis pasiones, se fueron. He trabajado unas 9 horas diarias, seis días a la semana durante los últimos 26 años. Elegí la comodidad y la seguridad de un trabajo, algo que cambió al hombre que yo era.
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Hoy me enteré que mi esposa me ha estado engañando durante los últimos 10 años. Mi hijo no siente nada por mí. Por realizarme me perdí el funeral de mi padre POR NADA. No terminé mi novela ni viajé por el mundo para ayudar a los desamparados. Todas esas cosas que soñaba hacer cuando tenía veintitantos.
Si me encontrara con mi yo del pasado, ese adolescente, quizá ya me hubiera golpeado en la cara. Por todos los sueños que se vinieron abajo
Empezaré con una descripción mía de cuando tenía 20. Miro al pasado y parece que fue ayer cuando quise cambiar al mundo. La gente me amaba, y yo amaba a la gente. Era innovador, creativo, espontáneo, tomaba riesgos y era excelente con las personas. Tenía dos sueños. El primero, era escribir un libro utópico. El segundo, viajar por todo el mundo para ayudar a los desamparados.
Estuve saliendo con mi esposa durante 4 años. Ella amaba mi espontaneidad, mi energía, mi habilidad de hacer reír a la gente y sentirse amada. Sabía que mi libro iba a cambiar al mundo, hubiera mostrado una perspectiva de “lo malo y lo torcido”, mostrarle a mis lectores que todos pensamos diferente, a esa gente que nunca piensa en lo que está haciendo mal. Tenía 70 páginas pensadas a los 20; sigue teniendo 70 a los 46.
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Me iba a ir de mochilero alrededor de Nueva Zelanda y Filipinas. Planeaba hacerlo por todo Asia, luego Europa, después América (por cierto vivo en Australia), hasta la fecha sólo he estado en Nueva Zelanda y Filipinas.
Ahora, hemos llegado a donde todo me salió mal. Mis mayores arrepentimientos. Tenía 20. Sólo era un niño. Necesitaba estabilidad. Después de graduarme conseguí un trabajo en el que estaría toda mi vida. Para dejar mi vida entera todos los días durante 9 o 7 horas al día ¿qué estaba pensando? ¿Cómo pude vivir cuando mi trabajo se convirtió en mi vida?
Después del trabajo, cenaba, preparaba mi resumen de lo que había hecho en el trabajo, y me iba a dormir a las 10 de la noche. Despertaba a las 6 de la mañana para seguir con el día. Dios, no puedo recordar cuando fue la última vez que le hice el amor a mi esposa.
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Ayer mi esposa admitió que me estuvo engañando durante los últimos 10 años. 10 Años. Eso es un largo tiempo, pero no puedo comprenderlo. Ni siquiera me duele. Ella me dijo que porque había yo había cambiado. Que no soy la persona que era. ¿Qué estuve haciendo durante los últimos 10 años? Fuera del trabajo, no puedo decir más nada. No fui el esposo adecuado. No fui yo, ¿quién soy? Ni siquiera he preguntado sobre el divorcio. NO SIENTO NADA. Ahora puedo sentir una lágrima al escribir esto. Pero no es porque mi esposa me engañó, es porque ahora me doy cuenta que me estoy muriendo por dentro.
¿Qué pasó con toda esa diversión, amor, el tomar riesgos, ese persona llena de energía con ganas de comerse al mundo?
Recuerdo que en alguna ocasión la chica más popular de la escuela me invitó a salir, pero la rechacé por mi ahora esposa. Dios, realmente era popular con las chicas en la preparatoria, en la universidad, incluso en la secundaria, pero me mantuve leal; nunca experimenté, me mantuve dedicado al estudio todos los días.
¿Recuerdan todo lo del mochilazo y escribir un libro, qué te puedo decir al respecto? Todo fue en los primeros años de la universidad. Trabajé y despilfarré todo el dinero que gané en ese entonces. Ahora guardo cada centavo. No recuerdo cuánto tiempo pasé haciendo nada o divirtiéndome de la nada en algo para mí. ¿Qué es lo que quiero ahora?
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Mi padre se murió hace 10 años. Recuerdo las llamadas de mi madre diciéndome que se estaba poniendo más y más enfermo, me encontraba tan ocupado con lo de un gran ascenso. Me mantuve lejos, esperanzado en mi mente a que él aguantaría. El murió y yo tuve mi ascenso. No lo había visto en 15 años cuando murió.
Cuando murió me dije que no importaba cuánto tiempo no lo hubiera visto, me convertí en ateo, racionalicé todo acerca de su muerte, pero no importó de todos modos.
¿Qué estaba pensando al racionalizar todo, inventando excusas para deshacerme de las cosas, excusas, postergando todo?
Todo conduce a una cosa: nada. Racionalicé mi seguridad financiera, era lo más importante; ahora sé que definitivamente no lo es. Me arrepiento no haber hecho nada con mi energía, cuando la tuve, mis pasiones, mi juventud. Me arrepiento de haber permitido que mi trabajo se llevara mi vida. Me arrepiento de haber sido un pésimo esposo, una máquina de hacer dinero.
Me arrepiento de no haber terminado mi novela, no haber viajado por todo el mundo. No haber estado emocionalmente para mi hijo, de haberme convertido en una maldita cartera sin emociones
Si estás leyendo ésto y tienes toda una vida frente a ti, por favor no postergues las cosas. Nunca dejes tus sueños para después. Disfruta de tu energía, lo que te apasiona. No te quedes sentado perdiendo el tiempo en Internet. Por favor, haz algo de tu vida mientras seas joven, NO TE DETENGAS a los 20, NO olvides a tus amigos, a tu familia, a ti. NO DESPERDICIES TU VIDA, tus ambiciones, como lo hice yo, no seas como yo.
Perdón por este post tan largo, sólo tenía que sacar todo esto. Me di cuenta que dejé de postergar y hacer dinero para perseguir mis pasiones de cuando era joven, y ahora me doy cuenta de que estoy muerto por dentro, viejo y cansado.
John.
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