Una vez más, nos encontramos en las redes con un tuit que nos conmueve y nos invita a viralizar esas voces que, desde la más ruidosa simpleza, convocan a participar y a defender, todos juntos,el derecho a un futuro mejor.
“Ya no te quiero más, Argentina”, es el título de una carta firmada por Eduardo Fiore, que aparece en el perfil de twitter de Linesceti (@linesceti) e interpela de la manera más llana y cruda a los tres poderes del Estado: a los funcionarios, a los jueces, a los legisladores y todos aquellos que, desde hace décadas, nos han dejado un país atravesado por la violencia, la marginalidad y la exclusión.
Nos duele. Nos representa. Queremos que alguien, de una vez, se haga cargo: el desamor y la frustración que genera hoy Argentina es culpa suya. Es SU responsabilidad. Nos dejan ésto que duele y hoy el pueblo se los demanda.
“No soy K No soy Pro No soy Troll.
Me jubilé a los 68 años de edad, con 46 años de aportes previsionales y una vida entera dedicada a trabajar y estudiar, con el objetivo, junto a la madre de mis hijos, de formar una familia. Tuvimos tres hijos y una lucha incansable por su educación, salud y progreso.
Hace aproximadamente 20 años, mi hija, psicóloga, casada, no encontraba buen trabajo y se instalaron en Orlando, Florida, EE. UU. donde llevan una vida razonablemente grata.
Mi primer hijo ingresó a trabajar en una empresa argentina con varias casas en distintos lugares, al tiempo surgió la posibilidad de expandirse a San Pablo, Brasil, de lo que se encargó mi muchacho. Fue a vivir a San Pablo donde tomó el trabajo con todo entusiasmo: hoy se han expandido a Río de Janeiro, Brasilia y Foz de Iguazú … mientras la misma empresa, en Argentina prácticamente ha desaparecido.
Podés leer: No es fácil volver a casa después de haber vivido en otro país
Mi hijo menor con su esposa trabaja en la empresa de informática posiblemente más importante del mundo. La oficina de atención a toda Sud América estaba en Buenos Aires y ahí trabajaban ellos, siempre viajando. Después de las elecciones pasadas, ¡¡¡la Empresa traslada su oficina de atención a Sud América … de Buenos Aires a Miami!! y ahí destinan a mi niño y mi nuera quienes, como comencé, viajaron ayer tras solucionar todos los problemas que implican estos traslados.
Y hoy me pregunto: ¿En qué clase de país he hecho semejante esfuerzo? ¿¿Valió la pena consagrar la vida para llegar aquí?? Si observo esta sociedad, yo la veo:
Y ¿cómo responde la sociedad a estos “estímulos”?
A mi criterio, con un continuado y profundo proceso de IDIOTIZACIÓN que se manifiesta casi constantemente en la vida cotidiana:
Y me miro yo, y veo:
Creo que … estoy ¡¡BASTANTE ASQUEADO!!”
Eduardo Fiore
enfiore@yahoo.com
@linesceti
Podés leer:
Utilizamos cookies de terceros para mostrar publicidad relacionada con tus preferencias. Si continúas navegando consideramos que acepta el uso de cookies. Puede obtener más información en:
Politica de Privacidad