La Luna nueva del 4 de agosto 2024 se produce en el grado 12°35 del signo de Leo (segundo decanato), un signo Fijo del elemento Fuego, relacionado con la creación, el brillo, el mando y la autoridad.
Leo está gobernado por el Sol, el astro rey de nuestro sistema solar y, por eso, simboliza la jerarquía, el poder, la nobleza, lo elevado, lo destacado y, como la estación que le corresponde -verano, en el hemisferio norte- es generoso y creativo.
La Luna en Leo favorece la diversión, las actividades relacionadas con el arte, la moda, los objetos de lujo y de valor. En el cuerpo físico, Leo gobierna el corazón y la circulación sanguínea. Todo lo que se haga en este tiempo para mejorar esos aspectos será beneficioso; en cambio, todo aquello que lo perjudique será doblemente nocivo.
La Luna nueva representa el comienzo de ese ciclo lunar de cuatro fases y se produce cuando la Luna y el Sol están juntos en un mismo grado del zodiaco, aspecto que los astrólogos llamamos conjunción.
La Luna y el Sol tienen discos aparentes del mismo tamaño. La Luna cubierta por el disco solar no se ve en el cielo: por esa razón también es llamada Luna negra, Luna invisible y otros la llaman Hécate, la diosa infernal.
La Luna nueva corresponde al inicio del ciclo que se repite cada mes en un signo diferente y que irá creciendo durante la primera quincena hasta convertirse en Luna llena, cuanto, opuesta al Sol, proyectará toda su luz.
Y aquí ya hay una diferencia: la Luna nueva interioriza; la luna llena, a la inversa, lleva más a exteriorizar, a conectar y a sociabilizar.
Pasado el momento de la conjunción exacta, cuando la Luna se separe del Sol y su brillo nos permita observar la neomenia, unos dos días más tarde, es el momento de comenzar proyectos especialmente referidos a la Casa en que se produce la lunación.
Esta Luna nueva muestra un momento de reinicio y renovación, marcado por la energía creativa y expresiva de Leo. Este signo de fuego marca un período ideal para establecer nuevas intenciones relacionadas con la autoexpresión, el liderazgo y los proyectos creativos.
Venus en el último grado de Leo aporta una energía vibrante y amorosa, intensificando las cualidades de Leo. Es que Venus en este signo se relaciona con el amor apasionado, la creatividad artística y la necesidad de disfrutar de la vida con alegría y lujo.
La conjunción de la Luna con Venus en este contexto potencia el deseo de conectar emocionalmente y de expresar afecto de manera generosa y abierta.
El hecho de que Venus esté en el último grado de Leo y a punto de ingresar en Virgo marca un cambio significativo en su energía.
Ocurre que cuando Venus entra en Virgo, signo de su caída, su expresión se vuelve más reservada y enfocada en los detalles prácticos de las relaciones y los valores.
Venus en Virgo se caracteriza por su enfoque en la perfección, el análisis y la eficiencia. La transición de Leo a Virgo puede traer un cambio de la exuberancia y la pasión a una mayor atención a la practicidad y al servicio.
Venus favorece a los nativos de Virgo en términos de afecto, relaciones y finanzas. Este tránsito resalta la atención al detalle y la capacidad de cuidar de los demás.
Tauro y Capricornio, como signos de Tierra, también se benefician de la energía de Venus en Virgo, experimentando una mayor estabilidad y practicidad en sus relaciones y asuntos financieros.
Cáncer y Escorpio encuentran un apoyo armonioso con Venus en Virgo, lo que facilita una mayor comprensión y profundidad emocional en sus relaciones.
En cambio, los que tengan puntos sensibles en el signo de Piscis pueden vivir desafíos en términos de relaciones y finanzas. Este período puede requerir ajustes y reevaluaciones en estas áreas.
Géminis y Sagitario pueden experimentar tensiones debido a la cuadratura con Venus en Virgo, lo que puede manifestarse como conflictos o malentendidos en relaciones y asuntos financieros.
También puede indicar problemas en el terreno afectivo, decepciones, alteración del clima hogareño y un mal momento para las actividades sociales y públicas. Ilusión que deviene en decepción.
La conjunción de Júpiter y Marte en Géminis es una configuración astrológica significativa que combina la expansión y el optimismo de Júpiter con la energía y la acción de Marte.
Esta conjunción se produce aproximadamente cada dos años, aunque en diferentes signos. En Géminis, esta combinación potencia la actividad mental, la comunicación y el aprendizaje.
Es un momento ideal para iniciar proyectos que requieran energía y expansión intelectual, así como para tomar decisiones audaces y emprender nuevas iniciativas.
La cuadratura de Saturno en Piscis introduce un elemento de tensión y desafío.
Saturno en Piscis representa estructuras difusas, límites borrosos y una necesidad de integrar lo espiritual con lo práctico. Esta cuadratura puede manifestar conflictos entre la expansión impulsiva y la necesidad de estructura y disciplina.
La energía expansiva y a veces imprudente de Júpiter y Marte en Géminis se enfrenta a las restricciones y los límites que Saturno impone, creando un tira y afloja entre el deseo de avanzar rápidamente y la necesidad de hacerlo de manera ordenada y controlada.
La cuadratura formante entre los cronocratores Júpiter y Saturno es significativa porque representa el primer aspecto duro después de la gran conjunción de Júpiter y Saturno en diciembre de 2020, que comenzó el nuevo ciclo en Aire.
La conjunción de 2020 marcó el comienzo de una nueva era, caracterizada por cambios sociales y tecnológicos.
La actual cuadratura entre Júpiter y Saturno, con la energía agresiva de Marte entremezclada, puede ser vista como una prueba de las nuevas estructuras y sistemas que comenzaron en 2020. Este aspecto desafía a revisar, ajustar y consolidar los cambios iniciados, enfrentando obstáculos y resistencias en el proceso.
Favorece a los nativos del segundo decanato de Libra y Acuario, impulsándolos a tomar acción y expandir sus horizontes en áreas de comunicación y aprendizaje; se benefician de la energía dinámica de Júpiter y Marte, experimentando un impulso positivo en proyectos intelectuales y sociales.
Aquellos con puntos sensibles en el segundo decanato de Aries y Leo reciben un apoyo armonioso que potencia su creatividad y su capacidad para liderar y emprender.
Para los nativos del segundo decanato de Piscis, la cuadratura de Marte, Júpiter con Saturno transitando su signo puede traer desafíos significativos, requiriendo una mayor disciplina y estructuración en sus esfuerzos.
Quienes tengan puntos sensibles en el segundo decanato de Géminis y Virgo, pueden experimentar tensiones y conflictos internos, enfrentando obstáculos que demandan adaptabilidad y ajustes en sus planes.
Recordemos siempre que todas estas descripciones son de carácter muy generales y cada Carta Natal es como la huella digital, particular y única.
Por lo tanto, para tener una visión completa de los tránsitos y de los ciclos que se puedan estar viviendo, lo aconsejable es recurrir a un profesional.
Por Patricia Kesselman, astróloga y profesora de astrología y tarot. En Instagram: @horoskopo
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