El año termina y muchos rituales, en todo el mundo, llenan de historias los hogares y encuentros familiares. Uno de ellos tiene que ver con la vestimenta: te contamos por qué vestirse de blanco en Año Nuevo. De dónde viene la tradición y cuál es el sentido por la cual tantos la eligen en países muy diversos.
Si bien el blanco tiene muchos significados, su relación con el inicio de un Año Nuevo está ligado a la pureza de los nacimientos, la celebración de la alegría y la paz y una apuesta por la buena energía.
Qué vas a encontrar en esta nota:
En todo el mundo, las cábalas de Fin de Año y las tradiciones están a flor de piel. Son muchas las costumbres que se revitalizan en estos días y muchas tienen historias milenarias.
Conocer por qué vestirse de blanco en Año Nuevo y por qué es tan famosa esa tradición te puede ayudar a elegir con alegría tu atuendo para una noche mágica y recibir con los brazos abiertos el año que está por venir.
En primer lugar, es importante saber que, técnicamente, el blanco no es un color, sino un tono acromático que tiene una luz compuesta por la suma de todos los colores. Por eso mismo, su uso está asociado a lo positivo, porque es un color propenso a atraer nuevas energías.
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El color blanco representa pureza, nacimiento y alegría. Un nuevo año es como una página en blanco: todo está por hacerse. Es un momento de expectativas y de reseteo. Por eso, en Año Nuevo se suele elegir este color como un símbolo de optimismo. Tiene que ver con recibir un nuevo año con la esperanza de comenzar de nuevo, de repasar lo vivido, aprender y mejorar en muchos aspectos.
Es algo que va más allá de la moda. Es una cábala que muchos creen efectiva y que, a la vez, crea una atmósfera especial. Por eso, si sueñas con vivir un año repleto de felicidad y buenas vibras, la elección del blanco para la fiesta de Año Nuevo es perfecta.
La idea de vestir de blanco tiene que ver con estas representaciones: la de atraer en el año que empieza todos esos significados y empezar con la energía renovada. Principalmente, esta tradición tiene que ver con la capacidad del color blanco para absorber buenas vibras, ya que se trata de un tono acromático, es decir, una luz compuesta por todos los colores.
Hay distintas versiones en torno al origen de esta tradición. Según algunas creencias, a Argentina habría llegado desde Brasil, donde vestirse de blanco para Año Nuevo es casi una obligación.
Allí, los 31 de diciembre, las personas se acercan a la playa para celebrar la “Reveillón” vestidos completamente de blanco para regalar flores y ofrendas a la diosa del mar: Iemanjá.
Lemanjá encarna la figura de la virgen de los navegantes, la protectora del hogar, la diosa de la fertilidad o la madre de los peces. La gente se viste de blanco en Año nuevo para homenajearla.
Según Feng Shui y los preceptos del horóscopo chino, los colores de la suerte para el 2024 son los derivados de los elementos Madera y Tierra, y también de la polaridad Yang del Año del Dragón 2024: son verde primavera y amarillo imperial.
Estos son los colores fortificantes del año, especialmente indicados para potenciar la suerte de quien los lleva, ya sea en forma de talismán (por ejemplo, una pulsera con una piedra energética del color adecuado), de un accesorio o de una pieza de ropa.
Por eso, para recibir el 2024 puedes combinar blanco con estos colores fortificantes, capaces de atraer buena suerte según las predicciones de la astrología china.
Puedes sumarlo en forma de talismán, con alguna piedra, con un accesorio o una
pieza de ropa.
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