A menudo, nos sentimos atraídos profundamente por alguien, sin que haya una explicación lógica para eso. Al mismo tiempo, algo deesa misma persona nos provoca rechazo. Esto es lo que sucede cuando nos relacionamos con personas de signos opuestos al nuestro.
El Zodíaco surge de una combinación de seis signos (los primeros son Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo y Virgo) enfrentados y, a la vez, unidos a los otros seis (Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis). La conformación de los signos opuestos se constituye así: Aries-Libra, Tauro-Escorpio, Géminis-Sagitario, Cáncer-Capricornio, Leo-Acuario y Virgo-Piscis.
Veamos cómo se relacionan los opuestos.
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Son dos signos Cardinales: con Sol en Aries comienza el otoño y con Sol en Libra, la primavera en el hemisferio sur. Aries atrae irremediablemente a Libra. El Carnero Padre aporta certeza y energía para la lucha cotidiana, al tiempo que desestima las dudas. El impulso del ariano, seguramente, sea contenido por Libra, que también logrará suavizar la actitud aguerrida y por momentos hostil del impetuoso carnero. Si se unen para un mismo fin, podrán alcanzar metas extraordinarias.
Son signos Fijos, de carácter casi inmutable. Los dos son celosos, perseverantes y poseen un gran magnetismo personal. Ambos se complementan. Tauro suele asumir demasiadas responsabilidades: la astucia y agilidad de movimientos de Escorpio pueden ayudarlo para que esa “carga” sea más liviana. Por su parte, el escorpión se beneficia con el aplomo y la perseverancia del toro. Forman una pareja estable y muy explosiva en la intimidad. Para evitar rivalidades, sería conveniente que no trabajaran en la misma actividad.
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Estos dos signos Dobles se atraen irresistiblemente. Son inquietos, locuaces, cordiales y muy sociables. Mientras que la mentalidad de Géminis es más
bien práctica, la de Sagitario suele ser filosófica. Guiados por la espontaneidad, los gemelos suelen contradecirse mientras que los centauros son discursivos (reflexionan). Pese a estas diferencias, son buenos compañeros de ruta. Comparten el entusiasmo por las novedades, los viajes y la vida social.
Cuando se asocian en un negocio, obtienen grandes beneficios.
Por tratarse de dos signos Cardinales –uno de Agua (Cáncer) y otro de Tierra (Capricornio)– están sujetos a cambios radicales en sus vidas. Cáncer se deja guiar por la percepción y las fantasías; en cambio, Capricornio alcanza su meta sin apartarse del camino trazado por la lógica. Mientras que el cangrejo sueña, la cabra especula. Cáncer es sibarita, se rinde ante los placeres y el erotismo. Capricornio es más estoico y limitado. Todas las tendencias que le faltan a uno se las encuentran en el otro. Por eso, forman un tándem invencible en cualquier ámbito. Solo deben evitar competir entre sí.
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Son dos signos Fijos: uno de Fuego (Leo) y otro de Aire (Acuario). Ambos son “eléctricos”, algo intransigentes y generosos. El león posee una fuerza vital que se impone, es impetuoso y valiente. El aguador es pacífico, creativo y, por momentos, ilógico. Leo sucumbe al halago mientras que Acuario rechaza la vanidad. Mientras que el rey de la selva ama con intensidad y urgencia, el agua dor espera el momento adecuado. Leo exige y Acuario improvisa. Frente a un pedido de ayuda, Leo acude de inme diato y pone el hombro. La solidaridad de Acuario es más teórica. Cuando estos dos signos se entienden, logran una relación duradera. Son socios confiables
y parejas estables.
Estos dos signos Dobles son sumamente sensibles y refinados. Virgo se afirma en la observación y la lógica, mientras que Piscis se guía por su percepción. Virgo es minucioso y busca lo exacto, mientras que Piscis tiene una mirada global y se confor
ma con lo relativo. Virgo es claro y directo, sus críticas son incisivas. En cambio, Piscis es tangencial y al opinar tiene en cuenta los sentimientos del otro. Cuando conforman una pareja o sociedad se complementan naturalmente, sin establecer competencia alguna. Reconocen el talento del otro y saben cómo aprovecharlo.
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