Continuación de un clásico de 1964: la famosa niñera regresa para ayudar a los ya adultos Michael y Jane Banks, luego de que Michael enviudara y quedara sólo con sus hijos.
Mary Poppins con su magia, canciones y enseñanzas ayudará a la familia a atravesar el duro momento
Emily Blunt protagoniza la niñera prácticamente perfecta cuyas habilidades mágicas y singulares le permiten convertir cualquier tarea rutinaria en una aventura fantástica.
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JACK, protagonizado por Lin-Manuel Miranda, un viejo amigo de Mary Poppins, es un encantador y optimista farolero.
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Emily Blunt: “Jack y Mary Poppins son como compinches. A pesar de que él no pertenece del todo al mundo de Mary, lo comprende y es genial cómo logra persuadir a los niños para que se unan a ella; y es una química genial de interpretar porque no es algo romántico… son dos almas gemelas”.
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“Lin es extraordinario”, señala Blunt. “Es increíblemente seguro de sí mismo y posee una personalidad tan carismática. Es un placer tenerlo alrededor y se mete de lleno en cualquier situación que le des. Sea deslizarse escalera abajo o subir el Big Ben o quedar colgado boca abajo, es tan entusiasta con todo, y necesitábamos eso para un personaje como éste, que tiene un toque mágico”.
Lin-Manuel: Emily es la actriz con más clase, más divertida y más generosa con la que yo haya trabajado”.
“Hay un gran número musical que interpretamos con Lin llamado, A Cover Is not the Book, y creo que ese fue el número en el que más bailé”.
“Comenzamos a bailar el primer día de los ensayos y ensayamos ese número durante ocho semanas, una y otra vez, porque tal como decían Rob y John, tienes que tenerlo incorporado en tu cuerpo. Tiene que estar metido en tu cuerpo, de manera que cuando las cámaras están rodando y tienes a todo el equipo de producción alrededor, y estás vestida y maquillada, no te detengas a pensar en ello y te sientas segura… esa es la mentalidad de un bailarín.
Y de allí proceden Rob y John. Ambos entienden que, cuando estás creando un espectáculo como éste, necesitas ensayar intensamente”, señala Blunt.
El vestuario de Julie Andrews en la primera película era de hecho el estilo conservador que llevaban las niñeras en esa época.
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Con El Regreso de Mary Poppins, la diseñadora de vestuario Sandy Powell quiso diseñar algo similar—pero más relevante frente al contexto de fines de la década de 1930— y rápidamente se propuso crear un estilo más moderno para la excéntrica niñera, pero que honrara la esencia del personaje de la primera película.
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Los faroleros en la década de 1930 no tenían un uniforme o ropa de trabajo habitual, simplemente llevaban sus viejos trajes y sombreros. Con Jack, Powell necesitaba que el personaje de Lin-Manuel Miranda sobresaliera entre la multitud de faroleros. “Yo solo le di las prendas y él les dio vida por su cuenta”, ríe Powell.
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