Este martes, Rusia registró la primera vacuna contra el coronavirus bautizada como Sputnik V en un guiño al logro de la Unión Soviética de haber lanzado el primer satélite al espacio en 1957. Lo anunció el presidente ruso, Vladimir Putin como una fórmula “segura y eficaz que ha superado todas las pruebas necesarias y que permite lograr una inmunidad estable ante el virus”. Son 2 dosis que provocan “inmunidad estable” contra el covid-19.
Mientras, la comunidad científica internacional recibe esta noticia con recelo preguntándose cómo se probó en tan poco tiempo y qué posición tomará Rusia respecto a su comercialización y distribución en el mundo. Además, ¿qué dice la Organización Mundial de la Salud y cuál es la opinión de Estados Unidos?
La aprobación de esta vacuna, dijo Putin, es el inicio de una inminente campaña de vacunación masiva, en paralelo a las últimas etapas de los ensayos clínicos. Además, aseguró que una de sus dos hijas fue una de las primeras en recibirla y que “se siente bien”, luego de dos cuadros febriles, de 38 grados y poco más de 37, tras la primera inyección.
El ministro de Salud ruso, Mikhail Murashko, comunicó que la vacuna había “demostrado ser altamente efectiva”, y la describió como un gran paso hacia “la victoria de la humanidad” contra el coronavirus.
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El doctor Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas de Estados Unidos, pertenece al grupo de investigadores de varios países que criticó la premura de Rusia al anunciar la posible efectividad y seguridad de la vacuna y, aún más, por haber anunciado la campaña masiva de vacunación sin los resultados finales de las pruebas a mayor escala.
“Cualquiera puede decir que tiene una vacuna y fabricarla, pero hay que demostrar que es segura y efectiva, lo cual dudo que lo hayan demostrado”, dijo a principios de agosto Fauci en una entrevista con BlackPressUSA TV.
En tanto, para prevenir que se comprometa la seguridad de la inoculación, la Organización Mundial de la Salud instó el mes pasado a Rusia a seguir los lineamientos internacionales establecidos para la producción de una vacuna contra covid-19.
La vacuna rusa no está en la lista de las seis vacunas de la OMS que ya alcanzaron la fase tres de los ensayos clínicos, porque involucran un número más amplio de pruebas en humanos.
Desarrollada por un instituto estatal, está todavía por empezar la fase tres de los ensayos y su investigación aún no se ha publicado en revistas científicas de primer nivel.
Según la OMS, actualmente hay más de 100 vacunas potenciales contra covid-19 que se están desarrollando alrededor del mundo. La opinión compartida por la mayoría de los expertos es que hasta mediados del 2021 no se podrá contar con una vacuna disponible en el mundo. Aún no se habla de que la vacuna rusa se haya adelantado todos esos meses en el hallazgo.
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“Entre tener la idea de que quizás una vacuna posiblemente funciona, y haber pasado por todas las etapas de investigación, hay una gran diferencia”, dijo el vocero de la OMS, Christian Lindmeier. “No se debe comprometer la seguridad acelerando los procesos”.
Rusia no ha publicado ningún estudio o dato científico sobre las pruebas que realizó y tampoco se conocen detalles sobre las fases del proceso que generalmente deben cumplirse antes de aprobar y lanzarse al mercado una vacuna.
Mientras en EE.UU. y otros países se realizan los últimos ensayos en grupos de hasta 30 mil personas, de todo tipo de edades y grupos demográficos de la vacuna de Moderna o la de Oxford y AstraZeneca, y Argentina probará la efectividad de la dosis de Pfizer y BioNtech, según el sitio Sputnik en Rusia la prueba de la vacuna comenzó el 18 de junio y los 38 participantes del estudio desarrollaron inmunidad contra el virus.
Putin sostuvo que espera que pronto comience la fabricación masiva de la vacuna para su inoculación. Y según ya había avisado Moscú, ese paso se prevé para octubre. Personal de la salud, profesores y otros grupos de riesgo serán los primeros en vacunarse, según las autoridades rusas. La vacunación, según remarcó el jefe de Estado ruso, será voluntaria. El RDIF, que financia la vacuna, confirmó este martes que la inmunización masiva comenzará en dos meses.
El Ministerio de Salud dijo en un comunicado este martes que se espera que la vacuna proporcione inmunidad contra el coronavirus hasta por dos años.
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Según el Ministerio de Sanidad de Rusia, puntualmente, la vacuna se basa en un sistema de doble administración, primero una dosis y luego otra de “refuerzo” que permite “la formación de inmunidad a largo plazo, que probablemente dure hasta dos años”.
La inmunización utiliza un adenovirus como vector para administrar el material genético de SARS-CoV-2 a los pacientes. Una vez en el cuerpo de la persona, las piezas del patógeno del coronavirus dentro de los adenovirus estimulan una respuesta inmune en el huésped contra el SARS-CoV-2.
La vacuna rusa contra el coronavirus podría ser aprobada y producida en América Latina en noviembre, según adelantó el presidente del fondo soberano ruso (RFPI), Kiril Dmitriev, implicado en la creación de la fórmula.
“Esperamos que la producción de la vacuna rusa en América Latina empiece en noviembre. Colaboraremos con los organismos reguladores para recibir la autorización hacia ese mes”, dijo el presidente del RFPI.
El funcionario adelantó que la fórmula, que recibió la luz verde por más que aún no comienza la fase 3 de los ensayos, posiblemente sería producida en plantas farmacéuticas de Brasil y Cuba, país que recibió elogios por su infraestructura. “Cuba goza de unas capacidades excelentes para fabricar vacunas”, señaló.
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Según recalcó Dmitriev, la región latinoamericana es muy importante para la entidad. En ese sentido, añadió que Brasil podría ser incluido en los países donde se realizará la tercera fase de ensayos, prevista a desplegarse en voluntarios de Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Filipinas.
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