En el desfile de Fendi en París, por la Semana de la Alta Costura, participó Demi Moore y sorprendió a todos con su rostro… irreconocible, con los pómulos totalmente hinchados y los labios finos. Esto reabre nuevamente el debate por el exceso del uso del botox y el abuso de las cirugías estéticas.
Todos recordamos la icónica película “Ghost: la sombra del amor”, donde ella deslumbró a todos con su belleza luciendo un rostro delicado y casi angelical. Lejos están hoy esas facciones, por eso el debate que reabren los expertos es si el exceso de botox afecta las expresiones emocionales.
Hoy después de 31 años de esa famosa película, la actriz estadounidense tiene unos jóvenes 58 años, pero con varias cirugías estéticas en su haber reapareció con una cara renovada, pero con sus rasgos totalmente endurecidos, donde resaltaban demasiado los pómulos y sus labios finos apenas se botaban.
Las redes sociales estallaron en comentarios y el debate oscilaba entre una nueva cirugía con exceso de botox o un mal maquillaje.
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Luego de varios cambios físicos notorios se dijo hace ya 20 años que había gastado 250 mil dólares en una cirugía plástica de su rostro y cuerpo, cosa que ella desmintió diciendo: “No me gusta la idea de someterme a una operación para retrasar el proceso de envejecimiento, es una forma de combatir la neurosis”, comentó en ese momento e indicó: “El bisturí no te hará feliz”.
El desmedido fanatismo por el bisturí y las sesiones de botox de los famosos, celebritys y personas comunes que desean retratar la juventud en sus rostros para siempre, está nuevamente en debate. Desde muy jóvenes comienzan a hacerse retoques que desfiguran totalmente las facciones naturales del rostro y hemos visto miles de casos.
O también cuántas actrices que luego de someterse a varias cirugías de rostro quedan tan parecidas que parece que los cirujanos utilizaron un molde para rehacerles el rostro.
Es lindo verse bien, hacer tratamientos de belleza para cuidar la piel, el rostro, combatir arrugas y alargar la belleza y coquetería lo más que podamos. Psíquicamente mejora el estado de ánimo y eleva la autoestima de la persona y mientras no afecte su salud nada es cuestionable. Hasta que vemos mujeres, jóvenes aún y muy bellas someterse más de una vez al quirófano para practicarse cirugías estéticas innecesarias y hasta corriendo peligro su salud cuando lo hacen en un consultorio común o con médicos sin licencia de cirujanos estéticos.
¿Por qué con tantos ejemplos a la vista se sigue utilizando el botox de manera excesiva contra el riesgo de perder toda expresión en el rostro?
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El botox es la toxina botulínica que afecta a los nervios (neurotoxina) producida por una bacteria llamada Clostridium botulinum (y es la responsable de una enfermedad llamada botulismo). La toxina botulínica impide que las señales nerviosas se trasmitan desde los nervios a los músculos, produciendo una parálisis muscular temporal sin lesionar las estructuras nerviosas.
Utilizado en mínimas cantidades y por una persona experta no debería traer contraindicaciones, pero no siempre ocurre eso y los efectos son indeseables, desde rostros deformados hasta daños en la salud.
Sirve para eliminar o reducir de forma temporal las arrugas de expresión, que son aquellas que aparecen al hacer algún movimiento o gesto con la cara. Las arrugas del entrecejo, del cuello y las llamadas “patas de gallo”, que se forman a los lados de los ojos. En estos casos la aplicación de inyecciones vía muscular de esta toxina paraliza estos músculos temporalmente, con lo que la piel adquiere un aspecto liso y la expresión se suaviza y rejuvenece.
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Existen siete tipos de toxina botulínica, nombradas de la A a la G. Las toxinas A, B y F son las más potentes. Para la aplicación médica o estética se emplean los tipos A y B, aunque la A es la más utilizada.
La parálisis muscular aparece al segundo o tercer día de la inyección de toxina botulínica y progresivamente se va intensificando al finalizar la segunda semana. Este plazo y efecto puede variar según el músculo tratado y de un paciente a otro. Algunos generan resistencia y no se logran los efectos buscados después de varios intentos.
Además debido a muchos casos presentados con efectos secundarios debajo del rostro no se recomienda tanto inyectarse en esas zonas.
Las complicaciones del procedimiento de inyección de toxina botulínica son raras, leves y transitorias y dependen mucho de la dosis inyectada y de la persona idónea que la inocule. Luego del tratamiento pueden aparecer los siguientes efectos:
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La inyección de toxina botulínica solo debe ser realizada por cirujanos maxilofaciales, cirujanos plásticos o médicos especialistas en medicina estética en gabinetes que incluyan el equipamiento necesario. Es muy importante que si estás proyectando un tratamiento así, te asegures primero que el médico tratante esté capacitado y con su matrícula vigente y que el producto que te inyecte sea real.
Siempre recordá que la belleza interior es lo más importante en las personas y no por eso somos detractores de las cirugías estéticas, pero sí en una edad adecuada y si realmente es necesario y tomando todos los recaudos para cuidar tu salud que es lo más preciado.
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